𝘕𝘢𝘳𝘯𝘪𝘢 & 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 [CANCELADA]

Capítulo 3

El 1 de Septiembre los hermanos se levantaron temprano para poder arreglar todo y llegar temprano a la estación. A las 9:00 am salieron de casa y se encaminaron a la estación.

Llegaron justamente a las 10:10 am y buscaron por toda la estación el andén 9¾ pero no la encontraron por ninguna parte.

— ¿Y si le preguntamos a alguien? — sugirió Peter.

— Van a decir que estamos locos — dijo Susan.

— Claro, y que le dirás "disculpe sabe donde está la estación 9¾, es que somos magos" ya con eso sale corriendo — dijo sarcástico Edmund

Los hermanos habían perdido todas sus esperanzas hasta el punto de creer que esto era un broma pesada. Pero de pronto como si fuera arte de magia vieron a una chica pasar por el frente con el mismo carrito y artículos que tenían ellos, los cuatro se miraron y sonrieron pero uno de ellos salió corriendo hacia la chica.

— Edmund, regresa — le ordenó Peter pero este no le hizo caso.

Narra ______

Iba caminando por la estación King Cross sola ya que al fin mis padres accedieron aunque se sentía un poco extraño. Caminaba sumida en mis pensamientos cuando alguien choca conmigo puede ver de lejos que era un chico.

— ¡Oye tarado fíjate por donde vas, o acaso estas ciego! — dije mirándolo bien.

Cuando levante la mirada pude distinguir que era un chico alto, con cabello negro, ojos marrones y tez blanca más o menos de mi edad.

— ¡Edmund! — gritó alguien y los dos volteamos.

Era un chico rubio, ojos azules, alto, iba acompañado de dos chicas. Una con cabello castaño, ojos muy azules, tez blanca, un poco alta, se notaba que ellos eran los mayores. La otra era cabello castaño claro, ojos verdosos, baja y menor que todos.

— Lo sentimos — dijo la chica mayor — ¿ya te disculpaste? — se dirigió al chico que chocó conmigo.

— Eso iba a hacer pero me interrumpieron — les dijo — lo siento — volteo hacia mí.

Yo asentí y me dio gracia ya que parecían dos padres regañando a su hijo.

— Oye veníamos a preguntarte si sabes dónde está el andén... — dijo la chica.

— ¿9¾? — le interrumpí.

— Si, exactamente — aclaró.

— Muy bien, vengan conmigo — dije caminando.

Los lleve hasta la entrada de la estación y ellos parecían muy confundidos.

— Bien, aquí es — le dije señalando al muro.

— Ya pasamos por aquí y no hay, nada solo el 9 y 10 — dijo el rubio.

— Creen que una entrada a tan maravilloso mundo va a estar a la vista de lo Muggles — indique y ellos parecían más confundidos.

— ¿Muggles? — dijo la pequeña.

— Personas sin magia — les aclare a todos —. Okey, lo único que tienen que hacer es correr hacia ese muro, sin miedo lo peor que podría pasar es que no puedan entrar, choquen y se desfiguren la cara.

Con eso ellos se asustaron más de lo que ya estaban, yo solo sonreía me encanta traumatizar a la gente.

— Bien ¿quien va primero? — dije sonriendo y nadie habló.

— Yo — dijo el rubio.

Se paró al frente, cerró los ojos y suspiró, corrió rápido y de un momento a otro ya no estaba. Todos se quedaron boquiabiertos