LA OTRA SALVATORE

IDIOTA

Damon miró con rabia a Kol y volvió a bajar, yo me reía de la situación pero a Kol no le hacía mucha gracia que le mirasen de esa manera.

Kol: Veo que no le caigo muy bien a tu hermano.

t/n: No se lo tengas en cuenta, para él soy una niña pequeña.

Kol: Si supiese lo que hemos hecho dejaría de pensarlo.

Me miró con picardía, yo le tiré un cojín que había sobre la cama y le fulminé con la mirada ¿a qué clase de persona se le ocurre decir tal cosa sabiendo que le pueden escuchar?

t/n: ¿Eres idiota? ¿Quieres que te escuche?

Kol: La verdad es que sí.

t/n: Si, eres idiota. -me cogió de la cintura, me acercó a él y me besó-

Kol: Te quiero. -dijo sonriendo-

t/n: Que bien se te da hacerme la pelota.

Kol: Se me da bien, pero no cuando quieres matarme.

t/n: Ya he acabado con la maleta, será mejor que bajemos.

Kol: ¿Por qué? -preguntó haciendo pucheros-

t/n: Porque mi hermano el que te odia esta abajo y no quiero enfadarle. -respondí sacándole de la habitación-

Kol: Pero yo me quiero quedar aquí contigo, los dos solos.

t/n: Mañana, pero en tu casa.

Kol aceptó a regañadientes, los dos bajamos y vimos a Damon, el cual nos estaba esperando impaciente. 

Damon: Por fin.

t/n: Deja de quejarte hermanito, por cierto mañana vendrá Bekah a dormir.

Damon: Vale. -no le dio demasiada importancia-

Iban pasando los días, junto a ellos las semanas hasta que llegó el Miss Mystic Falls. No era algo que me entusiasmase hacer por lo que no le daba gran importancia, es mas, lo que quería era que ganase Bekah. 

Con Kol la relación había ido cada vez a mejor, pero los últimos días había estado algo extraño, a penas pasaba tiempo en casa y no hablaba con casi nadie. Yo intenté hablar varias veces con él pero siempre decía que no pasaba nada, aunque no me daría por vencida, no aún.

Klaus... bueno, todavía me dolía que se fuese pero no iba a desperdiciar un último mes con él. Todo lo contrario, realmente había sido un gran apoyo, sobre todo con el tema de Kol.