|33: "Retrato"|

1.3K 93 13
                                    

Iana Bennett.

Sostenía varios globos en mi mano junto a mi vientre. Mi vestido se levantaba a causa de la brisa fría y por un momento sentí nervios de que supiera lo que estaba tramando.

Max solo negaba mordiendo su labio en silencio mientras Mase jugueteaba con la tarjeta que le había dejado. Sonreí al ver que los dos hombres de mi vida estaban frente a mí, recordándome que no estaba sola. Hoy veinticinco de Mayo Max estaba cumpliendo veintisiete años. En todo el día me habia preguntado como nos habia pasado tan rápido el tiempo. Ya venía nuestro aniversario y de solo recordarlo sentía una emoción inmensa, recordaba lo magnífica que fué nuestra boda, y como había logrado dejarme claro que era lo más inesperado que pudo haberme pasado.

— Feliz cumpleaños Max.

Murmure extendiéndole la caja de regalo que se encontraba a mi lado. Desde la mañanas habia estado planeando todo, preparando las habitaciones a escondidas de él para que no de diera cuenta de lo que estaba planeando. Pero la necedad que tenía no era para nada normal, fué difícil deshacerme de él y hacer que se quedara en la habitación, sin embargo cuando estuvo dormido aproveché y fuí directo hacia la recepción de la casa.

Max estaba decidido a pasar varios días tranquilo y no me quejaba debido a que se aproximaba su cumpleaños. El enterarme de la fecha fué gracias a su madre que me había dicho las ganas que tenía de verlo y luego de que me comentara aquello mi mente viajó, nunca habia tenido éste detalle con el jamás, si le había regalado algunas que otras prendas pero ninguo había sido un regalo digno de como él los hacía para mí.

Me había encargado de organizar todo el lugar junto a mi madre, Marce  junto a Mariella y la chicas de servicio se encargaron de que toda la comida estuviera perfecta y el hecho de que la noche cayera, significaba que era la hora. Había decorado el recibidor con globos que identificaran los gustos de que esposo, todo elegante y lujosos, habían cortinas en pedrería, algunas botellas de su preferencia, una mesa repleta de regalos por parte de su madre y de Marce, mientras que yo tenía mi regalo apartado para él.

Los globos blancos rodeaban todo el cielo raso de la casa, y por ende aunque a Max no le agradaran, a mi me parecía que le daba un toque fiestero ambiente. El comedor por su parte estaba extendendido, hoy no solo estaríamos su familia y yo, también estarían Sam y algunas personas cercanas a él que eran de su confianza. Por lo que lo decore con mucha más elegancia. Un mantel cubría la mesa amplia de punta a punta, platos estaban delante de cada cada asiento, los cubiertos a su lado relucían por la luz blanca de la lámpara. Habian pequeño candelabros con algunas velas encendidas que hacían ver el lugar modernizado. Eran sus gustos, los lujos.

Por otro lado, la parte trasera de la casa por la cual se accedía a la playa, habían algunos muebles para admirar la noche, luces en cascada bajaban por las paredes para iluminar el espacio pequeño de la reunión de ésta noche.

Todo estaba perfecto.

— Ni siquiera me acordaba de que hoy era mi cumpleaños.

Afirmó sonriendo, aquellos perfectos dientes me hicieron curvar mis labios en una sonrisa. Que impresionante podía ser a veces.

— Ni siquiera revisaste la fecha en el móvil.

Recrimine cuando se acercó a mí dejando un beso tierno en mis labios.

— ¿Para que hacerlo cuando mi mujer se encarga de distrarme a diario?

Rodeé los ojos extendiendo mis brazos hacia Mase. Quería que Max abriera su regalo y el cual me había llevado días planearlo. No tenía muy claro si iba a llegar a gustarle y los nervios me tenían a flor de piel. Max Alzó la caja de regalo y deshizo el moño que sostenían la cubierta, mordí mi labio inferior cuando levantó la cubierta de la caja con lentitud y la dejó sobre la mesa. Me miró rápidamente relamiendo su labios inferior con picardía para luego fijarse en el contenido de la pequeña caja.

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora