|53: "Como Ella No Encontrarás"|

896 77 12
                                    

Max Davis.

No era fácil para mi actuar de esa forma.

Tenía mis razones, razones fuertes, que por mucho que intentara expresarle a Iana no lo lograba.

Habia captado el dolor en sus ojos en el momento en que me encontró en el pequeño balcón de la sala de estar. Sin embargo, le permití estar a mi lado porque al igual que ella yo la extrañaba mucho. Pero mis pensamientos me jugaban mal cada vez que deseaba mandar todo a la mierda.

No quise compañarla al aeropuerto por la razón de que me dolía al igual que ella la partida de nuestro hijo, y prefería pasar mi enojo sola y con una botella de whisky. Me sentía totalmente culpable de haber escuchado la conversación con su madre. Pero la curiosidad de saber lo que sus sentimientos jugaban en el momento era tan grande que fue inevitable. Está muy claro que la amo,  esa castaña de ojos oscuros y brillosos, con esos labuos carnosos y un cuerpo curvilíneo y delicado lo amaba. Amo su comprensión, su forma tan especial de sonreír sun importar lo que a su alrededor éste sucediendo. Sin embargo todo eso se había apagado por centrarme en los problemas y no en ella.

Porque la dejé sola.

— Sam salió herido al igual que Omar. Pero debemos recalcar que ambos estan furiosos debido a que la muerte de Federico Bennett salió ésta mañana en las noticias — Te amo Max, pensé mirando a la pared de mi oficina — ¿Me escuchas? — asintí saliendo de mi ensoñación con las palabras de Iana. Anxo se notaba incómodo y solo pudo mirarme haciendo muecas con sus labios.

— ¿Qué dice el informe policial sobre su muerte? — pregunté ignorando la conversación que iba a realizar respecto a lo que me estaba sucediendo.

Y aunque la necesitaba, simplemente no la quería.

— Según la policía, se dice que Federico Bennett estaba metido en un gran problema con la mafia y que por tan razón acabó muerto — pauso tragando saliva — Pero también se dice que su hija puede ayudarlos a entender un poco lo que sucedió. Lo cual nos deja que para más tarde buscaran a Iana éste donde éste —

— Nadie puede saber la ubicación de mi mujer a excepción de nosotros y su hermano. ¿Hay algún forma de que la ubicación no aparezca? — Anxo se rascó la nuca nervioso.

— Max si desviamos la ubicación puede que sospechen que ella tiene algo que ver — pauso — además, la policía tiene una tecnología muy avanzada que ni yo mismo puedo controlar — suspiró en silencio — La única manera de solucionar esto es que ella venga hasta aquí y conversen aquí —

Asentí sin rechistar porque era una perfecta idea. Porque lo que no dude en llamar a su hermano, al menos sabía que sus intenciones eran buenas despues de todo. Había podido mantener una conversación decente sin querer ahorcarlo con mis propias manos, así que era un buen progreso, supongo.

— Los inversores de Whashinton y Cleveland tranfieron una gran cantidad de dinero ésta mañana para un lavado exclusivo, por lo que tenemos mucho trabajo ésta semana — No puedes seguir tratándome de esa forma — ¿Max de verdad estás bien? — mordí mi labio negando frenéticamente.

— Tengo problemas con Iana desde que le comente lo que estaba sucediendo con lo del viaje y nuestro hijo.

— Joder, si que está difícil... Supongo que te pregunto por la forma en que actuas últimamente — volví asentir pasando las manos por mi cabello.

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora