Más Que Amor ✔3

|04: "Emoción"|

Mariano Davis.

— Yo necesito que todos mis vienes, absolutamente todos queden a su nombre, por eso mandé a llamarte.

El abogado me observaba anotando con un bolígrafo en una pequeña libreta todo lo que yo comenzaba a relatarle.

— Mi señor, debe recordar que quedan más personas de su familia

— Pero de todos ellos solo vas anotar a cuatro personas, la principal tendrá la mayoría el cincuenta por cierto de toda mi fortuna, y las demays obtendran solo un cuarenta y cinco por ciento, lo que equivale a quince para cada uno.

El abogado asintió escribiendo todos los vienes que le estaba relatando, y luego no preguntó más nada.

Caminaba de un lado a otro con las manos en mi espalda mientras seguía hablando sobre todo lo que iría en mi testamento. Me gustaba la idea de que Iana fuera la dueña mayoritaria dr mi fortuna cuando llegara mi momento de morir, lo cual seria dentro de muchos años.

Iana es la chica mas dulce que yo habia podido conocer, era una chica decisida que le habia tocado vivir y sufrir por errores de otras personas. Cuando la conocí supo como ganarse mi cariño, mi respeto y mi admiración, lo que hubiera donde éste pobre viejo por haberla conocido mucho antes de que su padre cometiera aquella injusticia con su vida.

Max, mi nieto tenía una gran mujer en su vida, una mujer que lo sacaba de todo aquel mundo que el bastardo de su padre le habia hecho vivir. Y por culpa de eso él tuvo que morir y ella tuvo que pagar con una muerta que no fué suya. Cuando la noticia salió en el noticiero no pude evitar sentirme muy mal por ella, porque sé que ella jamás cometería aquel asesinato, ella ama a mi nieto pero como siempre Omar lo arruina todo.

— Señor pero ella no es su hija...

Sonreí...

— Es como si lo fuera, así que quiero el testamento más tardar para el viernes de ésta semana.

El abogado asintió y guardo su libreta en su portafolio.

— Lo tendrá señor con su permiso.

Asentí y comenzó a retirarse de mi oficina. Mientras mi asistente llegaba con una lista de todas las cosas que habia pedido seguido con la decoradora de interiores de mi casa. El frío de Londres era agradable, mi casa se encontraba a las afueras de la ciudad, tenía una estructura clásica y su interior era del mismo modo con mueblería moderna y lujosa, la habia comprado justo cuando mi imperio habían crecido y le tenía un cariño a ésta casa.

— Señor aquí está la lista... Y la señorita viene a mostrarte la idea para la habitación.

Hice una seña para que entrada y nos dejara solo, la señorita se sentó enfrente de mi escritorio y me tendió tres diseños exclusivos que habia tomado la de las habitaciones principales.

— He traido tres diseños de acuerdo con todo lo que quiere para la habitación.

Revisé la lista de todo los productos y las prendas que habia pedido para Iana, seguido de éstl comencé a ver los diseños que la diseñadora de interiores me había entregado.

El primero era una habitación en tonos claros juntados con algunos tocadores oscuros que hacian resaltar  lo elegante de la habitación. Me gustaba pero al mismo tiempo tenía un toque vacío.