CAPÍTULO 17 Nicahealy Quandt

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Me sentía muy acalorada después del encuentro con Nick, aparte estaban mis muslos mojados de restos de él. Se suponía que lo dejaría hasta ahí pero es que verlo en esos pantalones cortos era como si me llamaran a gritos. No quería terminar en el cuarto de servicio del club pero al menos quería provocarlo un poco durante el almuerzo, solo que se me adelanto. 

Cuando terminamos el almuerzo, Andrés insistía que fuéramos a la piscina del club, quería que conociera a alguien, después de tanta insistencia acepte pero primero tenía que ir de compras, llevaba solo un uniforme de tenis, y estábamos un poco lejos de casa. 

- Yo te acompaño a comprar- dijo Andrés, estaba empeñado en abarcar todo mi día 

- Y qué tal si mejor llamo a Priscila y le pido que me acompañe 

- Está bien está bien- dijo ya viendo que me estaba agobiando- estaré con mama en el spa mientras llegas 

Nick se había ido a su despacho desde que se acabó el almuerzo, y yo pues claro que me volví a poner mis bragas cuando volví a ir al baño. Llame a Priscila que no demoro en responderme, estaba cerca así que pasaría por mí. 

- Así que ahora te la pasas en el club de Nick- dijo después de un rato conduciendo, iba con ropa de la oficina así que me imagino que todavía tenía que volver a la oficina. 

- Pues mis padres y el son buenos amigos- dije mirando por la ventana tratando de que no viera que me estaba ruborizando.- aparte es la primera vez que vengo 

- Si claro Nica, ¿cuándo me vas a contar que te lo estas tirando? 

- Joder no me lo estoy tirando, se va a casar- me miro por encima de sus gafas, no me creía señores- Solo ten cuidado, dicen que su padre tenía negocio raros 

- No lo sabía, y que tal el trabajo- respondí cambiando de tema, esto de hablar de Nick no se me daba muy bien, quería contarle pero después de lo que me dijo me daba la sensación de que no se lo iba a tomar muy bien que digamos. 

Nos reímos durante todo el camino, recordando cosas de hace años, habían sido buenos años después de todo. Aparcamos en el parqueadero del centro comercial y empecé a caminar hacia el ascensor delante de ella ya que estaba atendiendo una llamada, cuando estábamos esperando Priscila estaba extraña, se agarraba demasiado las manos, eso no era normal en ella. 

- ¿Pasa algo Priscila? 

- No no para nada- dijo con evidente nerviosismo 

- ¿Estas segura?- dije mientras cruzaba las puertas del ascensor pero ella no lo hizo. 

- Nica perdóname- se le salieron unas lágrimas cuando hablo, y me quede mirando cómo se cerraban las puertas del ascensor frente mí, de repente todo se puso negro, como si se hubieran apagado, y estaba sola. Los guardaespaldas seguro estaban en algún lugar del parqueadero. El miedo me comió cada segundo en la bendita caja

- ¡AUXILIO!- comencé a gritar, tenía demasiado miedo- ¡AYUDA ALGUIEN MEESCUCHA!- me estaba dando un ataque de pánico ya. 

Unos segundos después comenzaron a andar los ascensores otra vez, pero no iban hacia arriba, iban hacia abajo. Trate de pararlo pero nada que oprimía lo paraba. Empecé a llorar. Estaba atrapada. 

- No no no- sentía que algo jodidamente malo me iba a pasar y no sabía que era. No estaba preparada para tanto. 

Cuando se detuvo el ascensor y las puertas se abrieron, no quería salir tenía miedo de loque hubiera afuera. Pero antes que decidiera por mí si salir o no, dos hombres aparecieron y me sacaron a rastras del ascensor. 

- AYUDAAA! – fue lo único que pude gritar antes de que me pusieran un trapo en la cara y todo se volviera negro para mí.

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