Capítulo 53

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Maratón 8/8

No puedo ...

- Co ... Cómo ... ¿Cómo es eso? - fue todo lo que logré decir.

Ella siguió hacia la puerta y antes de cerrarla dijo:

- Saca tú la conclusión ...

Y luego cerró la puerta. Ella me dejó allí, con miles de preguntas formándose rápidamente en mi mente. Sentí que mi cabeza iba a explotar. Necesitaba controlarme, respirar profundamente y tratar de asimilarlo todo.

Si hubiera pintado esos cuadros que representan momentos importantes de mi vida, entonces el hombre solo podría ser Miguel. Entonces ... ¿Quién sería el niño a su lado? No ... no podía ser lo que estaba pensando ...

Darme cuenta de que podía tener un hijo con Miguel solo me desesperaba más. ¿Cómo es que ni siquiera mi propio hijo vino a visitarme? No podía aceptar ... De hecho, necesitaba calmarme, ni siquiera yo sabía si tenía un hijo con él. No había ningún recuerdo hasta ese momento que pudiera dar esa pista, ¿verdad?

Necesitaba más información, necesitaba encontrar las respuestas a esas preguntas que seguían surgiendo. Empecé a pensar en qué hacer a continuación, preocupándome principalmente por la advertencia de Anahí.

Las posibilidades de que yo muriera aumentaban, debía actuar lo más rápido posible era la única forma. Pero en el estado en el que me encontraba era bastante complicado.

Mover mi cuerpo se estaba volviendo más fácil con el tiempo, pero el dolor seguía. Incluso hablar fue difícil y fue un gran sacrificio intercambiar algunas palabras con Anahí. Tan fuerte que terminé tosiendo un poco de sangre justo después de que ella se fue ...

El resto de la tarde pasó lentamente ... y no pude soportarlo más. Estaba siendo consumida por dentro. En un acto un tanto irresponsable, decidí intentar levantarme y al menos caminar un rato por la habitación.

Puse mucha fuerza en mi espalda, tratando de levantarme. Pero antes de que pudiera hacer un movimiento, escuché moverse la manija de la puerta. Regresé rápidamente a mi posición anterior. Y quien quiera que fuera hizo que me diera un escalofrío en el estómago. Era Christopher ...

Tenía una bandeja de comida en sus manos. La cara muy melancólica y triste, haciéndome dudar si ese era realmente el ángel que conocía. Sus ojos evitaron mirarme y lentamente se acercó a la cama.

Por alguna razón, mi corazón estaba acelerado. Yo ... no podía pensar con claridad ... la conmoción de verlo así, totalmente devastado, fue enorme ... ¿Era yo quien lo estaba haciendo sufrir así? Me dolía el corazón al pensarlo ... Supongo que no podía imaginar el tamaño del daño hasta que lo vi en persona. En ese momento, me di cuenta de que me preocupaba por Christopher mucho más de lo que imaginaba.

Él era mi ángel protector, mi refugio seguro, la persona que se había ofrecido a ayudarme aunque no me conocía. No puedo creer que le pregunté a Anahí por qué se preocupaba tanto por mí, pero necesitaba saber ...

-Traje tu cena ...- dijo en un susurro.

- Gracias ... - dije.

Dejó la bandeja en mi regazo y se volvió. Luché un poco para poder sentarme y me di cuenta de que me estaba mirando por el rabillo del ojo, preocupado.

- ¿Necesitas ayuda?- Preguntó, todavía molesto.

- No gracias...

- Ya veo ... - comentó. - Te independizaste bastante rápido ...

Cambié mi vista de la bandeja de comida por él.

- ¿Qué quieres decir con ... - seguía siendo difícil hablar ya veces me tomaba descansos - ... con eso?

- Yo ... no dejaré ...

No respondió a mi pregunta y además me hizo no entender la otra afirmación.

- No te estoy entendiendo...

- Dulce, ¿Recuerdas la promesa que te hice?

"Me prometí a mí mismo que no te dejaría recuperar la memoria", recordé.

- Sí, lo recuerdo.

- Bien, bueno ... Bueno, sé que todavía tengo la intención de cumplirlo. Sabía del apartamento desde hace mucho tiempo, y también sabía de las fotos que había en él, porque lo había visitado unos días antes que tú. Te lo oculté y no me arrepiento. Tampoco me importa si me odias por no decírtelo.

Me di cuenta de que tenía las manos cerradas, como si tuviera algo dentro.

- Sé que tenías familia ... y olvidarla es imposible. Pero aún así, aunque sea difícil, aunque sea doloroso para ti, no puedo permitir que recuperes tu memoria. No puedo dejarte morir ...

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Bueno, espero les haya gustado el maratón, se los pensaba hacer con un par de capítulos más pero ya no alcanzó. Ustedes no lo saben pero hoy 12 es día de mi santo y el domingo es mi cumple (heeeeeee felicidades a mi 🥳🎂 jajaja) el caso es que tengo a mi familia aquí conmigo y pues ni modo de pasármela pegada al cel, ¿Verdad?
Si la votaciones siguen como hasta el momento, o sea, 26 votos. El próximo viernes hago un maratón más largo que el de hoy.

Memoria PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora