Capítulo 60

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Maratón 4/9

Me fui

No sé cómo describir lo que sentí en ese momento. Ese beso sucedió de una manera totalmente inesperada. Mi corazón se aceleró de una manera impresionante. La sensación de sus labios tocando los míos ... Fue entonces que me di cuenta de lo que estaba pasando.

- Dulce... - dijo cuando terminó el beso. - Lo siento, no quería que fuera tan de repente.

Me alejé, todavía un poco sin aliento. No quería mirarlo a la cara. Christopher intentó acercarse de nuevo, pero me aparté. El auto afuera tocó el claxon diciendo que había llegado.

- Sabes ... - comencé a decir. - ¿Sabes qué es lo más divertido? - me miró sin comprender. - Te vi como un hombre que nunca perdía el control, que siempre parecía saber lo que estaba haciendo.

- Lo que tú...

- Pero estaba equivocada.

Pasé a Christopher y recogí mi equipaje detrás de él. Me miraba completamente desconcertado. Luego me dirigí hacia la puerta, pero cuando lo pasé de nuevo, rápidamente tomó su mano en la mía.

- Dulce, por favor no finjas que no sentiste nada con ese beso - acercó su rostro al mío.

Aparté la cara y lo abracé.

- No finjas, tienes miedo de perderme solo porque te recuerdo a tu vieja esposa ... - cuánto me dolió decirle eso ... - y que todo este tiempo, tu egoísmo por preocuparte solo por tus recuerdos, hizo que olvidarás que estaba sufriendo sin los mios ...

Se quedó allí, no movió un músculo, no salieron palabras de su boca. Me alejé, abrí la puerta de entrada y antes de irme miré hacia atrás.

- Si ese beso se hubiera dado pensando en mí, confieso que me hubiera quedado. Cuídate mi ángel y agradece a Anahí por todo lo que hizo.

Cerré la puerta de inmediato. El taxista señaló con el dedo su reloj señalando el retraso en mi aparición. Me disculpé y me subí al auto mientras él ponía mi maleta en el maletero.

Pronto el coche se fue. Estaba mirando hacia atrás, viendo la casa que por unas semanas fue mi hogar ... Recordé todo lo que pasé allí, todos los buenos momentos, todas las conversaciones que tuve con Christopher y Anahí, todos los almuerzos en juntos, de todos los recorridos y de todas las visiones y teorías que formamos juntos para intentar conocer mi pasado.

Me pregunté cuándo decidió Christopher ignorar mi sufrimiento para intentar borrar un poco el suyo. Me pregunté si desde el momento en que me vio en ese hospital por primera vez, lo tenía en mente.

Y confieso que allí, mientras me besaba, la posibilidad de renunciar a todo y estar a su lado se volvió casi irresistible. Pero sabía que él no me amaba, que estaba confundido y que solo me veía como un recuerdo vivo de Ángel. Pensando en él, era inevitable que no apareciera una lágrima en mis ojos.

Ahora iría tras mi pasado, mi vida. Intentaría recuperar todo lo que había perdido y deseaba que finalmente aparecieran todas mis respuestas.

Memoria PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora