1

1.1K 52 7
                                    


Sexo, drogas, alcohol y mas sexo. Tenia a mi favorita, Allison. Siempre fiel, siempre a mí. Ella entendía su lugar aqui, ella me satisfacía y yo la protegía. Asi era nuestra relación hasta que me ella se aburra y se vaya, pero creo que nunca pasara eso.

Después de un polvo mañanero me dirigi a mi Audi R8 negro, tenía que ir a mi empresa o así le llamaba.

—Buenos Días, Señor Stan—dijo Erica. Mi asistente

—Buenos Días, ¿Algo nuevo? —pregunté

—Tenemos un cliente, pidio 50 000 dolares

—¿Nombre?

—Harry Smith

—¿Sabe que esto no es un negocio limpio? —pregunté curioso

—Desconozco si lo sabe, pero tiene hasta un mes para devolver el dinero

—Perfecto—dije mientras me sentaba en mi escritorio

Ella se retiro y yo me Encendí un cigarro

Padre, gracias por enseñar me el negocio familiar. Básicamente lo que hago es prestar dinero, a cambio del 50 de sus ingresos, ya sea negocio o si lo prefieren droga, vender droga. Pero yo nunca pierdo, quien quiera verme la cara de pendejo lo persigo hasta matarlo.

Soy como un Banco, solo que aqui no pongo peros, aqui doy y me tienen que dar. Asi es la ley...

—¿Que hay Stan? —mi amigo Anthony

—Hermano—lo salude

—He conseguido mas chiquillas, como a ti te gustan

—Sabes lo que pienso al respecto de eso, estoy bien con Allison. Ella entiende esto, esas solamente quieren ser ricas y dejarme. Sabes que no soporto eso

—¿Como estas seguro que Allison no se ira de tu lado? —me pregunto

Yo nunca me habia puesto a pensar en eso, pero lo pagaría caro.

—Si ella llega a traicionarme la encerare hasta que muera por dejarme

—Tu si que estas loco, Sebastian—Anthony me vio asustado pero luego rio—Pero eres mi amigo, y yo te apoyo.

—Vamos hay que irnos—dije mientras tomaba las llaves de mi Audi

Erica se encarga de los recados y tengo mas gente a mi cargo, amigos de la universidad que quisieron srr mas ricos rápidamente.

Anthony salio primero y yo me quede porque habia olvidado mis cigarros

Al salir una niña choco conmigo ocasionando que mis cigarros se cayeran

—¡Mierda! —maldije

La niña miro hacia mi, mi corazon se detuvo, sus ojos eran azules, como el mismo mar y sus mejillas rojas con esos labios a contraste.

Ella se alejo y salio corriendo, no sabia que acababa de pasar, pero me gusto, ella me gustó.

Mi Dulce capricho {2} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora