Capítulo 23

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Íbamos caminando por los pasillos de el segundo piso buscando a Potter. Caminábamos rápido, hasta que choqué con alguien, creo que esto ya es rutina, levanté la mirada y era Potter junto a Granger y Weasley.

- Necesitamos hablar contigo - dijimos al unísono - Okey, tú primero... No tú primero.

- Tú primero y punto - le grité.

- Está bien... - dijo.

- Olvídalo. Yo primero - le interrumpí -, Ed y yo estábamos hablando sobre que la cara de sapo no nos está enseñando nada. Y pues, si ella no lo hace deberíamos hacerlo por nuestra propia cuenta. Y, por más que me duela decir esto, necesitamos tú ayuda.

- Eh... - dijo Weasley - Eso es justamente lo que íbamos a decir

- ¿Que? - dije muy confundida.

- Si, también pensamos eso - continuó Potter -. Y pues... Como tu eres muy buena en hechizos y esas cosas también pensamos en pedirte ayuda.

- Pero tú tienes a Granger - dije - ¿Por qué pedirme ayuda a mi?

- Si, pero ustedes son los que se enfrentaron a Ya-sabes-quien el año pasado - justificó Granger -. Harry es el niño que lo venció siendo bebé y tú eres la hija de Mortífagos "traicioneros" según él. Al fin y al cabo a los dos los busca para matarlos.

Lo pensé mucho. Voltee hacia Edmund recordando lo que Voldemort me dijo de el y sobre sus hermanos. ¿Como sabía sobre ellos? ¿Y si estaba arriesgando la vida de los cuatro solo por enfrentar al sin nariz? Es lo último que quería hacer. "Créeme que en unos años van a ser muy importantes" ¿Que significa eso? ¿Por qué serían importantes? Tantas preguntas y ninguna respuesta. Tal vez tendría que preguntarles.

- Okey - acepté dudosa.

- Y te necesitamos a ti también - le dijo Granger a Edmund.

- Pues si, no creerán que estoy aquí de adorno ¿o si? - le dijo sarcásticamente y yo reí levemente.

- Los Slytherin's tienen el primer puesto en sarcasmo - dijo Weasley.

- Y obviamente que asistan tus hermanos - continuó Granger y él asintió.

***


Íbamos camino a Hogsmade a un lugar que El Trío había encontrado para reunirnos con los demás que iban a venir. Entramos y el lugar era asqueroso, había polvo por todos lados y parecía que se iba a caer.

- ¡Por Merlín! Este lugar es una cochinada - dije asqueada -. Necesita una limpieza urgente

Cuando ya llegaron todos y se sentaron, nosotros cinco al frente y había un silencio muy incómodo hasta que Granger lo rompió y se levantó.

- Hola - suspiró -, ya saben a que vinieron... Por un maestro. Un maestro de verdad, alguien con experiencia en Defensa Contra Las Artes Oscuras

- ¿Por qué? - dijo un niño que no conozco.

- ¡¿Por qué?! - dijo Weasley indignado - Porque Quien-tu-sabes regresó tonto.

- Eso dice él - contradecía el chico.

- Eso dice Dumbledore - le dijo Granger.

- Y Dumbledore lo dice porque él lo dice - este niño ya me está cansando.

- ¡Estonces si no te gusta y no quieres ahí esta la puerta bien abierta para que te largues! - dije apuntando a la puerta.

- ¿Y ellos qué? - dijo otro que tampoco conozco.

- ¿Que de que? - dije altanera.

- Desde cuándo los Slytherin ayudan a los Gryffindor o a cualquier otra casa - me respondió.


- ¡Desde hoy! ¡Y te vas acostumbrando! - se levantó Edmund.

- ¿De verdad sabes hacer el Encantamiento Patronus? - dijo Luna.

- Si - contesto Granger - yo lo vi.

- Y mato a un basilisco - dijo Neville.

- Si, y se enfrentó a un troll - siguió Weasley.

- Ahora, siguen creyendo que Potter no tiene la capacidad de enseñarles ¡mocosos inútiles! - defendí, con tono despectivo.

- Calmate - me susurró Edmund.

- Ya - dije, y me volví a sentar.

- Tenemos - me corrigió Potter -. Eso suena más sencillo si lo dicen así, pero... La verdad solo fue suerte. Alguna veces no sabía lo que hacía y siempre tuve ayuda.

- Es simple modestia - interrumpió Granger.

- ¡No, no lo es! Es la verdad - le dijo Potter - enfrentar esas cosas en la vida real no es lo mismo que en la escuela. Si te equivocas en clases lo intentas al día siguiente, pero... En la realidad; cuando estás a un segundo de que te maten o de ver a un amigo morir frente a tus ojos... No tienen idea de lo que es.

- Por eso te necesitamos, los necesitamos - dijo Granger a los dos -, para vencer a... Voldemort

- ¿Él ha vuelto? - preguntó un niño.


- Claro que ha vuelto lo hem-... - no termine porque Edmund me tapó la boca.

- Si - le dijo más calmado que yo.

Después de todo eso les dijimos que se anotarán los que iban a asistir. Edmund y yo también firmamos ya que Potter nos iba a enseñar también. El nombre de "El Ejército de Dumbledore" lo sugirió Weasley menor y pues a todos les gustó, aunque yo prefería simplemente "El ejército".

Después de todo Potter, Weasley, Granger, Weasley menor, Fred, George, Neville, Edmund y sus hermanos y yo nos fuimos juntos pensando en el lugar, "la casa de los gritos" no, "el bosque prohibido" ni locos.

- Tiene que ser un lugar seguro, grande y que no este a la vista ni sea sospechoso - dije.

Granger estaba muy emocionada por romper las reglas, algo muy raro.

𝘕𝘢𝘳𝘯𝘪𝘢 & 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora