43.

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Perdón por haceros esperar, ya lo tenéis aquí -capitulo 43 - espero que lo disfruten! Besos ❤

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-Me gustaría que me acompañaras a la parrillada de los Murillo. -Habló ella, sentada a horcajadas encima de él. Sergio le acarició la cintura mientras ella se inclinaba sobre él para poder plantarle un beso. La semana había pasado sorprendentemente rápido y se podría decir que Sergio se había mudado a vivir con Raquel. Aquel día era sábado, y tras ir al cenar la noche anterior y terminar haciendo el amor, ambos se habían despertado un poco tarde.

-No creo que sea bien recibido. -Contestó, acariciándole la mejilla.

-Tonterías. Vamos. -Lo animó, se separó de Sergio y se encaminó al baño. -Ya vamos tarde, Sergio, muévete.

-Será mejor que nos bañemos juntos. -Sugirió él.

-Es una genial idea.

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-¿Quieres dejar los nervios? No es como si mis padres fueran unos asesinos o algo. -Le sonrió ella, para después acomodarle el cuello de la camisa blanca que contrastaba con su jean. En aquella ocasión Raquel llevaba unas sencillas zapatillas negras con bolitas blancas, un simple jean y una bonita camisa agua marina sin mangas con un largo collar con un dije en forma de corazón.

-Ya, pero me odian.

-Eso no es cierto. Mejor vayámonos de una vez. -Le sonrió para después plantarle un beso en los labios, tomó su bolso tipo sobre y se encaminó a la puerta. -Vamos. -Volvió a animarlo.

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-Siempre he dicho que con la edad te pones más guapo, papá. -Lo halagó ella. Rodrigo se giró para poder observar a su hija. Dejó que la carne que se estaba preparando fuera cuidada por Christian y se acercó a su hija.

-Mi princesa. -Le sonrió mientras la abrazaba para plantarle un beso en la mejilla. Se separó de ella y observó el hombre que estaba a su lado. Raquel hizo una mueca al notar la forma en la que su padre miraba a Sergio. Se encontraban en el jardín de la casa de sus padres, podía observar como Crisdel jugaba con Paola sentada en el césped y como su madre leía un libro sentada debajo del árbol, mientras que Christian y Rodrigo preparaban todo para el almuerzo. Nadie le había dicho nada con respecto a la presencia de Sergio, no por el momento. -Trajiste un nuevo invitado. -Soltó él, alzándole su ceja. Raquel se tensó en aquel momento. -¿Y qué? ¿No estaba disponible Julio? -Preguntó Rodrigo de forma indiscreta. Ella abrió los ojos como platos ante aquello, su padre nunca había sido así, no entendía por qué lo era ahora.

-Papá, por favor. -Pidió ella, tomando la mano de Sergio. -Ven, vamos a saludar a Paola. -Comenzó a caminar hacia su sobrina, halándolo a él.

Según pasaron los minutos, Raquel comenzó a hablar con Crisdel mientras jugaba con Paola. Sergio había decidido tomar el valor de ir a ayudar a Rodrigo y a Christian a terminar de preparar la parrillada. Aun así Rodrigo no le dirigió palabra alguna a Sergio, y al notar la tensión Christian tuvo un repentino interés en saber de qué trataba el libro que estaba leyendo Bárbara, la madre de Raquel.

Sergio escuchó como Raquel se carcajeaba al jugar con Paola, y decidió hacer un comentario para romper el hielo.

-Se le dan muy bien los niños. -Comentó, mientras volteaba otro pedazo de carne.

Engaños de un amor (Serquel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora