DISCLAIMER: Los personajes son de Rumiko Takahashi pero la historia sí es mía por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.
Derechos Reservados.
Capítulo 4: "Delirio"
"Veo los ángeles
Los guiaré a tu puerta
No hay escape ahora
no hay más misericordia..."Angels- Within Temptation
Había quedado aturdido por sus palabras, casi mareado, aun escuchaba su reproche como un molesto eco, su enfrentamiento, haciéndole preguntas que él jamás iba a revelar.
- ¿Por qué se comporta así? ¿Qué hice yo para que siempre me trate con la punta de su zapato? ¿Qué le ha hecho su madre para que usted venga y finja haberla perdonado cuando a todas luces no es así? ¿Qué es lo que quiere?... ¡¡conteste!!
Inuyasha esbozó una mueca amarga. Sin lugar a dudas ella era muy perspicaz... ¿Cómo había adivinado todo eso? Reconoció con cierto grado de rencor que era inteligente... y que tendría que tener aun más cuidado por eso, una mujer inteligente era el más peligroso de los adversarios. ¡Feh! Pero no tenía de qué preocuparse, ya esa sirvienta sabría quien iba a ganar ahora. Atreverse a enfrentarlo de esa manera...
Emprendió la caminata de vuelta a la casa colina arriba, en la oscuridad de la noche y el camino solitario sólo tuvo pensamientos de venganza contra esa niña. Antes que lo delatara a cerca de sus intenciones con su madre él se desharía de ella. Sí, se desharía de ella... desvergonzada... irrespetuosa...
Volvió a recordar la escena, esta vez podía escuchar la risita burlona de esa niña, su rostro se confundía con el de Kagura, la mentirosa y cínica Kagura que había destruido su vida.
- ¡Vas a ser padre! ¡¡tienes que asumir!!
- Estas desheredado...
A su alrededor veía a Inu Taisho mirándolo con frialdad, Kagura riendo desvergonzada, sus empleados murmurando y esbozando sonrisas burlonas, todos estaban ahí, a su alrededor...
El hombre se detuvo y entonces se dio cuenta que todo le daba vueltas. ¿Mareado? Sentía la cabeza adolorida, la piel arder, observó a su alrededor y no supo dónde estaba... se encontraba de pronto completamente desorientado...
- Maldición...- Masculló con rabia sin saber qué le estaba sucediendo. Aspiró fuertemente y a fuerza de voluntad intentó concentrarse y dejar de sentirse tan fatal, volvió a aspirar con fuerza abriendo un poco más los ojos. Quizás se le estaba incubando en el cuerpo alguna extraña enfermedad de esa maldita isla, pensó con más rencor aun.
Cuando llegó a duras penas a la casa, Izayoi se encontraba algo desconcertada. La mujer se había puesto una chaqueta de lana delgada pero estaba mal abotonada y a su lado se encontraba Myoga con cara de impaciente y abriéndose paso a él.
- ¿Qué sucede?- Preguntó en un murmullo. Miró a su alrededor a ver si "ella" tenía que ver en algo pero no la vio. Quizás era una cobarde y ahora se escondía. Alzó el mentón y enfrentó a su madre- ¿Qué pasa?
- Oh, querido, una amiga mía esta gravemente enferma, Myoga viene del pueblo y me lo ha contado... debo ir a verla...- Musitó con evidente agitación. Tanta, y también tristeza que a él lo conmovió.
- Quie... ¿quiere que la acompañe?
Ni siquiera supo porqué se lo dijo. Apretó los labios mientras observaba a la mujer caminar rápido a la puerta.
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Por favor, ámame.
RomanceEscapando de intrigas y problemas que aparentemente no tenían solución, Inuyasha busca el descanso y la libertad en tierras muy lejanas, encontrando allí a la joven que conocía desde la infancia y que ahora cambiaría su vida por completo.