*Precuela y continuación de la Bailarina y el Dominante*
Llamalo obsesión, pero yo lo llamo capricho. Esa dulce niña, de cabello castaño y ojos grandes azules fue mia desde que su padre la llevo a mi negocio. El no sabia que yo soy peligroso, y que...
(Tiempo que transcurre el accidente y el encierro de Sebastián en la cárcel)
No quería despertar, deseaba estar muerta. Quería estarlo. Pero la vida es una mierda, era como si quisiera jugarme una broma y que siguiera aquí.
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Desperté, en una cama de hospital, el lugar no estaba iluminado. No a cuando estuve, la última vez. Había gente a mi alrededor, pero no los conocía. La verdad no me interesan, solo quiero huir de aquí.
-Dile que ya despertó -la mujer que estaba ahí se fue, y se quedó el hombre. Quien curiosamente me era conocido
Pasaron unos minutos y entró un hombre, creo que era el Doctor Evans.
-¿Por... -mi voz no salió debido a un dolor agudo en mi abdomen
-No debes hablar-dijo el Doctor Evans-Sufriste un traumatismo en el abdomen, de milagro pude salvarte a de nuevo _______.
Mis ojos se llenaron de lágrimas mi garganta picaba y ardía y mi ceño se frunció al oír eso.
-Se lo que estas pensando, y se muy bien que quieres matarme por salvar tu vida-dijo el -Pero no podía dejar que murieras
Negué con la cabeza, con las lágrimas en los ojos
-Porque -susurre-Sigo aquí
-Por qué quiero que seas libre-contestó
Reí, o eso intenté
-Estoy acabada-dije un poco más clara, soportando el dolor-El no me dejara libre
-En eso te equivocas-me contestó -Te daré el alta, nos iremos de aquí -dijo eso mientras se acercaba a la puerta
-Ni siquiera te conozco-pronuncie
El volteo a verme, y me sonrió. Por alguna razón, me sentí bien. Protegida
-Soy tu mejor opción para que seas libre.
No pasó mucho tiempo, cuando llegó el con una silla de ruedas y me sacaba de ese asqueroso cuarto.
Me ayudó a entrar a su camioneta blanca, me amarró el cinturón de seguridad y después el entró, dando reversa y dejando ese asqueroso Hospital.
-Te diré todo, _______-dijo a mitad de camino
El camino estaba solitario, comencé a ponerme nerviosa. Pues no había ni un alma cerca, sólo eran árboles espesos, como bosques al rededor.
De pronto el puso su mano en mi rodilla, vi rápidamente esa acción que hizo y el la quito de inmediato.
-No te haré daño, se que no me crees, se que tienes miedo-dijo viéndome de reojo-Yo no soy como el, yo no te voy hacer nada
No dije nada, me limite a verlo y el hizo lo mismo.
-Ni siquiera se tú nombre-dije de pronto -¿Como quieres que no tenga miedo?
-Me llamo Chris
Chris... ¡Christian! Pensé inmediato en el
Sentí como me miraba, era muy pesada su mirada, yo no dije nada. Quedé muda y el se dio cuenta.
-Te he dejado callada-soltó
-Lo siento
Entramos a un camino, y todo estaba lleno de árboles, hasta el fondo vi una casa enorme, tenía un portón rodeando la.
El saco de la guantera, sin llegar a tocarme las piernas de nuevo, un control y con eso abrió el portón.
Me sentí un poco más aliviada, pues no me había matado a mitad de camino, pero de nuevo sentí inquietud.
Se estacionó, y yo ya me estaba imaginando violada y muerta...
El salió y yo me quite rápidamente el cinturón, buscando algo con que defenderme, el abrió la puerta y yo cerré los ojos de inmediato.
Pero lo único que sentí fue calor, y sus brazos rodearme, no me había percatado que estaba haciendo frío, toda esta tensión y miedo me hizo olvidar de lo frío que estaba el ambiente.
Al oído me dijo
-Yo te voy a cuidar
Y me cargo como si fuera su princesa. Estaba en shock, me abrace más a él y pude aspirar su perfume, cerré los ojos dejándome llevar por su aroma y su calor...
Una vez dentro de la casa el subió por las escaleras, dejándome en una habitación, parecía hecha para mí, tenía cosas juveniles, maquillajes y accesorios.
-Te dejaré para que te de un baño-dijo-Si necesitas algo, o ayuda dime
-Gracias-dije
Afortunadamente no necesite su ayuda, y pude bañarme sola, y arreglarme igual. Baje las escaleras guiándome por un olor exquisito, mi estómago ardía, seguramente tenía días sin comer.
Una vez acabada la cena, el me ayudó a ir de nuevo a mi habitación.
-Te dejaré dormir -dijo
-Espera -lo tomé de su brazo haciéndolo voltear -¿Puedes decirme que sucederá ahora?
-Es algo complicado-torció la boca
-Por favor-suplique
-Mientras mantengamos esto-me señalo-Que sigas muerta-hizo paréntesis -Estarás bien
-¿Quién es el? -dije
-El se obsesión contigo desde que tu eras una niña
Me asombre al escuchar eso
-¿Qué?
-Te dije que es complicado -dijo yéndose de nuevo, pero esta vez lo tomé de la mano
-No te vayas-dije -Quiero saber todo, quiero saber a que me estoy enfrentando
-¿ te hizo algo mientras estabas con el? -preguntó
-Te refieres a... -inquiri
-Si a eso-dijo
-No-dije y su cara se tranquilizó, todo el mas bien
-El es un hombre poderoso, tiene influencias en todo, pero el jamás había estado tan encaprichado con alguien hasta que llegaste-dijo-No se que pasó por su cabeza al hacerte todo esto, pero yo te saque de ahí, fui yo quien te llevo a ese momento
-Espera -dije confundida -¿Tu qué?
-Así es _____-dijo-Yo hice que el te disparara, pero no fue con intención de matarte, fue para que el te dejara en paz y se pudiera en la cárcel, o se matara que eso ocurrirá más pronto de lo que crees.
-¿ O sea que te debo esta herida por mi libertad? -no sabía cómo describir lo que sentía, pero no quería herirlo.
