Por la tarde Rebekah y yo nos despedimos de los chicos y salimos de allí.
Rebekah: ¿Qué has pensado?
t/n: Estamos solas, así que una se tendrá que ocupar de mis hermanos y otra de la bruja y de Klaus.
Rebekah: ¿Cres que es tan fácil?
t/n: No lo es, ¿pero que otra opción tenemos?
Rebekah: ¿Y si no lo conseguimos? -preguntó preocupada-
t/n: Lo conseguiremos.
Rebekah: ¿Y si no lo hacemos t/n? -estaba a punto de estallar a llorar-
t/n: -le puse las manos en los hombros- Bekah, lo vamos a conseguir, no voy a dejar que le pase nada a tu hermano ¿queda claro?
Rebekah: Queda claro. -dijo abrazándome-
t/n: ¿Qué quieres hacer? -pregunté al notar que ya estaba mejor-
Rebekah: No se que es peor, pero creo que lo mejor será que yo me ocupe de tus hermanos.
t/n: Gracias. -dije aliviada-
Rebekah: Entonces llevarás a Klaus a una casa que solo los tres podamos entrar.
t/n: Solo nos falta el dueño de la casa.
Rebekah: Cierto.
Se acercó a la primera persona que pasó por nuestro lado, le miró fijamente a los ojos y le obligó a acompañarnos. Fuimos a comprar una casa, era una casa pequeña y acogedora, pero era perfecta ya que no llamaba demasiado la atención. Después de que el chico firmase los papeles, le obligamos a que nos invitase a entrar, a que viviese allí hasta que nosotras volviésemos y a que nos olvidase a menos que fuésemos nosotras quien le hablásemos.
t/n: Y ahora que ya estamos y que ha anochecido, vamos a casa del cañón de mi hermano .-dije como pullita-
Rebekah: Eres idiota, vamos anda.
t/n: Me quieres siendo una idiota.
Rebekah: Me gusta formar equipo contigo. -me miró sonriente-
t/n: Claro que te gusta formar equipo conmigo, soy genial. -las dos nos reímos- A mi también me gusta formar equipo contigo.
Llegamos a casa de mis hermanos, piqué a la puerta y abrió Damon.
Damon: Hola princesa. -dijo dándome un beso en la mejilla- Hola barbie original.
t/n: Podríais darme una copia de la llave, así no tendría que picar todo el rato.
Rebekah: No me llames así Damon.
Damon: Te daré una copia de la llave, y no voy a dejar de llamarte así.
t/n: ¿Dónde esta Stefan?
Damon: En el salón, esperándote con Elena.
t/n: ¿Elena? -dije intentando que no se notase el enfado-
Rebekah: Que no te invada el amor por Elena. -me susurró al oído-
t/n: No puedo.
Fuimos al salón, donde estaban los dos, Stefan vino hacia mi y me abrazó. Elena nos saludó sonriente, nos sentamos en el sofá y estuvimos hablando toda la noche. Rebekah y Damon no paraban de mirarse, intentaban disimular pero ante mi era en vano, aunque diría que Stefan y Elena no se dieron cuenta.
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LA OTRA SALVATORE
Vampire¿Te imaginas como debe ser despertar en una carretera con tres disparos en el estomago y totalmente desorientada? Es horrible lo aseguro, y mas sabiendo que se va a producir una matanza de vampiros en el pueblo donde te criaste. Pero entonces llegó...