𝘕𝘢𝘳𝘯𝘪𝘢 & 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 [CANCELADA]

Capítulo 7

Narra ______

La siguiente clase era posiones con Snape, Ed y yo caminamos hacia las mazmorras donde ya varios estudiantes estaban. Ed se sentó junto a Blaise, perece que ya se hicieron amigos y yo me senté junto a Draco aunque no comprendía como llegó tan rápido.

— ¿Acaso vuelas? — le pregunté mientras me sentaba.

— ¿Por qué? — me dijo levantando su mirada.

— ¿Como llegaste tan rápido? — volví a preguntar colocando mis cosas en la mesa.

— Tal vez tu caminas muy lento — me dijo casi riendo.

— Ja-ja — fue lo único que respondí.

Después de unos minutos las puertas se abrieron con un fuerte golpe y sabíamos que era Snape con su característica túnica y cara de pocos amigos, aunque eso no es mentira.

— Buenos días alumnos de 4to — dijo paseando su mirada por todo el salón —. Veo que tenemos un nuevo alumno — miro a Edmund —, Sr. Pevensie, ya tuve clases con su hermano...

— Peter — le aclaro Ed.

— Si, y al igual que él, le asignaré una... Tutora — dijo mirándome de reojo —. A mi mejor estudiante — está vez volteó completamente a mi igual que todos.

— Y favorita — me susurró Draco y yo le di un codazo

— La Srta. Grant — dijo y nos miraron mientras sonreímos —, ella lo pondrá al día con las clases, y también tengo varias reglas en mi salón, para resumir "No haga nada que yo no le dige que haga" ¿entendido? — y Edmund asintió.

Empezó la clase y todo estaba en silencio hasta que se acabó la hora, esta vez Ed y yo nos separamos ya que el para sus asignaturas optativas eligió Runas Antiguas y yo Adivinación, la única que compartíamos era Cuidado de Criaturas Mágicas.

— ¡Espera! — le dije a Draco para que me esperara — ¡Hey! — me dirigí a Ed — no vemos a las 5 en la biblioteca — le dije ya que a esa hora terminábamos, él asintió.

Me dirigí otra vez donde Draco esperándome con su típica pose de superioridad, lo tomé de la muñeca y nos apresuramos a llegar a Adivinación.

***

Después de terminar la última clase que era astronomía me dirigí a la biblioteca a esperar a Ed y poco minutos de estar sentada, él llegó buscándome con la mirada hasta que me encontró, se sentó a lado y trajo todos sus libros.

— Bien empecemos con pociones — dije abriendo el libro.

Le explique las pociones mágicas que habíamos hecho desde primero hasta ahora a lo que el parecía impresionado. Luego con transformaciones y así con todas las materias a lo que cuando terminamos el parecía más confundido que cuando llegó.

— ¿Entendiste algo? — él me miró con el ceño fruncido que básicamente respondía no — tranquilo no es tan fácil con el tiempo entenderás todo, solo lee los libros y pues después practicamos las pociones y todo eso

— Claro — respondió —, es que es mucho para analizar. Y todo es bastante diferente a lo que estoy acostumbrado.

— Te irás acostumbrando, además fue la primera asesoría cuando te explique practicando vas a ver que es más fácil de lo que parece — le dije colocando mi mano en su hombro —. Pero por ahora practiquemos algo más divertido

Me levante y le hice un gesto con mi cabeza para que me siguiera. Caminamos hacia el patio donde por suerte no había nadie al rededor y saque mi libro de hechizos.

— Te voy a enseñar como defenderte — le expliqué ojeando en mi libro —. Empecemos fácil, el hechizo Expelliarmus, sirve para desarmar a tu oponente — expliqué —. Saca tu varita y ponte en posición.

Saco la varita y me acerqué para enseñarle como era la posición.

— Bien, alza tu varita, flexiona un poco tu codo y tus rodillas y apunta, pero lo primordial es relajarse y no tensar los músculos, concéntrate, inhala y exhala — le explicaba —, y asegúrate de decirlo bien Ex-pe-lli-ar-mus — me alejé dejándolo en posición y saque mi varita —. Ahora apunta a mi varita y has este movimiento — dije mostrandolo con la mía — ¡Expelliarmus! — dije y su varita salió volando.

— Wow — fue lo único que dijo.

— Ahora tú — dije mientras él recogía su varita y se puso en posición.

— ¡Expelliarmus! — dijo pero no hizo nada

— Concéntrate — lo alenté.

— ¡Expelliarmus! — dijo y esta vez mi varita salió volando.

— Eres bueno — le dije sonriendo —. Bien, ahora otro — busqué en mi libro de nuevo — Everte Statum, este hace que tu oponente vuele por los aires así, ¡Everte Statum! — grité y Ed salió volando.

— ¡Au! — dijo cuando se levantó y se sacudió.

— Con este solo debes apuntar a tu oponente y decir el hechizo — le expliqué —. Pruébalo.

— ¡Everte Statum! — gritó y salí volando a la primera.

— Wow, aprendes rápido, niño — dije levantandome —. Tienes potencial.

Así pasamos todo lo que nos restaba de tarde, yo enseñándole hechizos y el enojado porque no le salían. Me divirtió mucho esto de ser tutora, hasta que ya casi era hora de la cena y los dos nos arreglamos para estas más "presentables".