Prólogo

6K 160 9
                                    


La vida me había separado de la persona que más amaba en mi vida, pero a la vez me junto con otra que pensé que nunca volvería a ver. Sentí como parte de mi felicidad volvía a nacer de la oscuridad, y como la luz me abrazaba.

Por primera vez me sentía como una persona normal, estaba con alguien que nunca me había mentido, de una persona que durante muchos años no estuvo conmigo, y a la cual tenía muchas ganas de volver a ver.

Caminamos tomada de la mano sonriendo mientras la puerta de la casa se abría enfrente de nosotras, habían guardias por doquier, y más que antes. Entonces fruncí mi ceño... Nos miramos los rostros confundidas ante la tanta seguridad ya que ésto no era normal, y solté su mano acercándome al coche mi bebé y lo tome en brazos... Un guardia nos indicó que siguiéramos y el miedo recorría mi cuerpo. 

Pensé que esta casa estaría sola, puesto que con la muerte de Max ya no quedaría nada, ni siquiera dinero porque se lo habían llevado todo... El roce de la mano de mi acompañante me tranquilizó, y con su mirada asintió dándome apoyo, pero eso me calmaba mi angustia. Mi bebe comenzó a quejarse en mi brazos y recordé lo mucho que le molestaba tener su rostro cubierto, y retire la sabana.

— Muy precioso su bebe señora.

Comento el guardia pero lo fulmine con la mirada, el asintió disculpándose y respire con el corazón desbocado. Al llegar a la entada de la casa habían mas guardias que susurrando cosas sin sentidos y eso me preocupó.

Algo va mal.

— Por aquí es señora.

Comencé a seguirlo sintiendo una presión en mi pecho que me obligaba llorar... algo estaba pasando y por alguna razón nadie quería decirme, comencé a hiperventilar acariciando el rostro de mi bebe, y entonces la camina freno en el jardín trasero...

¡No!

— Bienvenida a casa señora Davis.

Se prohíbe la copia, adaptación, o plagios.

Es una historia original.

Alexandra Aguiar.

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora