Memoria Perdida

Capítulo 7

Conociendo la casa de un ángel

Christopher le dijo a Recepcionista que iba a tomarse el resto del día libre. Me llevó a su auto y juntos comenzamos a caminar por la ciudad. No sé por qué, pero mi corazón estaba acelerado cuando subí al auto y aceleré aún más cuando comenzó a caminar. Tenía miedo y no sabía por qué.

Christopher: ¿Te sientes mal?- preguntó el ángel, dándose cuenta de que estaba respirando rápido.

YYY: Sí ... estoy un poco ansiosa y confundida.

Christopher: Echa un vistazo a la ciudad, tal vez recuerdes algo.

Miré por la ventana del auto. Había miles de edificios a mi alrededor, algunos tan altos que apenas podía ver la cima. Mucha gente caminaba por las aceras y otras en autos. En ese momento, me preguntaba si alguna de esas miles de personas podría ser alguien que conocía en mi vida olvidada.

Continuamos cruzando la ciudad hasta que los edificios desaparecieron y las casas aparecieron en su lugar. La calle parecía ser una en la que solo podían vivir los "ricos". Sí, el doctor debe ganar mucho. El ángel detuvo el auto frente a una casa muy tradicional, de madera y con techos marrones y una chimenea en la esquina.

"Me gusta ese tipo de ambiente", dijo Christopher después de que salimos del auto.

YYY: Tu casa es linda!

Christopher: Gracias, lástima que no la cuido mucho.

Fue al frente de la casa. El lugar estaba rodeado por un césped que parecía medio muerto y alto. Había algunos objetos esparcidos como una cortadora de césped y una vieja silla para tomar el sol. El ángel abrió la puerta y me invitó a entrar.

La casa en mi opinión era bastante acogedora, pero estaba un poco desordenada. Había un enorme sofá en la sala de estar donde estaba alrededor de una chimenea que estaba apagada y parecía que no se había usado en años. El piso era de madera y el techo estaba forrado. Había muchas fotos en la pared.

Christopher: Se que estamos en una buena zona, pero como ya dije, no he tenido tiempo de cuidar este lugar.

Me senté en el sofá y miré la casa a mi alrededor. Christopher siguió el pasillo hasta la esquina y desapareció. El sobre todavía estaba en mi mano. Necesitaba abrir y ver el contenido, pero el miedo aún me invadía, así que decidí dejarlo para más tarde.

El ángel apareció y me preguntó.

Christopher: ¿Tienes hambre?

YYY:(Puse mi mano sobre mi vientre) Bueno, supongo que sí, ¿cuánto tiempo llevo sin comer, tres años?

Christopher:(me regaló una hermosa sonrisa) Sígueme, te llevaré a la cocina.

Regresó al pasillo. Había tres puertas, una a la derecha y dos a la izquierda. Solo uno estaba abierta, por un hueco pude ver una especie de tablero en blanco en el centro de la habitación. No entendí muy bien lo que vi, pero no dejé de mirar y seguí adelante. La cocina apareció al final del pasillo y era casi del mismo tamaño que la sala de estar. Había armarios empotrados en las paredes y una mesa de madera en el centro donde había una jarra de rosas. Esa decoración no parecía hecha por un hombre.

YYY: ¿Vives solo? - pregunté sentándome en la mesa.

Christopher: Sí. Esa es una de las razones por las que esta casa parece abandonada.

YYY: ¿Entonces no estás casado?

Christopher: ¿No porqué? - soltando una risita.

YYY: Por nada...- agache la mirada avergonzada.

Estaba sorprendida, Christopher parecía ser un hombre con una familia inventada. Aunque eso de que vive solo, explica la mirada solitaria que había notado mientras estábamos en el hospital. En cierto modo, creo que él siente lo que estoy pasando con mi familia ...

Christopher: Como no hago muchas compras, tendré que cocinar. ¿Puedes esperar?

YYY: Por supuesto.

Me sorprendió de nuevo. No recuerdo mucho, pero creo que un hombre que sabe cocinar consigue algunos puntos con las mujeres. Fue al refrigerador y comenzó a buscar lo que podía cocinar.

YYY: Me da pena, siento que estoy abusando de tu buena voluntad ... - Comenté tímidamente.

Christopher: No digas eso. No podría dejarte así y desde hoy te digo que puedes quedarte aquí en casa todo el tiempo que quieras.

YYY: Espero que no tarde mucho ... No me gusta tu casa - abrí los ojos sorprendida de mi comentario pensando en que lo había ofendido - Perdona mi comentario... Me refiero a que siento que no sé por dónde empezar ... No sé cómo voy a recuperar mi memoria.

Christopher me miró. Parecía preocupado. Miró al techo como si estuviera pensando y respiró hondo, lo que parecía tener una conclusión. Se me acercó sentado en la silla frente a mí con un paquete de comida congelada en sus manos.

Christopher: Te voy a ayudar. No sé cómo, pero te ayudaré. Solo promete que no me agradecerás todo el tiempo y no sigas diciendo que esto es una molestia para mí. Quiero ayudarte y lo haré, pero todavía no sé cómo ...

Me sorprendieron esas palabras. Cada segundo que pasaba me preguntaba si realmente era un ángel. Aunque no recordaba nada, sentí que Christopher era la persona más servicial y útil que he conocido.

YYY: Graci... - pero cubrí mi boca de inmediato.- Él se rió y yo también comencé a reír.

Christopher: Prepararé la comida. Espero hacer algo que funcione, especialmente para alguien que no ha comido en tres años. Será un reto.

YYY: Entonces, sorpréndeme.

Y empezamos a reír de nuevo.