Cuando la ley migratoria toma por sorpresa a Natasha Romanoff, todo lo que puede hacer es contar las horas antes abandonar su minúsculo apartamento, el cual ocupa con su padre enfermo. Pero antes de partir debe despedirse de la única persona que la ha mantenido con esperanza; su mejor amigo. Quién diría que una vez que lo hiciera este no la dejaría dar un paso al costado, haciendo hasta lo imposible por hacerla quedarse y dejarla vivir el sueño americano.