DISCLAIMER: Los personajes no son míos, pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Derechos Reservados.
Capítulo 8: "Batalla Perdida"
Kagome sonrió y sintió que sus mejillas enrojecían cuando se dio cuenta de la extraña mirada que él le daba. Bajó la vista y comenzó a temblar. Esto no podía estar pasando, se dijo internamente y trató de tranquilizarse, un par de segundos más tarde volvió a alzar el rostro y lo miró agradecida.
- Gracias.
Evitó mirarlo a los ojos nuevamente y se marchó con rumbo a su alcoba.
El hombre se quedó de pie un momento ahí, en la cocina, a oscuras, solo y sintiendo que ya no podía luchar más...
Irse ahora le resultaba... doloroso.
Entrecerró los ojos y dejó que la paz siguiera inundando su alma. Finalmente suspiró con fuerza y volvió a su habitación, se quitó la chaqueta que lanzó al piso y se hundió en la cama sintiéndose muy cansado, pero por primera vez desde hacía mucho tiempo, tranquilo.
Aquella noche durmió como un bebé.
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- ¿Y qué harás hoy, querida?- Le preguntó Izayoi mientras le daba una mascada a su pan.
Kagome, que se encontraba en frente suyo terminando su taza de café, miró de reojo a Inuyasha y al instante sus mejillas se enrojecieron. Se puso de pie mientras el joven Taisho comía con ahínco su tostada con mermelada de moras y le sonrió a la mujer.
- Oh... pues... iré a... Thira... tengo que pasar a la casa de una compañera...- Sonrió avergonzada-... ex compañera, quiere que la ayude a escoger el vestido para el baile del sábado.
Izayoi se quedó satisfecha con esa respuesta. Después de todo Kouga no estaba en la isla así que Kagome no podía estarle mintiendo. Y lo que más necesitaba esa niña era distraerse para que volviera a ser la de antes.
- Que bien, querida... supongo que tú también irás a ese baile.
La joven se avergonzó aun más por recordar el rechazo de Kouga. Sonrió a pesar de eso.
- Ahh es que... no tengo pareja, no creo que vaya.
- Nada de eso, irás- Sentenció la señora Izayoi mientras se ponía de pie. Te buscaré a alguien como acompañante ¿Cómo vas a perder tu baile de graduación? Absurdo.
Kagome se encogió de hombros.
- No será la gran cosa- Respondió con suavidad.
Se marchó e Izayoi se devanó casi los sesos pensando en un candidato para que fuera el acompañante de su querida protegida.
La encontraba de mejor ánimo y pensó que se debía a la carta que le había entregado de su madre. Imaginó que sus palabras bien podrían haberle infundado aliento y nuevas energías, sin imaginar siquiera algo más.
Un ruido la despertó de sus meditaciones y entonces vio a su hijo quien había corrido su silla y se limpiaba la boca con una servilleta, lo notó de inmediato ansioso y con un extraño brillo en la mirada... él se apartó y fue al baño, cuando salió de allí dejó una estela de perfume varonil en el aire. Izayoi alzó una ceja.
- ¿Vas a salir tú también?
Él se miró la camisa blanca y delgada y pasó una mano aplastando algunos pliegues, luego se acercó a ella y le besó la frente. La mujer también sintió el aroma a menta del dentífrico.
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Por favor, ámame.
RomanceEscapando de intrigas y problemas que aparentemente no tenían solución, Inuyasha busca el descanso y la libertad en tierras muy lejanas, encontrando allí a la joven que conocía desde la infancia y que ahora cambiaría su vida por completo.