CAPITULO 47 Nicolás Martini

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- Nica al auto – sentía su mirada mientras seguía a Lee hacia fuera del edificio, no la iba a matar al menos que me volviera a provocar

- Estas demente Nicolás, ¿en verdad me vas a matar?- ya estaba pensando en cómo remediar lo que me había dicho

- Sabes perfectamente que soy capaz así que deja la estupidez de una maldita vez – guarde el arma – Me vas a decir todo lo que paso con Erick, ahora

- No entiendo como duermes por las noches

- Se te acaba el tiempo – sabía que no iba a repetir una segunda vez

- Solo comenzamos a vernos, era divertido y empecé a quererlo Nick- bajo la cara, estaba avergonzada – me siento estúpida Nicolás, porque no lo vi cuando comenzó andar con Nica, porque no me di cuenta que buscaba otra cosa, estaba enfermo

- ¿Que buscaba? –no me decía nada

- El, el sabia donde estaba Priscila, ellos están obsesionados con acabarte, por ser tú y no ellos quienes Kara amara. – era una jodida locura lo que me decía Valeria

- ¿Solo te dijo eso?

- Estaban esperando que nazca él bebe de Nica, no sé si Priscila volverá

- Ya están los de limpieza señor– me aviso Albert una vez estuvo cerca

- Entendido, llévatela al departamento, más les vale revisar cada maldito rincon del edificio- mire a Valeria – y a ti más te vale no jugármelas esta vez Valeria, te
aprecio mucho así que no te aproveches – le advertí, un paso en falso y sabia a donde iba

Llevo años conociéndola y sabía que me tenía el suficiente miedo como para no joderla una vez más, podíamos ser muy buenos amigos y llegar incluso a casarnos y estar a punto de tener un hijo pero hasta ella tenía sus límites conmigo. Me monte en el asiento trasero de la camioneta y estaba Nica llorando en los brazos de Lee.

- Cariño- la jalee hacia mí pero me aparto

- Suéltame, sabrá Dios que hiciste allá adentro

- Nica, Valeria va en ese auto- señale el auto que pasaba al lado de nosotros- y si te preguntas va viva

- Nick – lloro y me abrazo

- Vamos a casa de tus padres, ¿sí?, Leonard está preguntando como loco por ti

- Si por favor – dijo contra mi pecho

- Lo siento mi amor- le bese el cabello – ¿no quieres quitarte esos zapatos?- sentí que asintió

- Venga yo la ayudo – se ofreció Lee a sabiendas que ni loca Nica se iba a dar para esos tacones con esa enorme panza

Cuando llegamos a la mansión, Nica estaba dormida prácticamente encima de mí, tenía que despertarla de alguna forma u otra, mi teléfono empezó a sonar y gracias a Dios fue eso y no yo quien la levanto.

- ¿Ya llegamos? – dijo con voz adormecida

- Si, hace rato, solo que no sabía cómo despertarte- mire el móvil y era Albert-vamos a dentro – salí y le mantuve la puerta abierta para que saliera

-Gracias, está muy frio

- Te cargaría pero creo que ya pesas como un elefante- dije gracioso

- Nick, no peso como un elefante – dijo  subiendo las escaleras <grandioso> ahora estaba de mal humor. Marque a Albert mientras caminábamos al salón

- Señor, tengo noticias de Fura y Tena

- ¿Si?

- Ya llegaron, ¿se las llevo? – al menos algo bueno de este día

- Si, por favor – colgué antes de que me dijera algo más, sino ya lo hubiera dicho antes

Ya Nica había entrado al salón, estaba descalza sentada al lado de Catherine y Mara, todos estaban escuchando a Jackson que decía algo acerca de lo que comió en Sweet Destiny, solo faltaba Valeria, era parte de esto aunque no quisiera que fuera ahora así. No sé cómo le diría a Jackson sobre su padre, él no tenía ni la menor idea sobre lo que pasaba. Me acerque y me senté al lado de Jackson

- Hola campeón, ¿cómo te fue?

- Genial papa, la tía Mara me dejo comer un helado así de gigante – hizo un tamaño exagerado con sus manos

- Estupendo – sonrió de oreja a oreja y solo pensaba en que me podía llegar a odiar algún día, Kara había muerto por mi orden y ahora Erick también, después de todo Valeria tenía razón, era un demente, como podía dormir en las noche sabiendo que mande asesinar a los padres de un niño que toda su vida he considerado mi
hijo.

- Estoy un poco cansada, creo que voy a subir – anuncio Nica, quien creo que se iba a dormir en cualquier momento en el sofá

- Déjame despedirme de Aitana por favor- pidió Jack arrodillándose frente a la panza de Nica, le dio un beso – hasta mañana Aitana- luego le dio un beso a Nica también quien se le salían las lágrimas – ¿por qué lloras?

- Nada Jack, solo me cayo algo dentro del ojo – respondió con los labios temblorosos

- Jack te quedaras con la tía Mara aquí, ¿estás de acuerdo?

- O puedes ir con tía Catherine – se ofreció Catherine

- Mejor con la tía Mara, papa, Andrés luego ronca – todos rieron

- Oiga, es tío Andrés- dijo Andrés

- Bueno con quien quieras – dije sonriente – te acompaño Nica – me levante apenas vi que comenzó a caminar para salir del salón, la agarre del brazo y caminamos en silencio, ella no había dejado de llorar. Una vez cerré la puerta de la habitación, la
abrace, lloro un buen rato en mi pecho

- Nick necesito acostarme

- Claro que si mi amor- me aleje y deje que se acostara – ¿tienes algo de ropa aquí o mando que te traigan algo?

- No tengo nada, necesito quitarme este vestido

- Ya voy- fui al cuarto de baño por una bata de baño y cuando regrese está
haciendo marionetas para alcanzar el cierre – ven – le baje del cierre desde la espalda y se levantó para sacárselo por los pies

- Muchas gracias – me había embobado viéndola, hace mucho que no veía ese cuerpo, que ahora se veía mucho más hermoso, mas lleno de vida, sus senos sobresalían del sostén, esos sí que estaban gigantes – lo se parezco una ballena

- Estas hermosa así – ya sí que no podía mas, le agarre la cara entre mis manos y la bese, saboree cada segundo, había reproducido todos estos meses una y otra vez, su sabor, la última vez que la había besado en el bar, y cuanto había deseado hacerlo. Nica no me devolvió el beso

- No puedo Nick – dijo contra mis labios – ya tú has hecho muchos estragos en mi vida y yo mucho daño en la tuya, lamento tanto todo lo que le ha pasado a Valeria, siento que le he arrebatado demasiado y eres su esposo

- Nica, mi amor, no es tu culpa, no te culpes de algo que no has hecho tú, que no provocaste tú, solo coincidimos en un punto en que personas de nuestro pasado terminaron juntándose y haciéndonos daño

- No es así Nick, no sé qué le hice a Priscila o a Erick para que hicieran todo esto

- No les hiciste nada mi amor – volví agarrar su carita entre mis manos – Erick y Priscila eran unos obsesionados con Kara y el único que detono, todo esto fui yo, yo fui quien decidió dar la orden de acabar con ella, ¿de acuerdo? Así que si vas a culpar a alguien será a mí. – no le diría nada acerca de que querían él bebe, solo empeoraría su miedo que estoy seguro que ya sentía.

- Ya quiero que acabe Nick, no quiero que este más en peligro dentro de mí – lloro sobando su pancita

- Nuestra Aitana más segura no puede estar con su madre – la volví a besar, no me importaba si me lo devolvía, sentía como en cada beso su cuerpo se relajaba y se liberaba de cada miedo, de cada angustia, de cada peso. Y no me equivoque cuando la seguí besando, sin rendirme a que no me fuera a responder porque lo hizo y luego ya no sabía cuál era el fin entre su boca y la mía porque habían sido hechas para que cuando se juntaras fueran una sola.

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