CAPÍTULO 35 Nicahealy Quandt

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Una neurona todavía que funcionaba gracias a mi razón me decía desde que iba conduciendo hacia el club que era mala idea, que no acabaría como yo creía pero mis hormonas se estaban adueñando de mi raciocinio, algo como lo que acababa de pasar en esa habitación, no tenía que volver a pasar, había sido una muy mala decisión de mi padre decirme que viniera a hablar con Nick. Seguía siendo Nicolás y aunque mis hormonas lo quisieran, tenía que ponerles guerra. Eliminaría de mi mente cualquier rastro de ese día, a pesar de que de mi vida ni de mi cuerpo lo pueda eliminar. Algo crecía en mi era tanto parte mía como de él, pero eso nunca lo sabría él. No sé cómo no pudo notar que había crecido un poquito, un mínimo mi abdomen, era poco pero había crecido, y me hacía feliz eso. Pronto tendría un compañerito en el enorme ático. Me sobe el abdomen una vez más y empecé a conducir hacia el bar, ya tenía que desistir de esos desnudos, quedarían en blanco las paredes, estaba decidido. 

- Listo, ¿eso era lo último Gaby?- pregunte ya cansada mirando la hora, eran casilas 11pm, ya la noche de mañana seria la inauguración y todo tenía que estar listo desde hoy, no estaría corriendo en último minuto, no me gustaban para nada las cosas tardes 

- Sí, todo listo. Que vamos hacer con los cuadros que mando Nick?- pregunto Gaby pasando un dedo por la caja negra en una esquina de la oficina, quería abrirla desde que había llegado un día después que fui a su oficina 

- No los vas abrir Gaby 

- Pero ¿Por qué? seguro son una belleza, dicen que es el mejor consiguiendo lo mejor- dijo sentándose frente a mi lejos de las cajas 

- No lo sé, pero no se abrirán, mañana las mandare a llevar a casa 

- Está bien, algún día los veré si lo sabes

 - Si y no será hoy, vámonos- dije levantándome, sentía que mi cuerpo colapsaría de cansancio, no dormía bien y mi siesta de 30 minutos en la tarde estos últimos días habían sido reemplazadas por miles de cosas referentes al bar

Cuando desperté mi pesadilla seguía siendo un bebe en mis brazos corriendo peligro una vez más, al menos esta vez había dormido hasta las ocho, un avance. Revise mi móvil con el hambre manifestándose, tenía un mensaje de Erick, Gaby y de Andrés. 

Erick: Buenos días 

Erick: ¿Quieres que vayamos juntos? 

Las últimas semanas había salido unas cuantas veces con Erick, en plan de amigos, aun así la última vez que salimos fue más que eso, había cambiado muchísimo pues todos crecimos, maduramos, éramos personas diferentes. Nunca hablaba de la madre de Jack o de la hermana de esta, igual no preguntaría. Era un buen hombre e ignorando el hecho de todo lo que paso cuando éramos jóvenes, sentía que le gustaría intentarlo, tenía miedo que una vez que le dijera que estaba embarazada fuera a huir pero igual lo intentaría. No quería conseguir un padre para mi hijo, ya la tenía uno pero nunca se enteraría, solo quería un compañero para toda la travesía que se me venía y Erick al menos tenía un poquito de experiencia en eso. 

Nica: Me parece bien 

Erick: Bueno paso por ti a las 8 y 30? 

Nica: Claro que si 

Erick: Listo hermosa

Pronto llegaría Mary con unos vestidos para elegir, no esperaba ponerme nada pegado después de todo estaba embarazada y quizás se me podía ver mi pequeña pancita de casi ya 4 meses, cada día me emocionaba más, aun no decidía si anunciar hoy mi embarazo pero quizás al final del día haya tomado una decisión. Ya comía como por cien personas cada día, pronto estaría rodando por ahí sin tener muchos meses. El próximo mes me decían si será niña o niño, y ya tenía nombre si era niña, se llamaría Aitana, no sabía que significaba pero me gustaba, algo bueno de que no tuviera con quien pelear el nombre.

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