*Precuela y continuación de la Bailarina y el Dominante*
Llamalo obsesión, pero yo lo llamo capricho. Esa dulce niña, de cabello castaño y ojos grandes azules fue mia desde que su padre la llevo a mi negocio. El no sabia que yo soy peligroso, y que...
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Finalmente había aprendido a manejar y estaba haciendo mis trámites para la licencia.
Me acompañaba una amiga de Sebastián que se volvió mi amiga, Se llama monica y es una morocha amable. La verdad me gustaba estar con ella que con Hunter, el parecía odiarme solo que lo disimulaba muy bien...
—Número 18, Numero 18—dice una voz
Veo mi papel y noto que soy yo, Mónica me acompaña y ya entro al cubículo dónde me tenían que preguntar cosas y tomarme la foto.
—Nombre completo —dice el hombre de ahí
—_______ _______—digo segura
—Fecha de nacimiento —vuelve a preguntar
—8 de diciembre de 2000—digo otra vez segura
—Aquí dice que tuvo una calificación de 85 en su examen de conducir, muy bien señorita—dice el hombre —Por aquí —me guía ahora a la cámara
Una vez tomada la foto me pide mas datos, si usaba lentes, si tenia alguna enfermedad pero nada de eso que yo sepa no tengo así que mentí diciendo que no tenia nada...
Ya tenia mi licencia, ahora podía conducir
—¿A dónde te llevo? —le digo a Mónica
—Pues vamos al centro comercial —me dice —Hay algo que quiero comprar
—¿Pero a cual de todos? —pregunto antes de entrar al auto
—Al de las afueras de la ciudad
Maneje hasta dónde me indicó, pues aún no sabía dónde era. Al llegar bajamos y la acompañe, estaba aburrida a sí que la deje y fui por helado. Adelante de mi había un hombre, era alto y musculoso, alado de él había una chica delgada y con cabello castaño, cuando le entregaron el helado voltearon y quedé impresionada, pues la chica era muy, muy muy parecida a mí
—Allison... —dijo el hombre
El volteo a verme y quedó igual impresionado
—No puede ser... —dijo el —Te encontré ______
—No—ella lo detuvo —Hay que irnos
Ella lo alejo de mi y se fueron...
Quedé en shock, pues el si me era familiar, alguna vez lo había visto, en el despacho de Sebastián, había una foto con el y otro hombre de color...
Corrí hacia ellos, gritando en el acto
—¡Esperen! —grite
Pero no estaban, se habían ido. Voltee para regresar a comprar ese helado, pero decidí ir a otro lugar. El lugar de los helado era tipo nórdico, con luz tenue y asientos tipo asientos como en la película de hombres de negro, tipo cápsulas... Creo que es para niños esta heladería, es igual reí. Pedi un blizard otra vez y cuando me lo dieron me senté en una de esas, tenía mis audífonos en mis oídos, escuchaba Una canción equis... Cuando veo alguien sentado enfrente de mí, no era Sebastián, a el lo conocía. Este hombre era el mismo que me choco esa vez en el centro de la ciudad. Me quito el audífono y hago una mueca para que hable
—Que casualidad encontrarla, señorita—dijo ese hombre imponente
¿Casualidad? Mis narices...
—Si, casualidad —contestó sarcásticamente
Comienzo a comer el helado, ignorandolo de nuevo, pero antes de poner el audífono el me detiene
—No debería hacer eso, trato solo hablar con usted —dice el mas que serio
—Pues como verá, yo no quiero hablar , no lo conozco, puede ser alguien peligroso —digo seria, mientras me como otra cuchara de helado
El hombre sonríe de lado
—Christian Grey —dice extendiendo su mano
—_____ _____—digo rápido
Grey ríe
—En serio ¿No me reconoce? —pregunta
—¿Debería? —digo mientras tomo mis cosas
—No debes tener miedo —dice el intenta tomar mi mano pero la quito antes —¿Sabes con quien vives? —pregunta, su rostro se vuelve a tornar enojado.
Me levanto rápido, tomando mis cosas en el acto, doy media vuelta pero el me detiene
—No te vayas, no sabes cuanto estuve buscándote —su mirada baja a mi mano, pues cuando la acarició sintió el anillo, cambió drásticamente, se volvió sombría y yo me aterre—Tú eres mía, no de él —quiso apretar me pero me solte y le di una bofetada
Salí corriendo de ahí, gracias a dios que traía tenis y no tacones, baje al estacionamiento y llame a Mónica ya dentro del auto. Ella no contestó así que decidí dejarla, fui a casa. Me abrió carl, el portero... Sentía que ese hombre era conocido, pero Sebastián me ha advertido sobre el... Al entrar a casa veo a Sebastián tomando un vaso de licor
—¡Amor! —dice eufórico —¡Tengo un regalo para ti! —dice acercándose a mi
—Hola amor—le doy un beso —¿Que es? —pregunto intrigada, pues Sebastián siempre me da obsequios tras obsequios.
—Cierra los ojos —dice el
Yo le hago caso, y siento como el toma mis manos y pone algo en ellas, son llaves siento la forma de la llave
—Abre—dice en mi oído
Veo unas llaves con un llavero de cerezas
Sonrió sin entender
—¿Que...? —digo sonriendo
—Te compre una casa, ya que estamos comprometidos, es mi regalo para ti—dice feliz —Me encanta que estés conmigo aquí nuestro hogar , pero es un regalo que quiero darte, quiero que veas que puedo darte lo que desees, todo lo que quieras, incluso si me pides el mundo te lo daría
Yo no sabia que decir, pero verlo tan feliz, tan alegre me hacía sentir igual de feliz...
—Me encanta —dije besándolo, tomando sus mejillas y dándole un beso rápido —Solo contigo, me siento bien y gracias
—Te llevaré a tu nueva casa
El manejaba, y manejaba, ya no estábamos en los ángeles, estábamos en otra ciudad
—¿Porque no estamos? —dije en susurro
—Tranquila —ríe
Habíamos llegado a New York
—¿Viviremos en New York ahora? —pregunté
—Por el momento no —dice —Pero vi esta casa y no dude en comprarla para ti
—Me siento cómoda en nuestro hogar, pero... —no sabía si continuar
Detiene el carro en un restaurante o Bar, no vi bien...