Crown | Chase y Charli

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CHARLI DAMELIO

DOS DÍAS DESPUÉS

—Último llamado. Pasajeros del vuelo P369 con destino a San Francisco, abordar el avión.

Muerdo mi labio inferior con nerviosismo. Chase fue a comprar golosinas con los niños hace más de diez minutos y aún no vuelven. Temo a perder el avión.

Hago un sonidito de alivio cuando los veo acercarse corriendo, con Tyler en los brazos de Chase y Selena en su espalda. Rápidamente me acerco a Chase y tomo en brazos a Tyler y juntos corremos al pasillo que nos llevará hasta el avión. Por suerte ya habíamos pasado las maletas antes.

Nosotros iremos en la parte VIP, y era de esperarse, somos parte de la familia real de Gardenia. Lo que me sorprende es que no hayamos viajado en un Jet privado tal y como suele hacerlo la familia Hudson cuando deben viajar.

Nuestro viaje familiar estuvo de maravilla, dejando de lado los celos de Chase, claro, los cuales aumentaban más cada día. Los tres días nos encontramos a Christopher en cualquier lugar al que íbamos, pero a mí sólo me causó ternura verlos. Al final, intercambiaron números para permanecer en contacto.

No sé si Christopher se ha fijado en Selena en un ámbito romántico, pero sin duda, mi hija es hermosa. Sorprendentemente, Selena y Tyler tienen rasgos físicos similares a los míos y a los de Chase.

Es decir, ambos hermanos tienen ojos azules como Chase, pero también tienen pecas y pelo castaño como yo. A veces pareciera que somos sus padres biológicos, de hecho, más de una persona nos lo hizo saber en Brasil.

No voy a negar que esto de la maternidad no cuesta, porque sí es complicado. No porque sean unos niños malcriados, yo creo que más que nada es por el período de adaptación que Chase y yo estamos pasando, pero sé que sabremos manejarlo. Lo que me agobia un poco son las miradas y críticas de algunas personas, que me menosprecian por mi decisión sobre ser madre a temprana edad, pero supongo que con el tiempo me acostumbraré a eso.

Respecto al comportamiento de los niños, no es fácil pero tampoco difícil. Son niños de carácter fuerte pero de igual manera son sensibles; como todo ser humano, tienen su punto de quiebre.
Son niños muy agradecidos de lo que tienen y lo que les damos. Amo mi título de mamá, y el simple hecho de escuchar esa palabra salir de sus pequeñas bocas me llena el corazón y me alegra el día.

En cuando a apego, Tyler tiene una especie de conexión conmigo, al igual que Selena con Chase, y lo entiendo. Chase fue el primero que se acercó a ella en nuestra primera visita al orfanato, lo mismo que yo con Tyler.

A lo largo del vuelo no recibimos nada de la comida que nos ofrecieron, puesto que fue suficiente con todo lo que compró Chase en el aeropuerto.

Después de unas largas dieciséis horas de vuelo, llegamos a nuestro destino; San Francisco. Chase no pegó un ojo en todo el trayecto, sólo hizo tareas pendientes del palacio o las adelantaba, yo dormí un poco pero también le ayudé y claro, hice mis deberes de princesa. En cuanto a los niños, durmieron bastante, pero también se entretenían viendo películas.

Luego de una hora de llegar al aeropuerto, nos fuimos al palacio. Eran las cuatro de la madrugada y debíamos entrar en sumo silencio. Chase y los niños se quedaron en la cocina para hidratarse un poco, mientras que yo subí las escaleras sin mis tacones para no hacer ruido.

Suspiré de alivio cuando terminé de subir las escaleras, pero pegué un salto cuando las luces del pasillo se prendieron de la nada, dejándome ver a mi madre viéndome de brazos cruzados.