|59: "Nutella"|

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Iana Bennett.

Los altavoces del recibidor de la suite resonaban con la canción Let Me de Zayn.

El rostro de Max era tedioso y solo me provocaba muchas carcajadas, estaba sentado en el sillón mirándome con advertencia en sus ojos, pero no me importaba. Habíamos decidido en escuchar música de nuestros gustos así que debía de aguantarse que Zayn Malik sonara en los altavoces.

— No volveré a decirlo Iana, cambia la canción — lo ignoré mientras cantaba la canción con una sonrisa en mis labios y negaba frenéticamente viéndolo fijamente.

— "For the rest of my life, for the rest of yours" — canté mientras me sentaba en su regazo y comenzaba a desordenar su cabello. Max sonrió de lado para luego volver a adornar su rostro tedioso.

— Ni siquiera sé que tiene ese hombre que tanto te gusta — ¿Así que eso es lo que le molesta? Pensé sintiendo la malicia recorrer mi cuerpo, así que esbocé una sonrisa colocando mia manos en su mejilla.

— Zayn Malik, lo tiene todo Max — besé sus labios — Es el hombre perfecto en la faz de la tierra, o sea, cuando Dios quiso crear la perfección lo hizo a él en vez de otra cosa — me miró enojado.

— Es solo un hombre como cualquier otro, solo un cantante más — abrí mi boca ofendida viendo la indiferencia de sus palabras.

— A ver cariño — respiré profundo — Zayn no es un cantante más, es el mejor cantante, así que seguiré escuchando sus canciones te guste o no — sonrió ladino.

— ¿Me estas retando? — negué sonriendo inocente.

— Solo te estoy advirtiendo cariñito — susurré sobre sus labios pero entonces sucedió algo que no me esperaba.

Max me tomó de las piernas levantándose del sillón para luego tumbarme en el sillón con brusquedad, se encamino a los altavoces con una sonrisa superior y sin dudarlo me levanté rápido caminando detrás de él.

— ¡Max, no lo hagas! — exclamé intentando agarrar mi móvil que ahora se encontraba en su mano mientras la música seguía sonando.

— Me retaste, así que veamos — empezó a desbloquear mi móvil y fruncí mi ceño.

— ¿Como sabes mis dígitos?

— ¿Acaso sabes con quién convives? — abrí mi boca quedando estupefacta. Bien, no tengo ni una palabra que decir al respecto.

— Max dejá mi móvil — Espeté enojada.

— Quita esa canción — comentó cuando la canción volvió a reproducirse. Lo miré colocando mis manos en mi cintura.

— Es que... Max... — suplique y el se alejó de mi caminando a la azotea del recibidor y donde se encontraba un perfecto jacuzzi — Tu solo estas celoso de mi cantante favorito desde aquél concierto en el que tu me llevaste — afirmé y él sonrió.

— Te lo ofreciste en mi cara — mis mejillas se colocaron rojas de la vergüenza. El mordió su labio inferior sin dejar de verme — ¿Sabes lo molesto que fue eso? No me agrada y simplemente no puedo aceptar que lo escuches estando a mi lado —

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora