|36: "Regreso precipitado"|

1.2K 101 16
                                    

Iana Bennett

— Despierta Iana.

Hice una mueca de fastidio aún con los ojos cerrados.

— Iana por favor despierta.

La orden sonó como molestia, entonces sin dudarlo abrí mis ojos con pereza. El rostro firme e inexpresivo de Max me hizo levantar del sillón para verlo mejor, estaba arrodillado enfrente a mi con su ceño totalmente fruncido, me observaba con detenimiento quitando un mechón que caía por mi rostro. Colocó sus manos sobre las mías y se inclinó mí besando mi mejilla.

— Ya aterrizamos...

Murmuró viéndome a los ojos. Estaba tan serio, no me trataba con amor ni con ese toque amoroso que solía caracterizarlo. A mi alrededor estaba mi madre jugando con Mase, me asomé por la ventanilla del avión y observé la pista. ¿En que momento habíamos llegado? ¿Por qué no sentí el movimiento del avión? ¿Y por qué Max se encontraba de esa forma tan extraña?

— ¿Qué sucede contigo Max?

Soltó un suspiro desviando mi mirada por tan solo tres segundos.

— Necesito que te coloques la ropa que está en el lavado, que te arregles  y te coloques preciosa.

Encargué una ceja confusa.

— Por favor.

Suplicó con una mirada cansada entonces noté como iba vestido, en ese perfecto traje de color azul.

Suplicó con una mirada cansada entonces noté como iba vestido, en ese perfecto traje de color azul

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Estaba tan arreglado que fué inevitable no sentirme confusa. Giré mi rostro viendo a mi madre enfundada en un vestido color vino que resaltaba su silueta. Y Mase iba con una ropa igual que elegante. ¿Qué mierda...?

— ¿Me vas a decir que coño está sucediendo Max?

Exigí en busca de una respuesta pero solo me miró serio.

— Solo ve a arreglarte, ya después hablamos no queda mucho tiempo.

Tomó mi mano haciendo que me levantara del sillón y me llevó por el pasillo hacía el baño, ante mi vista había una ropa muy elegante, pero seguía sin entender el misterio que Max cargaba encima. Él me miró y luego enojado se fué de regreso por el pasillo. Molesta de la situación cerré la puerta y observé lo que se encontraba a mi vista.

Había un vestido en color crema sobre un gancho, el vestido iba acompañado de unas sandalias de tacón en plataforma. Sin dudarle retiré mi ropa cómoda y me dí una rápida ducha para comenzar a vestirme en silencio. Pensaba mucho en la actitud de Max y la mirada de mi madre. Ambos parecían que tenían ganas de hablar, su silencio lo confirmaba por completo.¿Perp qué estaba sucediendo en realidad?

Las preguntas rondaban por mi cabeza sin razón alguna, me buscan en todo momento para decirme que había algo que yo no sabía. Se supone que estamos en México no en Seattle. O al menos que sean una sorpresa que Max tenga preparada para mí. Sin dudarlo más me empecé a arreglar luego de ver como el vestido de amoldeaba a mis curvas. Comencé a maquillarme un poco natural y dejé mi cabello desordenado. Pasé un lindo labial claro por mis carnosos labios y tomé los lentes que se encontraba en el lavado.

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora