Crown | Chase y Charli

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CHASE HUDSON

2 DÍAS DESPUÉS

Quedan exactamente tres días para la coronación, y aunque no lo parezca, estoy con los nervios a mil, y ni hablar de Charli.

Ya nos encontramos en Gardenia, Charli y los niños quedaron petrificados al ver el tamaño del palacio y las cosas de su interior.

Las habitaciones de los chicos ahora son casi el triple de lo que eran las de San Francisco. Aún recuerdo la reacción de Selena...

—¡Nuestras habitaciones son gigantes! No nos vendría mal un hermanito, ¿cierto, Tyler?

Niña traviesa...

En cuanto a mi habitación... Bueno, he tenido que cambiar mis cosas de lugar al nuevo cuarto que sería mío y de Charli. Es enorme.

Estos días ha estado aprendiendo todo lo que le falta por si sola, incluyendo lo que son las leyes y el reglamento real.

Juntos hemos querido despedir a Brooke antes del viaje, sin embargo mi padre es quien tiene la última palabra aún, y ha determinado que Brooke se queda hasta que Marie vuelva.

Pero el hecho de que se quede no quiere decir que Charli haya aceptado su ayuda. Es más, sólo hablan cuando la situación lo requiere, y Brooke tiene sumamente prohibido hablar con los niños.

Kimberly, Andrea y Alex viajaron con nosotros, las dos primeras han ayudado a Charli a montones, y en cuanto a Alex... Es complicado. Si bien ayudó a Charli en su momento, todavía le guardamos rencor y se nos hace más difícil confiar en el, pero resulta que está intentando algo con Andrea.

Andrea permanecerá aquí durante un par de semanas, y luego tendrá que volver a San Francisco para ir a su universidad, que por desgracia, no es la misma a la que asiste su mejor amiga. El hecho de que Alex haya viajado con ella sabiendo que tendrán que volver a viajar de vuelta a la ciudad hace que confíe en que va en serio.

Por el lado de los niños, han estado acostumbrándose al nuevo espacio y recorriendo el palacio y el jardín repleto de coloridas flores.

Selena ya dijo que quería usar un vestido rojo, por lo que su hermano optó por usar un traje caoba oscuro con una corbata dorada, yo usaré lo mismo.

Ahora mismo, voy camino a nuestra habitación, toco cuatro veces y entro. Con Charli hemos llegado al acuerdo de que cuando se trate de nosotros, tocaríamos cuatro veces y sabríamos que es uno de los dos.

Abro un poco los ojos porque me sorprende ver a Charli con un peinado extraño y la mitad de la cara maquillada con un color y la otra mitad con otro. A su alrededor, hay cuatro asistentes que salen de la habitación en cuanto hago acto de presencia para darnos un poco de privacidad.

Me acerco por su espalda —está sentada en el banco del tocador con luces— y nos miramos a través del espejo sin decir nada.

Luce hermosa.

—¿Y... —hace una mueva al ver su reflejo— qué tal?

—Preciosa —me agacho un poco para estar a la altura de su cabeza y abre los ojos en cuanto le beso la mejilla.

—¡Chase!

—¿Qué?

—¡No puedes besarme!

Hago un puchero y frunzo el ceño, cosa que la hace reír.