*Precuela y continuación de la Bailarina y el Dominante*
Llamalo obsesión, pero yo lo llamo capricho. Esa dulce niña, de cabello castaño y ojos grandes azules fue mia desde que su padre la llevo a mi negocio. El no sabia que yo soy peligroso, y que...
Me quite la máscara justo después que el se fue, Nick igual tenía una mascara, todos tenían mascaras.
A excepción de unas chicas como yo, ellas se la quitaron igual comenzaron a reir y tomar vasos que habían ahí, no sabía que hacer. me sentía sola y un poco ansiosa, por no decir miedosa... Me levanto y voy a caminar, Nick me seguía por atrás, me detengo y suspiro, volteo a encararlo
—Voy al Baño, no necesito que me ayudes a ir—le sonrió
—Mis órdenes son... —lo interrumpo
—Tus ordenes las puedo cambiar y si me permites necesito ir al baño S-O-L-A—deletreo la palabra
Comienzo a caminar un poco torpe, pues tenía las zapatillas y estas ya me estaban matando, me dolían los pies a morir, me apretaban. Entre rápidamente y me las quite, vi mis pies rojos y con marcas, moría de sed y ya quería irme, el vestido me incomodaba y no estaba Sebastián conmigo y por lo que me dijo estaríamos hasta muy tarde... Rode lo ojos
Después de estar un rato en el baño y volverme a poner las zapatillas, un martirio a decir verdad, salgo de nuevo pero esta vez comienzo a dar una vuelta por el lugar, era muy lindo parece ser que estaba en la especie del jardín, aqui dentro estaba mas fresco y habia musica y algunas personas, igual usaban mascaras, antes de avanzar a la pista, me toman del brazo y me jalan
—¿Que mierda te pasa? —le replicó mas que molesta
—Mis ordenes...
—¡Mis irdinis! —lo imitó con voz aguda —Quería dar una vuelta
—Pero no puedes sin su compañía, estoy a tú cuidado _____ entiende y tú no puedes cambiar mis ordenes, porque yo trabajo para tú prometido—su agarre se hacía algo fuerte —Así que evitemos problemas ambos y ponte tú linda mascara y quedate dónde él te dejó ¿entendiste? —me ve a los ojos, queria llorar, solo pude asentir y dejarme llevar por él.
Una vez llegado al jardín le mando mensaje a Sebastián
¿Dónde estás? Ya quiero irme, no me importa nada de lo que hayas hecho, ven por mi y larguemonos de esta ciudad.
Mis lagrimas brotaban, me sentía triste y él no llegaba, las chicas de enfrente se dieron cuenta y me hablaron
—¿Estás bien? —pregunta una con vestido negro
—Si, si solo estoy en mis días y me siento muy sentimental —mentí rápidamente
—No te preocupes estamos en las mismas—responde la del vestido naranja
—¿En las mismas? —respondo intrigada
Llega un hombre con mascara hasta los ojos solamente y la toma del brazo jalando la...
¿Que mierda esta pasando?
—Nick—escucho una voz —Ya te puedes ir, vine por _____
—Si señor—dijo Nick
Sebastián me tomo de la mano, y la apretába algo fuerte, pero algo en su toque me era distinto... No era familiar esto... Me detengo un momento y el se detiene igual, mi brazo quedó estirado y el aún me daba la espalda, estábamos en medio del patio, podía ver como el sol iba ocultándose y el cielo se tornadaba de un lindo color naranja y rosa... Estaba el atardecer en su máximo esplendor
Él se da la vuelta, y es ahí que me doy cuenta que no era Sebastián...
Su aroma era distinto, tenía la misma forma de su rostro, pero no era él... Estoy totalmente segura que no es él. Se acerca lentamente hacia mí, suelta mi brazo y posiciona su mano en mi mejilla...
—¿Sucede algo, princesa? —pregunta...
En definitiva, no es él.
—Sí —respondo seria—Tú no eres Sebastián —lo miró fijamente a sus ojos azules, eran hipnóticos, como los de Sebastián, pero no eran los de él. Su mirada se sostiene, junto a la mía, ninguno baja la mirada, podríamos matarnos de tan solo vernos.
Él esboza una sonrisa de lado, y niega con la cabeza
—¿Pero de que hablas, amor mío? —responde tranquilo
—Hablo de que si no me sueltas, juro que gritare lo más fuerte que de mi garganta y arrancare esa sonrisa cínica que tienes en ese rostro. —digo cruzandome de brazos y tomando un poco de distancia —No lo volveré a repetir, Tú no eres Sebastián
—Amor, soy yo —responde sin pensar.
—Sí eres él, entonces dime lo que ibas a decirme —respondo
—No puedo hacerlo aquí, aún tengo algo por hacer, por favor _____—me toma de ambos brazos y me mira —No hagas algo de lo que puedas arrepentirte, juro que te contaré todo pero tienes que comportarte, hay gente peligrosa aquí y tú eres lo único que me interesa, ¿Cuento contigo? —estira su mano hacia mí
Yo bajo mi mirada hacia su mano, no lo pienso y camino hacia delante sin tomarla.
No es él, y nada me quitara esa idea de mi cabeza.
Siento sus pasos seguirme, y un fuerte tirón de brazo, me pega a él y caminamos juntos, sin soltarme, entramos al salón... Habían varias mesas ya ocupadas, y habían músicos tocando canciones clásicas...
Me suelta un momento y se acerca
—Quedate cerca
Fue lo único que dijo y se alejo
Excelente, 'Quedate cerca' mientras yo me alejo. Vas y comes mierda.
Me alejo en definitiva de ahí y me acerco al bar, pido un agua mineral y rápidamente mando un mensaje a Sebastián. Luego le marco y mis llamadas son desviadas.
Me asustó a tal grado que me dan ganas de llorar... No tenía a quien llamarle... Me estaba quedando sin ideas, y estaba aterrorizada.
De pronto siento como me empujan hacia delante, tiro un poco del vaso de mi agua mineral, y me volteo rápidamente para ver quién me había empujado... Reconozco a la persona que tengo en frente.
—¿Christian? —preguntó
El se lleva su dedo índice a sus labios
Toma mi brazo y me hace bajar del asiento, me guía por un camino distinto al que había entrado. Habían muy pocas personas, eran como 4 mujeres fumando y tomando, hablando entre sí... Llegamos a una especie de puerta de servicio y salimos del salón, veo que hay un helicoptero y el se apresura a abrirme la puerta del copiloto. Me abrocha el cinturón y se da la vuelta rápidamente, para así abordar el lado del piloto. Se abrocha igual y comienza a maniobrar para elevarnos.
En eso veo como "Sebastián" sale de la misma puerta dónde nosotros y comienza a disparar al aire, cierro los ojos, escuchando como las balas suenan y como suena una alarma en el helicoptero...
Solo tengo en mí mente a Sebastián...
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*×**********× Sorry amigas, he estado en la universidad y aparte ando trabajando, pero tranquilas que no las dejaré así
