𝘕𝘢𝘳𝘯𝘪𝘢 & 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 [CANCELADA]

T. 2/ Capítulo 1: El Príncipe Caspian

Narra ______

Estaba en la estación de tren esperando para ir a trabajar. Ahora trabajaba en el Ministerio de Magia, y a veces iba a ayudar a los gemelos en Sortilegios Weasley.
Leía El Profeta, no había nada interesante como siempre desde la segunda guerra mágica. Ahora todo era normal y tranquilo, no había locos sin nariz tratando de dominar el mundo, los Mortífagos en la cárcel, vidas felices, además Draco y yo volvimos a contactarnos y renovar nuestra amistad.

Tenía la vista puesta sobre el periódico. De vez en cuando la levantaba para ver los trenes. De pronto una brisa muy fuerte azotó la estación volando todos los papeles que había, levanté la vista de nuevo y ya no había nadie, todas las personas habían desaparecido. La estación empezó a temblar un poco y apareció un tren, pero este iba a toda velocidad creando más brisa. Empezaron a aparecer árboles y el suelo era de tierra, el tren que parecía no tener fin desapareció de la nada.

Observé a mi alrededor y estaba en un bosque que no conocía, luego miré que ya no tenía mi ropa de antes si no un conjunto extraño que parecía de otra época.

Oí unos galopes que venían de la derecha, volteé y eran hombres montados en caballos. Empezaron a lanzarme flechas y corrí, después de un rato una me rozó y me rajó la manga y el brazo.
Cuando por fin los perdí empecé a caminar sin rumbo hasta llegar a una playa. Ya era de noche, me acosté en la arena cerca de el agua y limpié la herida, revisé mi pantalón y traía mi varita y con eso remende la manga. Después de un rato me dormí.

A la mañana siguiente no quería abrir los ojos, creía que todo lo anterior era un loco sueño, eso hasta que oí unas voces y sentí la arena. No sabía que decían ya que estaba un poco aturdida por el sueño, pero decidí levantarme por si acaso resultaban ser los hombres de antes. Saqué mi varita y los de las voces sacaron unas espadas y arcos, los apunté hasta darme cuenta quienes eran.
No podía creerlo. Eran Peter, Susan, Lucy y Edmund. Baje mi varita y los abracé después de que ellos se dieran cuenta quién era yo.

— ¡Chicos! — dije en medio del abrazo
— no puedo creerlo.

— ¡______! — dijo Susan — ¿Que haces aquí?

— Lo mismo me pregunto — dije, ni siquiera sabía dónde estaba —. Este lugar... ¿Que es?

— Es Narnia — dijo Lucy emocionada - pero... ¿Como lograste venir?

— Ni siquiera lo sé, recuerdo estar en la estación de tren y de pronto aparecí aquí — dije desconcertada.

- Bueno, bienvenida - dijo Peter

- Gracias... Supongo.

Hice contacto visual con Edmund, me miraba como si no pudiera creer que yo estaba ahí, le sonrei y cuando sentí el impulso de saltar a abrazarlo vimos un barco con dos hombres que cargaban un pequeño bulto y parecían que lo iban a tirar al agua. Susan disparó una flecha que le dio al barco.

— ¡Libérenlo! — dijo apuntando con otra flecha.

Peter y Edmund sacaron sus espadas y yo saqué mi varita. Ellos lo tiraron al agua, los chicos fueron a ayudarlo, Susan le dio con la flecha a uno y este cayó al agua y yo le lancé un hechizo al otro cayendo igual. Peter sacó al enano de el agua y Ed trajo el bote, Peter puso al hombre en el suelo y Lucy le cortó la cuerda que amarraba sus manos.

— ¿¡Qué me liberen!? — dijo levantándose  — ¿No se te ocurrió algo más brillante?

— Un simple gracias es suficiente — le dijo Susan.

— Si, que amable con las personas te salvaron la vida maldito malagradecido — le dije.

— Ellos sin su ayuda estaban ahogándome perfectamente — apunto al lugar de el barco

— Osea ¿que no querías que te salvara? — preguntó Peter y este no respondió.

—¿Pero por que trataban de ahogarte? — preguntó Lucy.

— Son Telmarinos, eso es lo que hacen — dijo en tono enojado.

_ ¿Telmarinos? ¿En Narnia? — dijo Edmund confundido, yo ni siquiera se que es eso.

— ¿Dónde has vivido los últimos 100 años? — dijo.

— Es una larga historia — rió Lucy.

El enano los observó detalladamente a los cuatro y puso una expresión de sorpresa y confusión.

— Díganme que esto no es verdad — dijo escéptico — ¿Son ustedes? ¿Son los reyes y reinas de antaño?

— Soy el gran rey Peter; El Magnífico - extendió su mano.

— La humildad ante todo — dije sarcásticamente.

— Si, quizás debiste omitir eso último — dijo Susan.

— Probablemente — rió el enano.

— Tal vez te sorprenda — dijo Peter sacando su espada.

— Oh, no creo que quieras hacerlo muchacho — dijo.

— Yo no, él — miró a Ed

Empezaron a combatir, por un momento pensé que el enano iba a ganar pero no al final ganó Edmund y el hombre les creyó. Sin duda para mi era más interesante con varitas.

— Barcos y bigotes — dijo atónito — Después de todo el cuerno funcionó.

— ¿Que Cuerno? — preguntó Susan.

El enano quien tenía un nombre extraño empezó a explicarles cosas que yo no entendía, ahora la cosa era al revés.

— ¿Y tu quién o que eres? — volteó hacia mí.

- Amm... Yo soy... Bueno — no sabía como explicarle —. Vengo de otro mundo... ¿Universo?... ¿Dimensión?...no se como decirlo.

—Bien, ya no me importa — dijo desinteresadamente.

— Si sigue así, juro que lo amarró y lo tiro al agua de nuevo — le susurré a los chicos.

— No has cambiado nada — dijo riendo Lucy y los demás también.

Nos subimos al barco y Ed se hizo a un lado para que me sentara al lado de él, y empezamos a andar. El agua era muy cristalina, casi que se podía ver el fondo.

— Que quietos están — dijo Lucy.

— Son árboles ¿que esperabas? — dijo el enano en su tono antipático.

— Solían danzar — habló como si fuera lo más normal de el mundo.

— Poco después de que se fueron, los Telmarinos nos invadieron — explicó —. Los sobrevivientes se ocultaron en el bosque, los árboles... Ellos se sumieron en un sueño profundo del que no han vuelto a despertar.

— No lo entiendo, ¿Aslan dejó que esto pasara?

— ¿Aslan? Nos abandonó al mismo tiempo que ustedes — yo ni siquiera soy de aquí

— No quisimos abandonarlos — le dijo Peter

— Pero eso no cambia las cosas ¿o si?

— Llévanos con los Narnianos. Eso si.

Yo no entendía nada, ya veo como se sentían ellos cuando fueron al Mundo Mágico.