XXXX

4 1 0
                                    


Volver al colegio sin él no es igual. Ya ha pasado un mes desde que se fue, irónicamente debo volver a terapia psicológica, ahora con más razón dijo mi padre, así que ahora voy rumbo hasta allá, la misma recepcionista, la misma sala de espera, pero ahora sin el sujeto extraño y silencioso que se sentaba a mi lado, la psicóloga dijo mi nombre y proseguí a entrar.

-Señorita Emma... siéntate -dijo indicándome la silla y obedecí- tenía muchas ganas de verte -centré mi mirada en sus ojos, detrás de sus lentes sus ojos se veían grises- escuché que serás madre -sonreí.

Dos semanas después de su partida me sentía muy mal de salud, con mi padre creíamos que era depresión, pero Alejandro dijo que no perdonaría si me pasaba algo, fuimos al médico y resulta que había una pequeña sorpresita, me sentí algo agradecida con la vida, antes de que me enterara de esto sentía que ya nada tenía sentido y luego esto me da una luz de esperanza, una razón para vivir.

-La gente dice que soy muy joven y me ven raro -sonreí irónica- tengo casi dos meses de embarazo -dije acariciando mi pansa- quien lo diría -sonreí de nuevo- que por su tonto reto todo esto iba a pasar.

-No pasó por mi reto -dijo tomando mi mano- el destino lo quiso así, pero creo que ustedes creyeron que soy su cupido -empezó a abrir un cajón- porque llegó esto a mi casa con una nota que decía que te lo entregara en nuestra siguiente sesión.

-¿Una nota? -la tomé en mis manos, la inscripción decía...- para mi pequeña -dije en un susurro y mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Hable con él varias veces -ella sonrió con ternura- se veía entusiasmado contigo -empezaron a salir lagrimas de mis ojos y ella tomó mi mano- ¿quieres decirme algo que no le hayas dicho a nadie?

-Él llegó a cambiar mi mundo señorita -un sollozo salió de mi pecho- antes era fría e insípida, y él me hizo sentir -desvié mi mirada hacia el techo intentando detener las lágrimas- conocí un amor diferente ¿sabe? -ella asintió- siempre me hizo sentir que yo le hacia bien, que era como un regalo para él -sequé mis lagrimas con mi antebrazo- pero él fue el regalo para mí.

-¿Se lo dijiste? -asentí- entonces él se fue feliz.

-Él soñaba tener una familia conmigo -volví a llorar- y ahora tendré un bebé y el no está y tengo miedo y me da rabia... porque el no está y no sé que hacer, me hace feliz porque tendré un pequeño ser que le da razón a mi vida, pero él ya no está -subí mis piernas a la silla y puse mi rostro entre mis rodillas, luego sentí su mano acariciar mi espalda.

-No debes hacerte la fuerte con nadie, si ser madre me asusta a mí, me imagino que será más fuerte para ti -se puso de cuclillas frente a mi- pero él donde sea que esté estará muy feliz de este regalo -dijo señalando mi vientre- es normal tener miedo Emma, pero no estás sola -sonrió- sé que eres muy planeadora ¿qué tienes pensado?

Tome aire y respondí -nacerá meses después que termine el colegio así que estaré trabajando.

-¿Trabajando? -inquirió.

-Si, en un concierto una cantante me pidió mi numero porque le gustaron mis canciones.

-¿Un concierto?

Proseguí a contarle mi secreto entre otras cosas resulta que era mi fan. Después de salir de consulta sentí una carga menos sobre mi pecho y caminé hasta mi casa, vi a la señora Greta regando su jardín le sonreí y entre a casa, toda la familia esta muy feliz con la noticia, subí hasta mi cuarto encendí la música y recosté en mi cama para leer la carta.


Pequeña antes de todo puedes poner All lof me de John Legend, es muy representativa de lo que siento por ti -sonreí al imaginarme que me lo estaba diciendo directamente- te amo mi pequeña, ¿recuerdas que un día te hablé de los relojes de arena? Siento que mi lado del reloj se está quedando sin arena, no lo sabrás cuando regrese, pero estoy escribiendo esta carta de camino al hospital, acabo de dejarte ahí en la acera de mi casa y créeme que me hubiera gustado no hacerlo, pero debo prolongar mi vida lo más que pueda para estar contigo. Antes necesitaba meterme en pleitos para sentirme vivo pero llegó un día en el que en un bar extraño encontré una luz muy extraña, era un luz vestida de negro y un poco despeinada, así que decidí acercarme un poco y esa luz se fue convirtiendo en un ángel, un ángel de hermosos ojos esmeralda y un cabello hermosamente negro, me siento feliz porque te encontré, me hubiera encantado que fuera antes pero todo tiene su tiempo, y el tiempo que viví contigo fue el mas hermoso de mi vida, se feliz mi pequeña porque donde sea que yo este estaré feliz si tú lo estas, vive todos los días como si fuera el ultimo, si te caes levántate, si un día sientes que todo se viene abajo resurge como el ave fénix, porque sé que eres muy capaz, no tengas miedo a amar de nuevo, haz lo que más desees y no te cohíbas de nada, y lo más importante mi pequeña, nunca me olvides.

Te amo, siempre tuyo Gabriel... 


Fin

Hasta que el amor termineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora