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CHASE HUDSON

UNA SEMANA DESPUÉS

Ha pasado una semana. Una semana desde que Charli decidió recibir una bala por mí.

Los doctores dicen que entró en coma, y aún no ha despertado, pero lo importante es que su pulso sigue estable.

Selena, Andrea y yo nos hemos quedado todos los días aquí con la esperanza de que despierte. Hoy, finalmente, nos dejarán entrar a su habitación, han admitido las visitas.

Selena le ha hecho dibujos y los doctores los han pegado en las paredes de su habitación. Esa niña es la única que hace que no me desmorone por completo a pesar del estado de mi prometida.

Se me hace extraño que haya dejado a su hermano solo en el orfanato, pero lo ha hecho sólo por nosotros.

—Selena —la llamo—, ¿tienes hambre?

Asiente tímidamente.

—Un poco.

Andrea se acercó a nosotros con las manos en los bolsillos traseros de su pantalón. Las ojeras marcadas en su rostro.

—¿Quieres que vayamos a comer a un lugar cerca de aquí, cariño?

—Claro, ¿vienes con nosotras, Chase?

Asentí con una sonrisa de boca cerrada.

—Iré a ver a Charli. Cuídense, si sucede algo, me llaman.

—Tranquilo —Andrea me sonrió—, esos infelices ya están en prisión.

Las chicas salieron del hospital de la mano y yo fui a ver a Charli a su colorida habitación gracias a los dibujos de Selena.

Al entrar, me senté a su lado, tomé su mano, besé el dorso de esta y empecé a hablarle. Dicen que aunque las personas estén en coma, escuchan todo lo que les dicen.

—Todos están esperando que despiertes, linda. Selena se ha quedado aquí esperándote, ha hecho muchos dibujos sólo para ti. Tu madre te visita todos los días, Kimberly te trae un girasol todas las tardes, y Andrea se está haciendo la fuerte pero sé cuánto le duele verte en este estado.

—Y yo... —se me quebró la voz— Te extraño mucho, linda.

Puse el dorso de su mano en mi frente, intentando aguantar mis lágrimas.

—Sé que me estás escuchando. Sé que eres fuerte y despertarás. Confío en ti, yo...

Levanté la cabeza de golpe cuando sentí un ligero apretón en mi mano. Analicé cada rincón de su rostro, y una lágrima acababa de salir de uno de sus ojos cerrados.

—¡Doctora! —salí al umbral de la puerta llamando a algún doctor— ¡Que alguien venga!

Varios doctores ingresaron a la habitación y no tardaron en echarme de esta misma. ¿Cómo pretenden que me quede afuera y tranquilo luego de que ella me ha dado una señal?

No dudé en llamar a todos contándoles las noticias.

—¡Andrea! Al fin respondes.

—¿Qué sucede? —la angustia era palpable en su tono— ¿Le pasó algo a Charli?

—Sí pero no —sonrío—. He ido a su cuarto y ha apretado mi mano.

—¡Eso es genial, Chase! Iremos lo más rápido posible, ¿quieres que te llevemos algo de comer? No almorzaste hoy.

—Con un café me basta. Si pasa algo te aviso.

—Está bien. Te veo en diez.

Y colgó la llamada.

Los demás, al llamarlos, dijeron que vendrían durante la tarde, mientras que yo prometí cuidar de Charli.

Al rato, Andrea y Selena llegaron bastante aceleradas, como si hubieran venido corriendo.

—Te compramos comida, por eso tardamos un poco más —me extendió una bolsa que desprendía un olor exquisito.

—Te dije que con un café me bastaba... Pero gracias.

Recibí la bolsa y se sentó a mi lado.

—¿Ya le dijiste a los demás?

Asentí.

—Dijeron que vendrían más tarde. Tenían cosas que hacer.

—¿Puedo ir a ver a Char?

—No lo sé. Desde que los doctores me echaron de su habitación, no supe más, pero probablemente si. Tú ve, yo me quedo con Selena.

Ella asintió y partió camino al cuarto.

Empecé a sacar las cosas de la bolsa con la ayuda de Selena y empezamos a comer. Ella ya había comido pero le he ofrecido que si quería sacar, que lo hiciera.

—¿Qué atormenta esa pequeña cabeza tuya, eh? —pregunté al verla pensativa.

Se echó una papita a la boca, encogiendose de hombros.

—¿Existe la posibilidad de cambiarse el apellido?

Enarqué una ceja.

—¿Por qué preguntas?

—Me gustaría cambiar mi apellido. ¿Qué tal al tuyo? Selena Hudson. Suena muy bien.

—Suena bien, pero... No sé si sea legal cambiarte el apellido mientras no cumplas la mayoría de edad —ella hizo un puchero y yo toqué su nariz, divertido— ¿Has tenido noticias de tu hermano?

—Si. Tyler está bien, o por lo menos eso es lo que le ha contado Amanda a la tía Andrea. Pensándolo bien... ¿te das cuenta que Selena y Tyler Hudson quedan muy bien?

Reí, asintiendo.

—Tienes razón, suenan muy bien. Veré qué puedo hacer respecto a eso —le guiñé un ojo.

Terminé mi almuerzo luego de unos minutos. Andrea llegó a la sala de espera, intentando limpiarse las lágrimas.

—¿Te dijeron algo? —pregunté.

Se pasó las manos por el rostro, suspirando.

—Dijeron que el apretón de mano o podía ser ella o podía tratarse de algún tipo de convulsión.

Siguió contándome un poco más sobre su larga charla con los médicos. Permanecimos en silencio hasta que sonreí, intentando alivianar el ambiente.

—¿Sabes? Selena quiere portar mi apellido, me siento muy halagado.

Andrea rió levemente.

—Selena... Por favor no sigas alimentando el ego de Chase.

Los tres reímos, pero las carcajadas cesaron de un momento a otro cuando muchos doctores corrían por el pasillo que daba a la habitación de Charli.

—¡Un desfibrilador para la habitación de la princesa —grita uno—, necesitamos reanimación!

Rápidamente me paré y detuve a un doctor que venía de últimos.

—¿Qué sucede con Charli? ¿Por qué necesitan un desfibrilador? —insistí al ver que no respondía.

—Príncipe, yo...

—¡Responde!

—La princesa está teniendo convulsiones. Por favor permanezcan aquí, les daremos noticias lo más pronto posible.

Y con eso, retomó su camino y corrió por el pasillo.

Esto era malo.

¿Y si algo le pasaba? No me lo perdonaría.

Ella recibió una bala por mí. Por salvarme ella está aquí.

—Ella estará bien, es fuerte, lo logrará —repite Andrea una y otra vez, intentando convencernos a nosotros y a ella misma.

Crown | Chase y CharliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora