𝘕𝘢𝘳𝘯𝘪𝘢 & 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 [CANCELADA]

Capítulo 21

Narra ______

Lastimosamente teníamos clases de DCAO con la perra de rosa, me cae horrible, en este momento lo único que quiero es desaparecer; como se le ocurre a Dumbledore contratarla... Bueno, en todos estos años lo único que he observado es que esta chiflado y con todas las letras.

Estábamos en el salón. Me senté con Ed que parecía tan fastidiado como yo, y para mí suerte estaban Crabbe y Goyle al frente nada mejor que eso, nótese el sarcasmo. Parvati había hecho un pájaro de papel y lo paseo por todo el salón, Seamus le dio un golpe, ¿Por que se tienen que comportar como animales?, luego Crabbe le tiró algo para que cayera y yo le di un zape y todos rieron, ellos dos me tenían miedo así que no se atrevían a hacer nada.

Luego el pájaro se quemó, volteamos y ¡sorpresa! Llego la persona que más odio en el mundo.

— Buenos días niños — nadie respondió, de todos modos no era un buen día — "Título Indispensable de Magia Ordinaria" — comenzó a escribir en la pizarra — T.I.M.O mejor conocido como TIMO, estudien mucho y serán recompensados, fracasen en esto y las consecuencias podrían ser severas — empezó a repartir unos libros... No oí lo que dijo, tampoco es como que me importe.

Estaba segura de que estos libros no nos van a enseñar nada, el ministerio solo quiere que sepamos lo que ellos NADA, necesitamos saber como defendernos pero usando Magia no leyendo unos patéticos libros de mierda.

— Aquí no hay nada sobre hechizos de defensa — dijo Granger, al fin alguien con razonamiento.

— Hechizos de Defensa ja, ja — dijo sarcásticamente el moffin de cumpleaños —. No se para que necesitaría hechizos de defensa en mí clase

— Exactamente por eso se llama Defensa Contra Las Artes Oscuras — le dije y ella me miró con su mirada de la psicópata que es

— Van a aprender hechizos de defensa de una manera segura y sin riesgo — continuó la sapo.

— ¿Y de que nos serviría? Si nos atacan sería un gran riesgo —  Potter razonó por primera vez.

— Deben levantar la mano antes de hablar en mi clase — repito, la odio —. En la opinión de el ministerio, el conocimiento teórico será suficiente para que pasen sus exámenes que después de todo es para lo que sirve el colegio.

— Y como nos prepara para lo que existe en el exterior — dijo Potter.

— No hay nada en exterior querido —

— Entonces si no nos va a enseñar nada que nos sirva fuera de Hogwarts ¿para que existe el maldito colegio? — le dije y ella solo me miró de nuevo.

— ...¿Quién te imaginas que atacaría niños como ustedes? — volvió con Potter.

— ¡Oh! No lo sé talvez Lord Voldemort — respondimos al unísono Potter y yo

Todo el salón empezó a murmurar y algunos en silencio, yo solo sonreía al ver a Potter revelándose .

— Les explicaré — dijo la sapo —, claramente les han dicho de que es cierto que el mago tenebroso está al acecho nuevamente, eso... Es una mentira.

— ¡No es mentira! — dijo Potter — ¡Lo he visto luché contra él!

— ¡Está mintiendo! — grito la sapo.

— ¡Aquí la única mentirosa es usted! — la enfrenté y di un fuerte golpe a la mesa con las manos — ¿Como se atreve a decir que se miente en como fue que murió Cedric?

— _______ — me susurró Edmund.

— ¡Ya basta! Los veré luego Srta. Grant y Sr. Potter en mi oficina — dijo tratando de ocultar su locura.

Después de salir de esa condenada clase estaba muy molesta solo quería golpear algo o alguien. Edmund lo notó y se alejó un poco por si acaso.

— ¿Me crees? ¿cierto? — le pregunté tratando de calmarme.

— Claro que si, no tendrías razón para jugar sobre como murió alguien — dijo acercándose otra vez.

— Gracias — le sonreí.

Después Potter y yo nos dirigimos a la oficina de la estupida y tocamos la puerta, cuando entramos era la cosa más repugnante que he visto en mi vida. Todo era rosa, y con cuadros de gatos en las paredes. Eso me mareó.

— Buenas tardes — dijo en un tono tan falso —. Siéntense — Potter cerró la puerta mientras yo me sentaba —. Hoy escribirán unas líneas para mi — íbamos a sacar nuestras plumas pero interrumpió —. No, no con sus plumas —, van a usar unas mías muy especiales — y nos las dio - ahora escriban "No debo decir mentiras"

— ¿Cuantas veces? — preguntó Potter .

— No lo sé, las veces que sea para que el mensaje se les grabe — dijo sarcásticamente.

— No nos dio tinta — le señale.

— No necesita tinta — dijo, ¿desde cuándo una pluma no necesita tinta?

Empezamos a escribir, me sorprende que en verdad no necesitara la tinta. Lo hacía de mala gana. Quería levantarme, romper la estupida pluma y lanzarle un Crucio o mejor un Avada Kedavra no me importa que sean maldiciones.

Después de escribir unas cuantas líneas me empezó a arder el dorso de la mano izquierda, la volteé a ver y se estaba escribiendo lo mismo que la sapo nos dijo "No debo decir mentiras" tenía grabado. Volteé a ver a Potter y él también lo tenía, la sapo se acercó.

— ¿Si? — nos preguntó como si no supiera lo que pasaba.

— Nada — respondimos al unísono.

— Que bien... Porque ustedes saben muy en el fondo que se merecen el castigo — dijo como la persona detestable que es — ¿Verdad?

Salimos de ahí, yo casi corriendo no iba a decirle a nadie, de todos modos trabaja en el inutilsterio no le pueden hacer nada.

Estábamos en la sala común, había mucho ruido y no me podía concentrar en lo que estaba estudiando. Luego se sentó alguien a mi lado pero no levanté la mirada.

— Hola — dijo alguien, pero estaba muy concentrada — ¡Hola! — repitió.

— ¿Ah? Ah, hola, Edmund — le sonreí.

— ¿Que estudias? — dijo y se puso a leer también.

— Historia de la Magia, algo que tú también deberías ya que en unos días tenemos examen — dije y me acordé de la mano y la escondí rápidamente.

— Si... — dijo y vi que se dio cuenta — ¿Que te pasó en la mano? — yo levanté los hombros y él me agarró la mano y quitó la manga dejando ver la marca — ¿Esto te lo hizo la cara de sapo? — yo asentí — Tienes que decirle a Snape para que le diga a Dumbledore o no lo se — me dijo en tono de preocupación.

— Ella trabaja en el Ministerio y por ahora ese lugar controla esto así que... No pueden hacer mucho — dije intentando acabar el tema.

— Esto es el colmo, como va a maltratar a los alumnos así — dijo indignado —. No tiene derecho a eso, esta mal de la cabeza.