ESMERALDA

CAPÍTULO 34 Nicolás Martini

No me gustaba para nada lo que me informaba Eliot, ya habían pasado dos semanas desde el cumpleaños de Eli, y no la había vuelto a ver pasando por la mansión, pero sí que sabía que había salido en tres ocasiones con Erick, esto tenía que ser una broma ¿Por qué saldría ella con Erick? Era un idiota. Habían ido a almorzar, al parque y la última vez la dejo en el hospital, ella tenía auto podía conducir ella misma. Lucia más feliz en cada foto que me mandaba Eliot, su vida después de todo había mejorado un poco. Y seguro que al final de la semana la veré, me acababa de llegar la invitación a la inauguración del bar y sí que se habían esforzado para que nadie supiera absolutamente nada del bar, ni siquiera el nombre, se sabía que era un bar pero hasta ahí. 

- Es muy elegante para un bar, ¿no crees?- me pregunto Valeria sentada en el sofá del despacho. 

- Quizás sea algo muy exclusivo, ¿ya viste que tu sello y mi sello es distinto?

 - Muestra- el sello de Valeria era dorado mientras el mío era esmeralda- Si posiblemente seas exclusivo- dijo haciendo los dedos comillas y dando vuelta a sus ojos 

- Sigo siendo el jefe, no?- dije riéndome 

- Si claro, ya estoy cansada de estar aquí Nick- estaba irritada en definitiva 

- Seguirás aquí por tu bien- respondí mientras me volvía concentrar en el ordenador. 

No cometería el mismo error como con Nica, aparte esta vez no solo era ella quien corría el riesgo sino él bebe también, todavía no entendía quien era el que estaba detrás de todo esto, nadie me decía nada, nadie encontraba nada, era como si estuviera en el enigma o como si nunca hubiera existido quien estaba planeando todo esto. Los hombres que atrapaba siempre decían lo mismo, pero esta vez no nombraron a Nica y lo agradecía. Ella de igual forma no andaba por ahí sin alguien quien la cuidara, cada día me daba cuenta que no podía soltarla, quería saber de ella a toda hora. 

- Albert vendrá con una mercancía dentro de 10 minutos, así que ya sabes que puedes caminar un rato por ahí 

- ¿Algún día me mostraras alguna?- la curiosidad la iba a matar después de dos semanas ahí y solo salir cuando lo era necesario o cuando venía algún cliente o me traían algo, después de eso quería saberlo todo y ni sin culpa le dejaría saber lo más mínimo. 

- Ya sabes la respuesta a eso 

- Es mejor que no sepas nada- dijo imitándome

 - Estas como fastidiosa hoy 

- Un poco, ya ve saliendo afuera están esperándote 

- ¿En verdad no puedo ver?

 - No Valeria, sal- no volvió a protestar solo salió de la oficina. Para que entrara Albert con un maletín en sus manos. 

- A ver muéstrame de una vez- me levante de una vez para poder apreciar las treinta hermosas esmeraldas trapiche que estaban dentro del maletín abierto en mi mesa, eran llamadas así por su forma en estrellada debido a que crecía en varias direcciones el cristal, traídas del cinturón esmeraldífero de Colombia.

- Señor no nos ha vuelto a pedir buscar ninguna pintura, ¿va todo bien? 

- Si no te preocupes, solo quiero dejarlo por un tiempo- estaba convenciéndome que persiguieran  a Valeria era por algún cliente insatisfecho y pensaba dejarlo al menos hasta que mi familia estuviera a salvo, las esmeraldas por otro lado sí que no lo dejaría, era algo que me emocionaba más que cualquier cuadro o escultura que alguno de mis clientes quisiera.

- Ya sabes dónde ponerlas, y que más nadie aparte de ti se dé cuenta, más tarde le informare a Leonard. 

- Entendido