Tal y como dije, en dos horas me planté en casa de los Mikaelson. Deseaba con todas mis fuerzas que no estuviese Kol, no quería enfrentarme a él antes del baile. Pero como siempre, yo y mi buena suerte, Elijah me dijo que acababa de llegar y se había encerrado en su habitación y yo no podía estar allí sin ir a verle.
t/n: Hola. -entré a la habitación-
Kol: Si vienes a discutir conmigo, por favor vete.
t/n: Solo he dicho hola, Kol. -dije molesta-
Kol: Y siempre acabamos discutiendo. -volteo los ojos-
t/n:¿Crees que es porque me gusta? ¿Enserio crees que quiero discutir contigo?
Kol: Ya empiezas.
t/n: Porque estoy harta, harta de que desaparezcas y aparezcas cuando quieras. De que te comportes como un niñato adolescente, no lo eres Kol.
Kol: Si tanto te molesta corta conmigo.
t/n: ¿Cómo? -intenté aguantar las lágrimas-
Kol: Si tanto te molesta como soy, como me comporto, nadie te obliga a estar conmigo.
t/n: No voy a dejarte, porque tengo esperanzas en ti. No se que te pasa pero no pienso perder la fe, aunque no me lo estas poniendo nada fácil.
Kol: No entiendo porque eres tan buena conmigo.
t/n: Porque te quiero.
Kol se quedó callado, y con su silencio entró mi momento de irme de allí. Me apoyé en en otro lado de la puerta y me deje caer, solo quería llorar hasta quedarme sin aliento. De repente alguien se agacho para que nuestras caras quedasen a la misma altura. Alcé la mirada y vi a Klaus -vamos amor- me dijo cogiendo mi mano y levantándome. Me llevó hasta su habitación, apoyé mi cabeza en su pecho y nos quedamos abrazados unos minutos en total silencio, mientras lo único que yo podía hacer era llorar. Junto a él era el único lugar en el que me sentía segura.
Klaus: Tienes que dejarle. -me aconsejó por décima vez-
t/n: Siempre me lo dices, tu y todos. Pero sé que cambiará.
Klaus: No lo hará. No se que le pasa pero se que te hace daño, y yo no puedo seguir viendo como lloras por ese imbécil.
t/n: Sé que en el fondo tenéis razón y que es lo mejor para mi. Pero no voy a dejarle Klaus, se que aún puede cambiar.
Klaus: ES ABSURDO CREER QUE PUEDES CAMBIARLE. -gritó con desesperación-
Sabía que era cierto, sabía que todo lo que me decían era justo lo que debía hacer, pero no quería, no podía. Tal vez era lo mejor para mi o incluso para Kol, pero no podía dejarle hasta que le viese bien, no podía hacerlo estando tan mal.
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LA OTRA SALVATORE
Vampire¿Te imaginas como debe ser despertar en una carretera con tres disparos en el estomago y totalmente desorientada? Es horrible lo aseguro, y mas sabiendo que se va a producir una matanza de vampiros en el pueblo donde te criaste. Pero entonces llegó...