ESMERALDA

CAPITULO 4 Nicahealy Quandt

Después de desayunar junto con mis padres y de ver la dichosa portada del Diario del Sur y una que otro sitio web  donde anunciaban el compromiso de mí hermano con Catherine.
La familia Quandt anuncia el compromiso de Andrés Quandt con Catherine Galeano.
Andrés Quandt le gano la carrera hacia el altar a su hermana, Nicahealy Quandt.
No solo se habían enfocado en el compromiso sino que habían nombrado mi regreso.
¿Sera que la pequeña de los Quandt se quedara solo para la boda o a vivir después de haberse ido hace casi 10 años?
Además había una foto de mí hablando con mi papá sonriente de anoche en El Celler, en realidad no perdían el tiempo, y ya sabía en definitiva lo que me vendría para el resto del día. Muchos habían creído que seguiría los pasos de mi padre en la compañía ya que de adolescente básicamente me la pasaba con él en su despacho, viendo todo lo que hacía,
en realidad lo disfrutaba, solo que como ya dije necesitaba irme un tiempo y hacer algo  diferente que no me recordara a mi roto corazón de adolescente estúpida. Desde que me
había ido mis padres solo se limitaron a decir que me había ido a estudiar cada vez que relucía mi ausencia en los eventos, con el paso del tiempo se lo dejaron de preguntar, aparecí un par de veces en los periódicos pero diciendo algo sobre mi paradero en
Stanford, mi graduación y una que otra cosa, lejos de escándalos y demás.
Vladimir entro al salón sacándome de mis pensamientos. Desde la entrada me dijo:

- Ya llego su camioneta  Srta. Nica- anuncio sonriendo

- Muchas gracias Vladimir- dije con una sonrisa de oreja a oreja. Me levante del sofá y salí deprisa hacia la entrada resonando mis Louis Vuitton beige por el camino hasta llegar donde estaba mi bebe parqueada

- Tenga mucho cuidado Srta.- me aviso

- Lo tendré Vladimir- respondí - Muchas gracias - dije mientras le tiraba un beso

Una vez ya en las calles llenas de tiendas parquee frente a una tienda y continue mi camino a pie hasta el Victorias Secret, había agarrado unos cuantos juegos de bragas y sujetadores, mientras me dirigía
al vestidor, cuando mi mirada se topó con la espalda de Erick, lo reconocí por su voz hablaba con la asesora

- No sé si elegir entre el rojo o el blanco, ella es morena ¿sabes?-le preguntaba- ¿Cuál crees que le quedaría mejor?- continuo mientras la señorita decía algo en
voz baja.

Su voz seguía igual que como la recordaba, < ¿enserio? ¿Tenía que encontrármelo hoy Diosito? > Me dije para mí misma. No me había visto así que en vez de ir a los vestidores,
me dirigí directo a la caja, no quería hablar con él, no después de tanto tiempo, si hablaría con el sería con una historia de una completa mujer exitosa, y con al menos un novio para
decirle que mi vida amorosa en los últimos nueve años no se había basado en olvidarlo, aunque fuera verdad, igual sabía que me iban a quedar los sujetadores así que no
importaba si los pagaba, ya estaban entregándome la bolsa <gracias a Dios>.
- Gracias- empecé a caminar hacia la salida, al tiempo que me ponía las gafas de nuevo.
Saque mi teléfono, mientras iba cruzando la calle para entrar en la cafetería de la acera del frente, cuando iba a mitad del trayecto, apareció a toda velocidad un Jaguar negro, no lo había visto en ningún momento cuando mire hacia los lados, sentí un zumbido en los
oídos, sentí que no me podía mover, el miedo me había dejado helada, volví a moverme cuando vi que freno de golpe, ¡quedo en mis putas narices! el auto había quedado rechinando los neumáticos contra el asfalto de la calle, me subí las gafas de un tirón, a la vez que soltaba el aire de mis pulmones que no me había dado cuenta que estabaVconteniendo, tenía el corazón a mil por hora y sin más empecé a gritarle al conductor.
- ¿ERES UN ESTÚPIDO O QUE ES LO QUE TE PASA?- grite mientras movía los brazos hacia todos lados, tenía un rabia infinita porque casi me mata <joder>- ME HUBIERAS MATADO, ¡JODER, ERES UN IMBÉCIL!- seguí gritando hasta que la puerta del conductor se abrió y a que no adivinan quien se bajó de este. Con toda la elegancia del mundo. - Como no pude darme cuenta, solo un imbécil de tu nivel podría haber hecho eso - le espete sin más a Nicolas que acababa de salir de auto, sentía mi ceño fruncido, y la sangre hervirme, el mientras tanto solo era un vivo reflejo de toda la sensualidad y la tranquilidad posible. Se acercó con paso decidido hasta donde
mí, y me quito el móvil.
- No Nicahealy, esto era lo que iba a matarte- dijo mientras movía el móvil frente a mi cara y se lo guardaba en el bolsillo trasero de su pantalón con una cara de  pocos amigos, llevaba una camisa negra con las mangas remangadas hasta los codos, con unos pantalones grises, y unos mocasines negros, estaba impecable, me quede mirándolo con una cara de
indignada que no pude controlar en el momento.