Capítulo 65

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Maratón 9/9 Final

Solo recuerdos ...

¿Por qué estaba así? Estaban ahí, la razón por la que quería morir y abandonar la vida, las dos cosas más preciadas de mi vida estaban justo frente a mí y no podía alcanzarlas.

- ¿No importa más?- Preguntó Miguel. - ¿Por qué ya no importa?

Lo enfrenté todavía tratando de entender el motivo de esas preguntas.

- No entiendo ... - dije.

- Es hora de entender… - dijo Arthur. - ¿Por qué ya no importa? ¿Qué ya no importa?

Incluso mi hijo era extraño. Estaba empezando a asustarme.

- ¿Qué errores?- Preguntó Miguel. - ¿Qué errores cometiste al sentir que te mereces esto?

Fue entonces cuando comencé a darme cuenta de en qué dirección quería que se dirigiera la conversación.

- Miguel ... me estás asustando. No necesitamos hablar de eso, estamos juntos ...

- ¿Qué ya no importa?- Interrumpió Arthur.

Todavía no podía entender la insistencia en hablar de algo así que ...

- ¿Es miedo? - Miguel habló de repente. - ¿Miedo a enfrentar la realidad?

- ¿Qué realidad? - dije sin pensar. - ¿Qué estás muerto? ¿Qué pasaría el resto de mi vida sola, arrepintiéndome de mis errores?

- ¿Qué errores? - repitió de nuevo.

- ¡Por!- Grité. - ¡Por!... ¡Tú sabes bien la respuesta!

- ¿Sabes? - parecía indiferente incluso al ver mi condición. - ¿Y cuál sería?

Cerré mis puños. Miguel estaba siendo cruel conmigo. ¿Qué tipo de broma era está?

- ¿Es miedo? - dijo Arthur. - ¿Miedo a enfrentar la realidad?

- ¡No seas hipócrita! - Ladré sin darme cuenta de que estaba hablando con un niño. - ¿No estarías desesperado? Que no sabrían qué hacer si sus vidas se derrumbaran frente a ti. Que no encontrarían una razón para vivir después de que lo que lo mantuvo vivo se hubiera ido.

- ¿No es eso miedo?- Dijo Miguel.

- ¡Si!- Grité enojada. - ¿Es tan malo que una persona no sepa qué hacer? ¡No sabes lo que sentí! ¡No saben por lo que pasé!

- ¿Y cuál fue tu error?

Ya me estaba irritando profundamente.

- Por qué ... - traté de decir, ya comenzando a llorar de rabia.

- ¿Cuál fue tu error?

- ¡Haber ganado esa maldita medalla!- Grité de nuevo. - Pensar que algún día podría convertirme en pintora. Creer que hacer sacrificios ... - empezaron a aparecer lágrimas en mi rostro, lágrimas propias - fuí totalmente loca al pensar que el trabajo era más importante que la familia ...

Comencé a sollozar mientras lloraba, desesperada por exponer todo esto a Miguel y Arthur ...

- ¿Entonces fue un error de mi parte creer en ti?- Preguntó Miguel - ¿Fue un error de tus padres apoyarte toda tu vida para seguir esos sueños?

De repente, mientras hablaba, los recuerdos de momentos expresados ​​en sus palabras invadieron mi cabeza. Momentos en los que Miguel me llevaba a pasear para dejarme inspirar. De los días en que mi mamá enseñaba pequeños trucos de pintura que había aprendido. Escenas en las que mi padre visitó la exposición de obras en el colegio ... de todas esas pequeñas ocasiones ...

Memoria PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora