Mi Dulce capricho {2}

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La había cambiado y la dejé en nuestro cuarto. Esperando a que se levantará para hablar con ella y poder arreglar esto, e irnos de aquí...

No soportaba la idea de que ella no me quiera, eso me hace enfurecer y me dan ganas de hacerla mía a la fuerza.

Me aleje del cuarto para tranquilizarme. Fui a mi despacho y me serví un trago, esperando ahogar esta maldita pena.

—No lo entiendo —dije para mi mismo en mi despacho —Tengo todo, todo lo que se supone que da la felicidad y aun así me siento una completa basura.

Sin pensarlo arrojó el vaso a la pared y azotó mi puño en mi escritorio, ocasionando que algunas cosas cayeran, entre esas una foto de _______ en un portaretraro. Oí el sonido de los cristales y me enoje bastante...

Tengo todo maldita sea, menos su cariño, su amor y su maldito respeto... Ella sigue añorando a ese maldito y yo me estoy muriendo por ella.

—Pero esto no se va a quedar asi

Decidido a terminar esta agonía me dirijo a la habitación. Abrí la puerta fuertemente y la vi, ella estaba de pie en la habitación, cerca de la ventana. Volteo rápidamente y tembló.

Eso hizo enfurecerme mucho más. Cerré la puerta tras de mí y ella empezó a moverse lentamente a la derecha, con dirección al baño. Me percaté de su idea y en dos zancadas la tenía enfrente de mí, cerré los ojos aspirando y respirando fuerte...

—¿Qué vas hacer conmigo? —me preguntó con la cabeza en alto

Quería mostrar que no tenía miedo, pero lo sentía, sentía su miedo y no lo puedo negar. Eso me gustó, me excito...

—¿Qué voy hacer contigo? —me puse a pensar, mientras la observaba. Veía su hermosa piel blanca erizarse y eso me puso a mil—. Más bien, ¿Que no voy hacer contigo, ______?

Sus ojos se aguadaron, y negó con la cabeza

—No, no, no, no...

Me abalance a besarla, sus labios estaban fríos e inmóviles, no me respondía y eso estaba molestando me mucho. Me detuve un momento a mirarla, ella tenía los ojos cerrados

Muy cerca de sus labios pronuncié

—Besame—pedí

Lleve mi mano a su labio superior

—No—susurro

Perdiendo el control, la aprieto de ambos brazos y la besó más fuerte, mucho más, presionando mis labios con los de ella aún así, ella no hizo nada.

Ya había perdido el control totalmente, no más Sebastián lindo y amable, hasta aquí llegó tu pendejo.

—Si no lo quieres hacer fácil, entonces lo haré a mi modo.

La lleve directo a la cama, aventandola en el acto, me subí arriba de ella y le rompí su blusa, vi que ella está mirando al techo y de pronto se volvió más pálida de lo normal, cerrando sus ojos en el acto. Fue cuando me di cuenta del error que había cometido al casi forzarla...

Me baje con cuidado de ella y me acosté a su lado, la abrace y le bese la frente...

—Lo lamento tanto... —dije dolido —No puedo entender que tu no me quieras, yo te amo a ti, mas de lo que cualquiera te llegara amar. No voy a forzar te, no lo haré. Esperare lo que tenga que esperar.

La bese por última vez y salí de nuestra habitación...

Fui de nuevo al despacho y oigo que entra alguien a mi casa, con pistola en mano y sentado en mi silla espero...

—¿Sebastián? —oigo la voz de Hunter

—Maldito imbecil—pronuncié —Creí que eras un intruso

—¿Como van las cosas con _____? —preguntó

—Mal, casi la fuerzo a algo que ella no quería —dije

—¿No la...?—dijo el sorprendido —Entonces es cierto...

—¿Como que es cierto? —dije enojado —¡Pues claro que es cierto! ¡La quiero de verdad!

—Ya entendí, entonces ella si te hace bien... Pero tenemos malas noticias

—Sueltalas...

—Christian Grey quiere negociar contigo

—¿Y eso que tiene de malo? —pregunté

—Qué si o sí, ella estará con el

—Sobre mi cadáver, antes muerta se la entrego. Si no es mía, no es de nadie.