|24: "Magia"|

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Iana Bennett.

¿Acaso escuché mal o dijo narcotráfico?

Exclamé asombrada observando a Sam sonreirme. Max pasó una mano por su frente con desesperación, sé que intentó evitar de Sam me acorralara con aquella pregunta. Sam me miraba ansioso por mi respuesta mientras que Max se notaba preocupado e incluso algo nervioso.

— No escuchaste mal querida Iana. Necesito tener tu opinión.

Abrí mi boca dejando que las palabras llegaran a mi mente pero no lo hacían. No tenía una respuesta concreta pero estaba segura de que necesitaba un impulso y fue donde Max habló.

— Linda, al igual que Sam pensé en esa opción... Cuando llegaste me planteé la idea de que te volvieras la presidenta ejecutiva de mi empresa y con ella llevaríamos a cabo una gran exportación de mercancía la cual de distribuiría por la ciudad hasta expandirse.

Silencio. La mesa estaba en silencio. Acaba de salir de una pelea con Lucy hace varias horas y ahora me encuentro con la idea de que seré narco.

— Pienso que podría ser muy arriesgado. Ser narco no es fácil, además mi vida correrá peligro al exponerme en la boca del lobo.

Sam asintió observando a Max quien también asintió en silencio.

— En eso tienes razón estarás expuesta, pero con seguridad camuflajeada y guardaespaldas a todo momento contigo.

Recalcó Sam y mi pierna tenía ese tic nervioso, froté mid manos sobre ellas tratanto de calmar aquel nerviosismo que sentía.

— Lo siento pero no entiendo porque yo, hay más mujeres dispuesta ha lo que sea por dinero.

Max mordió su labio.

— Pero yo confío en tí y en tu capacidad para llevar a cabo los negocios, además estaré contigo y nunca estarás sola.

Mordí mi mejilla interna.

— Tal vez no lo veas buena idea horita, pero una vez que estes dentro y sobre una sala llena de mafiosos, te vas a dar cuenta del poder que trae eso, y no vas a querer dejarlo. Porque así somos los de éste mundo. Una vez dentro ya no hay vuelta atrás.

Comentó Sam.

— Así funciona ésto linda.

Me miró con una sonrisa melancólica...

¿Ahora que se supone que haré?

•••

El camino a casa fué un total y cómodo silencio. Sin embargo la necesidad dar una respuesta y saber más con respecto a lo que Max y Sam me habían comentado.

La reunión se portergó para dentro de varios días, en los cuales yo debía tomar una decisión que marcaría mi vida, y la colocaría en peligro al igual que a Mase quien apenas comenzaba a crecer. También estaba mi madre, ella también correría peligro y no debía permitirlo.

Además de todo eso al regresar a Seattle Omar me va a encontrar, me busca por debajo de las piedras y no va a descansar hasta hacerme ver sufrir a mí y a Max por todo lo que le hemos hecho. Me senté en el balcón colocando mis manos sobre mis mejillas soltando un suspiro audible y frustado. El sol estaba en su punto más alto y la ola de calor recorrió mi cuerpo. Recogí mi cabello en una coleta sin tratar de olvidar el tema de volverme una narco y caer de regreso en la cárcel con muchos años por la venta de droga.

Más Que Amor ✔3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora