*Precuela y continuación de la Bailarina y el Dominante*
Llamalo obsesión, pero yo lo llamo capricho. Esa dulce niña, de cabello castaño y ojos grandes azules fue mia desde que su padre la llevo a mi negocio. El no sabia que yo soy peligroso, y que...
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Me solté de inmediato de él, empujandolo. El se sorprendió y quedó serio, yo saqué el aire de mi boca, negando con la cabeza...
—No te conozco... —fue lo único que dije
—Lo sé —dijo el serio —Pero yo jamás te haría daño
—Dejame sola—dije viéndolo
—No puedo —dijo
¿Que? Dije sin voz
—No puedo dejarte sola, debes estar hambrienta—dijo
Y tenía razón
—Pues aunque lo esté, no quiero estar cerca de ti, eres un desconocido. —dije enojada—Todo esto es desconocido para mí
—Bien —dijo —No eres mi prisionera, ni estas secuestrada si es que piensas eso —dijo mientras se alejaba —Eres libre de andar, y te encerré para evitar algún accidente, se que la confusión es horrible, he pasado por ello, pero no tienes que ser grosera conmigo
—O sea, Hello—alce un brazo saludando —Despierto en un lugar, sin nada que recordar ni mi nombre, veo ropa de mujer, cosas y aparte de hombre... ¿Como quieres que este? —dije mientras me cruzaba de brazos—Es un mecanismo de defensa que tiene el ser humano, lo siento por ser "grosera" —hice comillas
El estaba entre alegre y sorprendido, no supe como interpretar eso... Y lo más importante ¿como es que sabía lo del mecanismo de defensa?
Negó con su cabeza, sonriendo de lado.
—Puedes salir cuando quieras, te daré el tiempo que necesites
El salió y yo me encerré, moviendo buro del lado derecho para evitar que el entrará
Comencé a dar vueltas por todo el lugar, fui al ventanal, no cedía... Busque alguna cosa pesada y no había nada más que una piedra rosa que estaba en el estante de arriba... Si no tengo respuestas de él... Las buscaré
¿Pero donde las buscaré? Si ni siquiera tengo alguna información mía que pueda guiarme... Baje la piedra y me senté en el piso, estrujandome la cabeza, y jalandome el cabello.
Me sentía impotente, me sentía inútil... Estoy con un maldito desconocido, podría ser mi secuestrador y no lo sabría. Pero el no me ha hecho nada, pues claro, así son, no te hacen nada al principio y después pum... Comencé a jalarme mas el cabello, llorando en el acto
Solté un grito, no podía dejar de llorar, no entendía nada y de pronto dejó de ver el suelo, para verme a mi misma... ¿Que esta pasandome? Estaba muy asustada... Me veía en el piso, con las manos en la cabeza, no me movía... ¿Estaré muerta?
Oigo los toquidos fuertes, y el empieza a empujar la puerta...
Por alguna razón no me siento asustada por morir... Es lo que más deseo...
