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—Tenemos que irnos antes —dijo Chris mientras me levantaba —Haré nuestras maletas

—iré por la comida—dije —Y Lucky

—¿Quién? —preguntó

—El perro que trajiste —dije

Corrí a la cocina a sacar todas las latas de la alacena, escuche un silbido y luego sentí un pinchazo en el cuello

—¿Que demo... —dije pero me sentí mareada

—¡Chris! —Traté de hablar fuerte

Caí al piso y escuche pasos, Lucky estaba ladrando fuerte y cerré los ojos.

Cuando me levante no te que estaba amarrada en una silla, tenía una mordaza en la boca, el lugar estaba oscuro a excepción de una linterna arriba de mí.

Puta madre, otra vez la misma situación.

—Quitale la mordaza—escuche

Se acercó a mí una mujer y me la quitó. Respire fuerte y grite

—Ayu... —me calle de golpe por el golpe que recibí

—tranquila—dijo la mujer —La ayuda vendrá

—¡¿Dónde está?! —escuche la voz de Chris

—¡Epa!—era la voz del hombre —No tan rápido, si quieres salir bien de aquí harás lo que te diga.

—Señor Stan —exclamó Chris—Yo no sabia de esto, quise rescatarla. —imploro Chris

—Lo sé—Dijo el señor stan—Se que no querías que ella saliera herida, y estoy dispuesto a hacer un intercambio

—¿Que clase de intercambio? —pregunto

—Se que es mentira lo que me dices, se que sabias de ella—dijo

¿Qué?, no lo entiendo

—Sin embargo, debería matarla. Sería justo, ¿no? —Río mientras me apuntaba la mujer.

—¡No por favor! —dijo Chris

—Tu amigo, Mi hijo —dijo el señor Stan—Mato a mi esposa, sabía muy bien que yo amo demasiado a ella, que manera más fácil de de volverle el favor —encendió las luces.

Pude verlos a ambos, era el mismo señor de la tarde con Tara. Chris estaba histérico, lo notaba

—Pero quiero divertirme, y quiero que el sufra—dijo—Tengo entendido que ella —Me señalo—Se metió con un millonario —se llevó los dedos a la sien —Un tal Christian Grey. Si mi hijo le hace algo a ese hombre se irá de por vida a la cárcel. Así que quiero que ustedes —Nos señalo—Jueguen un juego por mí, por su vida y por la vida de mi esposa

—¿Que clase de juego? —dijo Chris

—Uno dónde Sebastián tenga que matarlos. Serán tres pájaros de un tiro —este rió

—Dijiste que era por nuestra vida —hable yo estaba vez

—Y lo es—me señaló —No tienen posibilidad de salir de esta, ¿O si, Chris? —se dirigió a el—Nadie sabe de ustedes, y quiero que se mantenga así, no tienen más remedio que aceptar. Creeme Muchacho—Se dirigió a Chris —Quisiera que tu fueras mi hijo, tu si, eres responsable y he conseguido bastantes clientes por tus drogas experimentales.

—¿Sabías de eso? —preguntó Chris sorprendido

—Se todo, Soy el diablo de aquí —Río —Ángel, sueltala—se dirigió a la mujer

Mi Dulce capricho {2} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora