Después de tirarle el vaso e irme a mi habitación quede completamente rota... No entendía el porque estábamos así, ¿cuando nosotros dejamos de ser felices? Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas, me acosté en la cama y comencé a llorar hasta quedar dormida...
Unos débiles rayos solares pegaban en mi rostro, abro los ojos y veo que ya es de tarde, pues un atardecer se veía ya. Tomó mi celular del buro que tengo alado y miró la hora, ignorando por completo los mensajes y llamadas que tenía. Eran las 6:45 pm, me gruñe el estómago, pero no quería encontrarme a Sebastián, aunque por alguna razón no esuchaba nada del otro lado...
¿Realmente no le importaba?
Decidí esperar un poco, me metí a bañar, espere a que la tina estuviera a una cantidad considerable, y entre en ella abrazando mis rodillas. Quedé pensativa, ahogue un grito y me sumergi en la bañera.
Cerrando mis ojos, sin respirar... Esa sensación de estar en el fondo del agua era agradable, era como si tocará el fondo, ese fondo que nadie quiere llegar, yo si... No importaba nada, al final no tenía a nadie y al parecer a Sebastián no le importaba tanto como el vocifera... Todo era una mentira, comencé a tragar el agua, quería subir a respirar, pero mi cuerpo no respondió.Ya era el momento de dejar ésto, al fin sería libre.
Entonces siento como me sacan del agua, comienzo a toser y a expulsar el agua, siento sus toques en mi espalda desnuda, me acerca a su pecho abrazándome fuerte a él, mis brazos no respondían, y eso al parecer el lo notó, yo aún seguía tosiendo, tuve que alejarme y tomar mis rodillas de nuevo, dándole la espalda
—Por eso no quiero dejarte sola—dice el en voz baja
—¿Que haces aquí? —respondo a la defensiva
—Un gracias me basta—responde el igual
—Sigue esperándolo —respondo —Sal de aquí
—¡No! —alza su voz y yo me aferro mas a mis rodillas —No me iré, no puedo soportar verte así
—Entonces dejame—le digo
Ya no me importaba nada, solo quería estar sola
—¿Que dijiste? —responde el con un toque de miedo
—Dejame —suelto de nuevo, miro el anillo en mi mano y lo comienzo a sacar —Me iré, te doy todo lo que me has dado —saco por completo el anillo—Incluso esto —lo dejo caer
Escucho como cae y yo pego mi frente a mis rodillas, no quería verlo, sabía que si lo veía iba a romper a llorar, y le diría que lo sentía y que me perdonará, que yo no quería dejarlo... Solo que no se porque estoy siendo así
Comienzo a llorar, sin entender esto que siento... Soy una maldita loca... Debería estar mejor muerta, ya no estorbaria más... Mi llanto es incontrolable, trato de ser lo mas silenciosa posible, se que el está ahí, no dice nada, no hace nada y eso me pone aun mas mal... Como si no fuera verdad todo lo que me ha dicho... Ahogo un llanto, y es entonces que siento como el entra en la bañera, lo sé porque el agua subió hasta derramarse y siento su pecho cálido en mi piel fría. Sus grandes brazos me rodean, en entonces que calmo un poco mis espasmos y por un pequeño instante dejó de llorar, sorbo mis mocos y disfruto su agarre, su pecho está encorvado, pegado a mi espalda, parecía que fuera hecho para mi, porque podía sentir como encajabamos tan bien, me dejó llevar y siento como él va tomando mi cuerpo para acercarlo a él, finalmente dejó de esconderme de mis rodillas y me dejó llevar por completo... Cierro mis ojos, no puedo mirarlo, la vergüenza y el dolor me obligan a cerrarlos.
—Se que el perdón está de más —lo escucho —Se que he gastado esa palabra, y es mi culpa todo esto, no me gusta verte así, no me gusta porque se que es por mi culpa —comienza acariciar mi brazo —Se que todo esto que sientes es por mi maldita culpa, lo que me dijiste fue lo peor que pude recibir en toda mi vida, no sabes cuanto me dolió, he recibido golpes horribles, pero esto que dijiste fue lo peor... —se queda en silencio —Yo solo quiero que seas feliz, que seamos felices... Quiero que sepas que nunca quise besarme con ella, jamas te sería infiel... Yo no sé que pasó, por un momento creí que eras tú, pero cuando me separe de ella y te vi con ese... Maldito malnacido... Quería matarlo, quería matarlo con mis propias manos... Yo...
El hecho que el dijera que lo mataría, me dio un pavor... ¿Solo me quiere para el? Esto se está volviendo en una obsesión...
—Debo parecer un maldito loco, por decir eso... Pero es que no entiendes lo que siento, lo que siento cada vez que te veo, cada que despierto y miro tu rostro dormir, con tu saliva escurriendo o durmiendo encorvada... Me hace pensar en todo el daño que tienes, y yo quiero protegerte de eso, quiero que tu... Seas lo mas feliz posible, no comprenderias esto que cargo, y no me molesta en lo absoluto, mi vida nunca tuvo un sentido—giro un poco la cabeza para verlo —Hasta que te encontré, siendo tú... Siempre te lo diré, me cambiaste la vida, me diste un propósito por el cual vivir
—Yo...
No sabía que decir, no supe que decir, no podía pensar, estaba en blanco...
—No pidas disculpa —suelta el —Soy yo el que debe estar así, y no tú... Se que lo que dijiste no es enserio, se que no quieres esto, se que no quieres —toma mi mano y me acaricia los dedos—Se que no quieres irte—me pone el anillo —Se que estas confundida, y se muy bien que lo que viste te dejo muy mal y quiero reparar eso ______
Se acerca, sus rostro queda a centímetros del mío, siento como me acaricia con su nariz, y es entonces que cierro mis ojos y siento como el une nuestros labios en un beso.
—Yo solo quiero estar contigo.
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Mi Dulce capricho {2}
Romance*Precuela y continuación de la Bailarina y el Dominante* Llamalo obsesión, pero yo lo llamo capricho. Esa dulce niña, de cabello castaño y ojos grandes azules fue mia desde que su padre la llevo a mi negocio. El no sabia que yo soy peligroso, y que...