Mi Dulce capricho {2}

12: Tulipanes

Comencé a sentirme excitada pero no me gustaba, no se algo estaba raro, detuve a Sebastián y me separe un momento cerrando mis ojos y volviendo los abrir, un ligero mareo sentí y cuando abrí los ojos vi como si fuera un caledescopio.

—¿Que esta pasandome? —pregunté, tocando me los ojos

El volvió a besarme, y volví a corresponder... Sus manos iban y venían por todo mi cuerpo, y las mías igual por todo su cuerpo, nos quitamos la ropa, hasta llegar a la cama...

Estaba despertando, Sebastián estaba besándome el cuello, me tenía abrazada y seguía dándome besos en todo mi cuello, y clavícula. Sus besos me daban cosquillas, me sentía ahora muy feliz, no comprendía nada, estábamos peleando ahora no... Disfrutaba sus besos, sus caricias, de pronto me levanto y el se queda sorprendido, lo tomo del brazo y lo jalo hacia mi, con movimientos lentos damos una vuelta, estábamos bailando, el estaba muy sorprendido... Volvió la misma sensación del caledescopio... Me sentía muy feliz... Y el estaba muy intrigado

—¿Que sucede? —preguntó

—No me gusta tenerte distante, me gusta verte así pero se que no es por ti —dijo el mientras me daba la vuelta en mi misma

—¿A que te refieres? —pregunté ahora yo intrigada pero feliz

—Yo te amo —dijo el acercandome a su rostro

—Yo también te amo —dije —Aunque eres peligroso

—¿Peligroso? —preguntó el curioso

—Si... —alargue la I, bajando con su ayuda —Yo soy Dulce, y tu peligroso, me gusta esto... Yo solo quiero estar contigo —me enderezó y lo beso

No recuerdo nada de lo que pasó, pero me siento algo feliz y con un dolor en la cabeza... Me bañe y cambie, comencé a bajar las escaleras para encontrarme con María.

—Hola maría —le salude —¿Te ayudo? —dije gustosa, pues quería hacerle algo a Sebastián

—No señorita, usted espere—dijo amable

—¡Tonterías! —reí —Quiero ayudarte y hacer algo especial para el

—Muy bien—me contestó amable—¿Que desea hacer?

—Mmm—me lleve el dedo índice a mis labios —Pan Francés con huevos revueltos y tocino

—Excelente —contestó —Iré hacer café y jugo de naranja

María se fue y yo me quedé en la cocina, haciendo el pan francés, no es tan difícil, había visto la receta en el celular.

Tomé 8 rebanadas de pan de caja, untandolas con el líquido. Eran dos huevos con un poco de leche, canela y un toque de vainilla. Pasé el sarten con mantequilla y ya estaban saliendo los dos primeros, y así sucesivamente con los 6 que sobraron.

Hice los huevos revueltos, y el tocino.

Puse la mesa, con ayuda de maría y Sebastián no bajaba

—¿Dónde está? —pregunté a María

—No sé —contestó —Vi al señor en la mañana, pero no dijo a dónde iba

—Mmm que raro —dije—Iré por el celular, lo voy a llamar

Subí de nuevo, por mi celular mandándole un mensaje, salí de la habitación y fui a la del final, su despacho. Curiosidad pasaba por mi mente... ¿Podría estar ahí?

El pomo cedió, no estaba cerrado, célebre en mi mente y entre... Todo estaba limpio, y olia a él, fresco mar y con cigarro también

—¿Fumas? —pregunté para mí misma

Entre su mesa, vi que habían papeles, no quise indagar, no era de mi incumbencia. Pero había muchas fotos mías

—Que raro—pensé

Tome una que estaba en su escritorio, me veía muy feliz junto con el, no recuerdo esa foto, pero me gustaba...

Decido mejor dejar de ver su privacidad, y bajo a la cocina. Ya estaba todo listo, así que fui afuera para poner todo y desayunar en el patio trasero, había un gran camino de árboles y arbustos, podía jurar que era un laberinto y eso me gustaba.

Ya estaba todo, solo faltaba la comida, cuando tomo los platos, Sebastián estaba ahí, sonriendo a más no poder, viéndome.

—Eres hermosa —dice

Yo me sonrojo

—¿Dónde estabas? —pregunté —Fui a buscarte y no te encontré en tu despacho

Río y se acercó a mi, tomándome de la cintura, obligándome a dejar los platos en la mesa, María corrió a dejarlo en el patio

—¿Que haces? —preguntó riendo

—¿No puedo abrazarte? —dice

—Pero no lo haces—rio aún mas—Estas solo tomándome...

Me besa sorpresivamente y yo lo beso igual, dejandole mi labial rosa en sus labios, su aliento era exquisito, con sabor a menta, muerdo mi labio cuando nos separamos.

Es que este hombre me pone a mil...

Después de ese beso nos vamos a fuera, sale antes de mi y me dice "cierra los ojos"

Yo los cierro y el comienza a guiarme...

Siento en mi nariz la suavidad y un olor exquisito...

—Aun no los abras—dice

Sonrió y apuesto que el también

Siento sus labios en los míos, me dejó guiar por el movimiento que hace y lo disfruto

—Abrelos—dice en mi oído y me lo muerde

Abro los ojos y lo veo a él con un ramo de Tulipanes rojos y atrás de él veo un pequeño árbol y aparte tulipanes para sembrar el todos eran rojos a excepción de uno blanco

—¿Y esto? —preguntó

—Que más quisiera yo en ir rápido contigo, pero quiero disfrutar cada momento contigo, los tulipanes los compre pensando en ti

Yo estaba conmociónada... No sabía que decir, tenía una sonrisa en mi rostro

—Yo de verdad quiero pedirte perdón por todo, por todo lo que ha pasado, si te he fallado —me toma las manos —Yo Te amo, y así será siempre

Sus demostraciones de amor me eran muy apresuradas, y hermosas... Que importaba que se hubiera visto con esa, al final el estaba aquí y no creo que haya pasado algo... Sin embargo queda esa posibilidad de que paso algo y el no me lo dijo, no ha dicho nada... No se porque...

—¿Que sucede? —pregunta sacándome de mis pensamientos

—Yo... —No digo nada —Estoy bien, solo sorprendida por todo esto...

El me mira a los ojos, me toma del brazo y comienza a caminar casi correr por todo el patio que tenemos... Indignada me detengo y el me jala de nuevo a su cuerpo

—Nuestro amor crecerá junto a estas plantas que te traje, Lo tulipanes representan amor sincero, pasión, amor verdadero... —me toma de la cintura —Dime si lo intentaras...

Solo lo mire.