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Scarlett. Por supuesto que era ella.

—¡Que vivan los novios! —gritó, el sarcasmo era notorio en su voz.

Me giro hacia ella, atónita.

—¡¿Qué mierda está mal contigo?! No te basta con quitar los frenos del auto de Chase —río secamente—, no, claro que no, ella tenía que ser una jodida acosadora.

—Yo sólo los felicitaba —se encoje de hombros—, ¿por qué tan a la defensiva, princesita? ¿Me tienes miedo, acaso?

Carcajeo.

—Déjanos en paz, Scarlett. Te estás metiendo en una situación que no vas a ganar. ¿De verdad vas a pelear por un tonto trono y por dinero?

—¿Y es que no es lo que tú haces también? No todo es color de rosas, Charli.

—Eso deberías decírtelo a ti misma, Scarlett. ¿No te molesta que el profesor vea bajo tu puta falda? ¡Él te mira como si fueras una cualquiera! No permitas que te traten así, ten un poco de amor propio.

—¿Como una cualquiera? —repitió— Yo creo que ese lugar lo ocupas tú. No, no —se corrige—, tu único papel es de zorra, Charli.

Ella no acababa de decir lo que dijo, ¿cierto?

—¿Zorra? —la miro incrédula— Somos mujeres, Scarlett, no hay necesidad de usar ese tipo de palabras misóginas. ¡Eres la heredera al trono, recapacita! ¡El profesor tiene segundas intenciones contigo!

—Sólo lo dices para quedar bien frente a Chase, deja de fingir.

—No aguanto ni un segundo más aquí. Intento que entres en razón, pero veo que es imposible.

Me encaramo sobre la ventana rota. Chase me pide que me quede con la mirada. Niego, cansada.

—Deja que se vaya —le habla la rubia—, sabes que siempre me tendrás a mí, Chasey.

Enfadada, corro de ese lugar. Sin importar los semáforos o los autos que pasaban, crucé las calles sin percatarme de lo que a mi alrededor ocurría.

Pego un salto cuando escucho una fuerte bocina. Miro a mi lado, encontrándome con un auto a unos centímetros de mí. Estaba a punto de atropellarme.

—¡Ten cuidado, niña!

Trago saliva.

—L-lo siento, yo... Disculpe.

Sigo mi camino mientras corro sin parar. Sabía exactamente hacia dónde iba.

Al llegar, toco rápidamente la puerta. Andrea al verme sonríe pero borra la sonrisa cuando nota mi semblante.

—Cariño, ¿Qué ha pasado? —me abraza— ¿Una pelea con Chase o algo similar?

—Peor —tomo mi rostro entre mis manos. Entramos a la casa—, una Barbie que me quiere mil metros bajo tierra. ¿Recuerdas que te conté sobre una tal Scarlett? —asiente— Bueno, cuestión que estaba con Chase. Le mostré el estudio que está a un par de cuadras, nos besamos y la princesa esta apareció.

Se gira hacia mí con una sonrisita.

—¿Escuché bien? ¿Dijiste beso con Chase?

Siento el calor subir a mis mejillas. Asiento.

—Pero ella lo arruina todo. Hoy estuvo todo bien con Marie... ¿Puedes creer que hasta sacó los frenos del auto de Chase? ¡Me quiere muerta!

Me mira como si fuera de no creer.

—Entonces desde ahora, querida amiga, deberás cuidar cada uno de tus pasos. Ya sabes de lo que ella es capaz. Siempre mira detrás de tu espalda, Charli.

Crown | Chase y CharliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora