3: Hermoso

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Los meses pasaron y me estaba acomodando a Sebastián, el me daba mi espacio y me consentia demasiado, mucho a decir verdad

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Los meses pasaron y me estaba acomodando a Sebastián, el me daba mi espacio y me consentia demasiado, mucho a decir verdad. Me hacía reír, me hacía sonreír, pero aún seguía sintiendo que algo andaba mal... Aún así decidí ignorarlo y darle una oportunidad a Sebastián. Me ayudaba y me tenía paciencia, no quise indagar en su vida y el no decía mucho...

-Iré a comprar algunas cosas-dijo Sebastián mientras me daba un ligero beso en la cabeza -Ponte cómoda y pídele lo que quieras a la señora Ramírez

-Esta bien -le sonreí

Una vez que el salió, hice mi rutina, bañarme, arreglarme y dar un paseo por el jardín enormemente. Vi los rosales, me acerque a ellos y tomé una rosa blanca con las orillas de color rojo

-Eres Hermosa-dije

La Corte, pero en el acto me pinché y la sangre cayó en las demás.

-Rayos-exclame

Me lleve la rosa en la nariz y la olí, era deliciosa. Baje mi mano y me roce con mis pechos, estos dolieron.

-Carajo-dije-Ya me va a venir.

He de admitir que a pesar de conocer totalmente a Sebastián, es muy atractivo y bastante bueno conmigo, me ha ayudado mucho, me ha respetado... Me ha cuidado como nunca antes alguien (si fuera posible recordar) lo ha hecho.

-Señorita -Oi la voz de la señora

Voltee a verla

-El señor Stan ha hablado, dice que se ponga más linda de lo normal

-¿Solo dijo eso? -pregunté-¿Alguna recomendación más? ¿O qué dejó ponerme?

-Conociendo al señor, diría que un vestido

-Bien -dije -Gracias María

Ella me sonrió y yo la seguí.

Tome un baño, me arregle me perfume hasta lo que no, y me depile

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Tome un baño, me arregle me perfume hasta lo que no, y me depile. ¿Porque? Ni yo misma lo sé...

Decidí ponerme algo más, un bra negro con un poco de encaje y una bragas a juego. Y me puse un vestido negro igual, con estilo del vestido de la bella durmiente solo que mas corto , ah decir verdad esa princesa me gusta.

Sonreí y ya estaba lista, mire la hora y marcaban las 5:45 pm

Entre al baño para lavarme los dientes y después me puse un labial color rosa, mi maquillaje era sencillo, con solo sombra café e iluminador en el párpado...

Oi los toquidos de la puerta

-Pasa

Me puse el perfume de Fantasy, me gustó mucho ese olor, muy dulce...

Vi que el estaba de traje, se veía muy guapo

Su sonrisa se hizo enorme

-Wao-movio sus labios sin emitir sonido—No tengo palabras para decirte que eres la mujer más hermosa de mi vida -soltó

Y me sorprendió escucharlo, sonreí instintivamente y me sentí bien...

Me extendío su mano y la tomé

En el camino, el me abrió la puerta del auto, un auto gris muy llamativo, ya adentro le preguntó

-¿A dónde vamos?

-Iremos a cenar

-Oh ya-dije mirando por la ventana, veía el lugar no lo conocía. Usualmente no salía, no me dejaba salir Sebastián y lo entendía podría perderme aún sigo sin recordar nada...

De pronto siento un pinchazo en mi seno izquierdo, no pude reprimir un quejido

El volteo asustado

-¿Que tienes? -pregunto realmente asustado

-Nada-dije restándole importancia -Solo un dolorcito

Se detuvo y se quito el cinturón

-¿Que haces? -preguntó asustada

Me toca un mechón del cabello y lo pone detrás de mi oreja

-No quiero que te pase nada, si sientes algo, si algo te incomoda hazmelo saber, por favor-me toma las manos y se las lleva a sus labios, dándole un beso a ambas

Ese acto me dejó sorprendida, y extrañamente lo acepte, me gustó... El me está comenzado a gustar.

-Sabes qué -Dijo aún con mis manos en las suyas

-¿Qué? -pregunté

-Quería llevarte a un lugar de prestigio, imoresionarte con lujos pero me he dado cuenta que no eres así, no te interesan las cosas materiales.

¿No valgo una cena cara?, no pude evitar tener una cara sería

-______... -dijo

-No es nada -dije volviendo a sonreír

El se acercó más a mí, me puse nerviosa, mierda... Pero solo sentí sus labios cálidos en mi mejilla al separarse me sonrió

y volvió a ponerse en marcha... Llegamos como a una especie de bosque...

Tuve un pequeño recuerdo...

Veía atráves del vidrio la lluvia y los árboles espesos, el bosque se aproximaba.

-Te gustara este lugar-era la voz de un hombre, se escuchaba más grave que la de Sebastián, ah decir verdad dominante.

Voltee a verlo y el recuerdo se desvaneció...

-¿______? -me hablaba Sebastián

-Si... -dije un poco aturdida

El no muy convencido se bajó del coche y abrió la puerta trasera, voltee a verlo y vi que sacó un pañuelo de seda negro

-¿Que haces? -pregunté nerviosa

-Es una sorpresa -me contestó ya dentro del auto, de su lado-Y no quiero que la veas-me quita el cinturón y me acerca a el

Siento sus tibios dedos recorrer mi cabello, poniendome el pañuelo en mis ojos

-Sin trampas-escuché

-Sin trampas, pues-Reí

No mentiré que me siento muy nerviosa, excitada. Tener un pañuelo en mis ojos me era tan familiar, sentía un poco de calór en mi vientre, y posteriormente mi parte íntima.

Siguió manejando por otro rato, hasta que se detuvo y escuche como abría su puerta, entró aire fresco de la noche y después sentí el aire de mi parte.

Me quito el cinturón y me tomo de las manos alzandome del asiento, el aire estaba muy fresco, pero era agradable sentirlo. Dejó de tomar mis manos para tomarme después por la cintura y hacerme caminar de su lado, hasta que siento como me alza y me carga. Grite un poco sorprendida

-¿Que haces? -dije divertida

-Una reina debe ser tratada como una-dijo

-No deberías cargarme, peso mucho -dije incomoda

-Pará nada-contestó

Se detuvo y por lo consiguiente me dejó en el piso.

Se puso detras de mí, quitandome el

pañuelo de los ojos lo que vi me dejó atónita...

-Esto es hermoso -exclame

Mi Dulce capricho {2} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora