Capítulo 25

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Estoy aquí

El viento pareció refrescarnos. Algunas hojas del árbol donde estábamos abajo, caen lentamente. El ángel observó, pensativo, una de esas hojas descendiendo hasta que aterrizó en su frente. Todavía pensaba en las palabras que me había dicho minutos antes: "Digamos que ya conocí a alguien ...", no quería sentir curiosidad, pero era inevitable que no hiciera esta pregunta: ¡Suficiente! ¡Deja de pensar en la vida de los demás! ¡Piense en ti mismo! ¡Piensa en tus problemas! Puse mis manos sobre mi cabeza con tantos pensamientos explotando dentro de mí.

- ¿Algún problema? Christopher preguntó cuando notó mi movimiento.

- No ... está bien ... - dije, volviendo mis manos a la normalidad y mostrando una sonrisa medio forzada.

- Me temo que me esconderás algo, quiero decir, algo relacionado con tu salud.

- Eso significa que no confías en tu paciente.

- Terrible fracaso para un médico ... - comentó.

Continuó mirando el cielo, las hojas que comenzaban a caer del árbol. Y seguí mirando su rostro, que incluso de perfil era hermoso.

- Para demostrarte que no te oculto nada, te diré: Anoche, cuando estaba viendo televisión, tuve un destello de memoria.

El ángel se volvió para mirarme esperando que continuara.

- Estaba frente a una casa, y cuando me acerqué al balcón, vi a dos personas sentadas ... - Recordé la escena en mi mente. - Y cuando me acerqué aún más, me di cuenta de que era un hombre y una mujer. La mujer me llamó hija ...

 Tal vez no se dio cuenta, pero contar esa visión, o incluso recordarla, me puso muy triste ...

- ¿Te sientes sola?- Preguntó en un susurro.

Me sorprendió la pregunta al principio.

- No sé ... creo que abandonada ...

- Deben haber tenido una razón.

- Ni siquiera un mensaje, una visita. ¿Que pudo ser tan grave como para olvidarse de su propia hija?

Me estaba debilitando ... las lágrimas comenzaron a salir, tratando de eliminar el dolor en mí en forma de esas pequeñas gotas ... No podía llorar ... Tenía que ser fuerte ... Christopher no podía pensar que estaba solo una mujer frágil, una mujer débil que solo le estaba dando trabajo.

"Estoy aquí"- dijo de repente. - Puede que te hayan abandonado, pero yo no lo haré. Yo estoy aquí, siempre estaré a tu lado.

Estaba sin palabras ... simplemente sin palabras ... ¿Realmente había un hombre así? ¿No era solo mi imaginación? ¿Estás seguro de que no era un ángel?

Y cuando me di cuenta, comencé a sentirme atraída. Mi cara comenzó a acercarse a la suya. Y no podía controlarme, solo quería agradecer, tratar de confirmar que ese ser realmente existía ...

- ¡Me las pagarás! - Anahí ladró al llegar. - Tuve que caminar casi un kilómetro para llegar aquí ... - Me detuve de repente y me alejé, sonrojado. Aun así, cuando la miré, me di cuenta de que ella conocía mis intenciones, pero Christopher  ni cuenta se dió solo me miró, sin comprender la evasión detrás de mí, y mucho menos mi enfoque anterior.

"Olvidé llamarte", dijo, poniéndose de pie. - No tienes que hacer este escándalo- dijo mi Ángel.

- ¡Sin disculpas! Ahora levántate, no vine a mirar la vida.- dijo molesta Anahí.

Me levanté con la ayuda de Christopher, que extendió su mano para ayudarme.

- ¿Y que estás haciendo aquí?- Preguntó.

- Simplemente te llamé para que trajeras a Dulce, ese es el tema aquí.

- ¿eh? - dije confundido

Anahí me tomó de la mano y me llevó a un lugar que no noté de dónde era. Y miré hacia atrás, viendo a Christopher solo mirándonos saludándome con una sonrisa en su rostro. Y me sonrojé poco después, pensando en lo que podría haber sucedido si Anahí no hubiera aparecido...

Memoria PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora