Capítulo 7: Indecisión.

481 64 3
                                    

DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo cual  NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Derechos Reservados.

Gracias.

Capítulo 7: "Indecisión"

No. Quizás... quizás estaba... imaginando, quizás era un error... tal vez se sentía así por... porque estaba demasiado abrumado, tenso y solo en aquella isla, o tal vez se estaba sintiendo así, casi con taquicardia, porque le iba a dar nuevamente insolación.

Se sonrió a sí mismo nerviosamente y se cruzó de brazos.

Esto no podía estar pasando. En realidad... eso que estaba sintiendo no era igual a las demás veces en que se sintió atraído por una mujer. Había algo tan distinto, tan único, tan... aterrador. Era probable que quizás confundiera sus sentimientos, tal vez sólo... deseaba ayudarla ¿no era eso lo que quería? Se había propuesto mejorar su vida después de haber escuchado lo mal que lo había pasado gracias a su propia malcriada infancia...

No. No podía sentir algo más que atracción compasiva por ella. Volvió a sonreír, pero irónicamente. Era imposible. Kagome... Kagome representaba a la mujer que tanto detestaba, la de clase baja, astuta, la que haría cualquier cosa con tal de surgir y escalar posiciones... igual a Kagura.

Dio un gruñido desesperado perdiendo la compostura, se paseó por su habitación sacudiendo con sus manos la cabellera negra y larga de pura desazón. Él no estaba ahí para pensar en otra cosa más que en la venganza, venganza contra quienes habían querido destruirlo, venganza y sin piedad contra todos los que habían estado involucrados en la trampa urdida por Kagura.

Sí, tenía que hacerlo, debía pensar algo, ya había pasado demasiado tiempo en esa isla sin hacer nada provechoso. Había llegado ahí con un fin, tenía que cumplirlo a cabalidad.

Se tendió en la cama y cerró los ojos concentrándose en algo, una idea, un plan. Se esforzó en recordar lo relatado por Miroku. El dinero extra a la que aun aseguraba ser madre de su futuro "hijo", el cadáver encontrado del detective quien podría tener las copias de las fotografías sacadas a Kagura y su cómplice... sin lugar a dudas su vida corría peligro ahora a menos que se esclareciera pronto la paternidad del bebé de su ex amante...

- ¡Diablos!

Abrió los ojos y se incorporó súbitamente, agarrotándose el cuerpo y tragando hiel en la garganta. Apretó los puños de ambas manos arrastrando consigo la colcha de su cama, el rostro se volvió rojo de pura rabia e impotencia, de odio y desesperación por no saber qué hacer en realidad. De sólo recordar la escena en el cumpleaños de su padre, el rostro cínico y lloroso de Kagura, la mirada altiva y burlona de sus empleados en el trabajo...

- Basta, basta ¡¡¡¡Basta!!!!

Estaba a punto del colapso, de sentir que caía nuevamente al vacío, a la nada. Era tanta su vergüenza, su impotencia y rabia que el cuerpo y la mente parecían querer explotar. Hacía días que no se sentía de esa forma y ahora lo abrumó profundamente, casi al borde del llanto. Se mordió el labio y sacudió la cabeza mientras mantenía los ojos fuertemente cerrados y pensaba lo desagradable y horrible que era el recordar aquellas cosas.

Se levantó de la cama y aspiró fuertemente llenando sus pulmones de aire. Volteó y abrió de par en par las ventanas para llenarse del aroma de Santorini y le devolviera la paz perdida. Pasados unos instantes en que se obligó a abandonar los pensamientos de Tokio y concentrarlos en su actual entorno, Inuyasha abrió con lentitud los ojos y dejó que estos recorrieran el cielo nocturno de la isla, estrellado, limpio, misterioso y tranquilo.

Por favor, ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora