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Me enteré que ______ trabajaba, así que decidí ir a ver dónde trabajaba, me aparecería y tal vez la invite a salir.

Llegué a su trabajó, una librería, lo sabía a ella le encanta leer.

Entre y la vi, con una bomba azul en su boca y está explotó ella tenía la mirada en el techo y una señora se acerco a ella, su jefa. Lo sabía perfectamente.

Entre cómo si nada y busque un libro cualquiera

—¿Peters? —Ella le dijo a un joven de cabello castaño

—¿Se conocen? —preguntó Vivien

Seguí caminando mientras no dejaba de ver la escena de ellos. Ella grito, es muy energética, o al menos eso me daba. Reí un tanto divertido por la escena, todo el mundo la 'Shheo'

—¡Lo siento! —exclamó avergonzada

Parecía un buen muchacho y espero solo sea su amigo

Tome el libro de Orgullo y prejuicio, 2da edición.

—¿Eh, Disculpe? — escuche y vi a una joven acercarse a ellos. _____ quedo en el mostrador y el joven se llevó a la chica.

Ya tienes un punto, muchacho.

Me acerque y conforme lo hacía me ponía nervioso, y más que eso el verla ahí, tan hermosa y frágil al mismo tiempo, tan ruda y tan niña me daban ganas de tomarla entre mis brazos y besarla, bajar mis besos por todo su cuello y llevarla lentamente hacia la cama de nosotros, tocarla con una rosa, así como es ella, su blanca piel y besar esos pecho tan hermosos que tiene, mientras me introdujo en ella lenta y profundamente... Disfrutando cada movimiento, sonido de ella...

Ella soplaba su cabello, se ve hermosa, aun no se percataba de mi presencia, o eso creía...

—¿Disculpa? — me atreví a decir con un poco más gruesa mi voz

Ella miraba a la puerta de entrada

—Si, si, perdón...

Volteo a verme y pude notar que le guste, su rostro se ruborizo y sus ojos se iluminaron. Era obvio que ella lo haría, soy un hombre muy apuesto. Podía jurar que en sus pensamientos ella decía

Pero que hombre más apuesto.

Ese pensamiento me hizo sonreír aún más y ella lo hizo, por fin la estaba conociendo y era fantástico esto. Ya no más mentiras ni acechamientos, ahora solo seríamos ella y yo contra el mundo

—Quisiera llevarme este libro —dije dejando el libro en esa mesa tan rústica y desgastada, ella estaba muy nerviosa y eso me gustaba, me gusta ser el único que la haga temblar, que la intimide y que esté babeando por mi, aunque sea al revés, amor mio

—Eh... Si—dijo mientras se agachaba y buscaba algo—Tendrá que poner su nombre, y el día que se lo lleva—me lo dijo mientras sacaba una libreta negra—Y tiene que dejar su número telefónico

Al entregarme la libreta ella sonrió y alzó un poco sus delgadas cejas, quería romper el hielo y de una vez por todas invitarla a salir...

—Si querías mi numero, me lo hubieras haber preguntado  —sonreí y trate de poner mi mejor rostro de seductor

Pero en cambio ella su rostro cambió, primero de asustada y después a uno de enojo, pero aún podía percibir que estaba asutada

—¿Disculpa?—dijo un poco ofendida —No quería tu número, lo quiero para llevar el control de los libros, no quisiera perder este empleo —dijo con el ceño fruncido

Me dolio a mas no poder ese comentario.

—Lamento haberte ofendido —dije y en verdad lo sentía... Creo que casi podía llorar, pero ella no entiende que la amo y que toda su vida me la debe a mí...

Le di mis datos y le di el dinero, ella soplo su goma de mascar y procedí a darme vuelta...

—Antes de irme—dije dándome vuelta, y acercándome a la mesa fue un impulso —Quisiera saber tu nombré

—_______—dijo

Eres mía.

—Un placer, _______. —dije y volví a sonreírle seductoramente—Espero verte mas seguido.

—Igual, Sebastian—contestó

Di la vuelta nuevamente y me fui rápidamente del lugar, quería gritar, quería correr al lugar y besarla, ella ya sabia quien soy y se que pronto estaremos juntos.

Una vez en mi auto mire su lugar de trabajo y dije

—Foarte curând, dragostea mea...

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Muy pronto amor mío. (En rumano)

Mi Dulce capricho {2} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora