|11: "Duda"|

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Iana Bennett.

Un mes habia pasado desde que supe la verdad.

Mes en el cual habia decidido no comentar al respecto, ni mucho menos pensar.

Había disfrutado mucho este mes, pasaba mucho tiempo con Mase y mi madre. Habia crecido y comía mucho, me encantaba cada vez que abría sus ojitos y jugueteaba con mis dedos.

Asímismo, cada vez que la verdad regresaba a mi mente solo podía existir una cosa para mí y era evitarla. Quiero pasar tiempo con mi hijo y no estar metida en más problemas porque mi vida estaba en perfecto camino.

— Le preparé el biberón a Mase ha estado quejándose un buen rato.

Comentó mi madre sonriendo, ella era la que más le encanta estar con Mase, y la felicidad que enamaban sus ojos cada vez que lo tomaba en brazos era inexplicable. Mi madre me habia confesado que cada vez que veía a Mase sentía una emoción y melancolía, le recordaba cuando me tuvo a mí y a Igor, y los momentos en los cuales fuimos felices.

— Gracias mamá...

Contesté observando mi móvil. No me habia deshecho del chip porque sentía que en algún momento me sería útil; sin embargo, al tenerlo me incitaba a curiosear aquellas coordenas.

— Ha pasado un mes desde el nacimiento de Mase, y has estado ajena a lo que sucede a tu alrededor hija.

La observé, se veía confundida y no podía evitar sentirme culpable al respecto. Aún así, necesitaba preguntarle respecto a mi padre.

— Mamá... ¿Mi padre nos quiso?

Mi pregunta la tomó por sorpresa, pero luego sonrió.

— Creo que su ambición por el dinero era más grande que querer a sus hijos.

Murmuró y todo se volvió en un completo silencio.

— Max me dijo que mi padre nunca me quiso, pero todos los años que estuve con él, se mostraba distinto, incluso que mostraba lo mucho que me quería.

— Una persona que quiere cuida su tesoro para no perderlo nunca.

No dije nada viendo como se acomodaba en la silla.

— Pero él no me dejó sola. En parte estuvo mal que me vendiera pero me dejó unida en cierta parta a Max.

— ¿Sabes porque lo hizo?

Preguntó y yo negué relamiendo mis labios nerviosa.

— Tu padre es muy bueno para fingir,  lo conozco y sé que él por el dinero daría hasta su propia vida. Sé que lo hizo simplemente porque sabia que Max era adinerado y debía asegurar si vida por si en algún momento algo le salía mal. No te digo ésto para que lo odies, sino para que te des cuenta que hasta el más cariñoso no siempre es la persona que esperamos.

Sentí alivio de tener esa conversación con mi madre. Ella me sonrió alergando que debía darle de comer a Mase para luego ir a darle un baño. Me quedé sentada en la mesa viendo el exterior de la casa. Quizás mamá tiene razón y siempre fuí ingenua.

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora