Capítulo 39

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Una mano

El almuerzo estuvo listo minutos después. Nada especial, como siempre. Se sentó a la mesa y comenzamos a servirnos. No podía mirarlo, no después de esas mentiras que había dicho. Pero no quedaba otra opción, ya estaba dicho y ese era uno de los precios a pagar.

-Estoy pensando en conseguir un trabajo- dije, dándome cuenta sólo en ese momento de que todavía no había hablado de este asunto con él.

- Um ... - gimió mientras masticaba algo - me lo dijo Anahí.

- ¿Y entonces?

Terminó de masticar y me miró un momento.

- ¿Qué puedo decir? No puedo entrometerme, es tu vida, ¿No?...

Quedé totalmente desconcertada por esas palabras. Nunca imaginé que Christopher pudiera ser tan ...

-Pero si todavía quieres saberlo, creo que está bien- dijo.

- Um ... - gruñí, por no decir nada más.

Seguimos comiendo. Pero pronto volvió al tema.

- ¿Y has pensado en algo?

- Aún no ... ¿tienes alguna idea? Y cuando te piden una opinión, decir que te estás entrometiendo es solo una tonta justificación para decir que no te importa el tema.

Se lo merecía...

- Está bien ... lo entendí ... si lo permites ... ¿Qué tal pintor?

Eh ... ¿por qué un pintor? ¿No fue él quien prometió no dejarme recuperar la memoria? Según recuerdo, la pintura podría traer algunos recuerdos.

- ¿Alguna razón para que yo ejerza esta profesión?

- Pintar es algo que puedes hacer, y muy bien, por cierto.

- No sé si podría considerarme un buen pintor, pero ¿qué pasa con el hecho de que ...

- Dulce, me sentiré más tranquilo sabiendo que estás segura en casa que trabajando en cualquier lugar ...

- ¿Incluso si puede hacer que mi memoria vuelva?

Tomó un respiro profundo.

- Eso es un problema, de hecho. Pero creo que las posibilidades son menores que con esos roles ...

No quería cuestionar. Terminamos de comer y me ofrecí a lavar los platos. Él protestó pero terminé convenciéndolo. Mientras lavaba, pensé que la idea de Christopher no era tan mala. Ser pintor era algo que podía disfrutar haciendo y bueno, me gustaba antes de perder la memoria, me gustaba tanto que lo había convertido en mi profesión. ¿Por qué no volver?

Cuando terminé de lavar, decidí intentar pintar algo. La habitación prohibida era, como de costumbre, la misma que la última vez que entré. No había ningún cuadro en el caballete y el que había pintado hace unos días estaba apoyado contra una pared. Esas dos lápidas ... todavía me molestaba verlas ...

Puse una pizarra blanca en el caballete y miré las pinturas y los pinceles del costado. Nunca antes había hecho esa pregunta, pero ¿Quién estaba pintando en esa habitación antes que yo? Christopher? No, no lo creo ... necesitaba recordar preguntarle a Anahí durante la fiesta.

Cogí uno de los pinceles y apliqué un poco de pintura. No había imagen en mi cabeza, ¿Qué pintaría? Decide pasar la pintura en esa pantalla aunque no haya nada definido. Y cuando me di cuenta, ya estaba en uno de mis flashes.

Estaba frente a una casa vieja, el techo de madera, las paredes color crema. Delante, solo un corral y un césped alto y mal cuidado. Estaba en un auto, mirando frente a esta casa.

- ¿Estás seguro de que la quieres? Preguntó alguien a mi lado.

Era una voz dulce pero masculina. Entonces reconocí al dueño. El hombre de esos ojos azules ...

- Si.

- ¡Hunf! Nunca imaginé que querrías vivir tan cerca de tus padres ...

- ¿Y porque no?

- Te conozco. Sé lo mucho que quieres salir de esta ciudad.

- ¿Irías conmigo?

- Sabes que lo haces.

- ¿Incluso si no te gusta la idea de irte de aquí?

- Si...

- Aún así, comencemos la vida aquí, al menos, hasta que lo haga bien ...

Pronto volví a la habitación prohibida. Al principio, no sentí ningún dolor. Pero al mirar la pintura, me di cuenta de que había pintado algo en ella. Y al ver la imagen, sentí que regresaban esos horribles dolores. Eran tan fuertes que cayeron al suelo en el mismo momento. Escuché pasos que se acercaban a mí. Era Christopher, desesperado por ver mi condición. Pero solo podía pensar en la imagen que había pintado. Era una mano, con un anillo en un dedo ...

Memoria PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora