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« La luz brillará, entonces tu corazón sabrá,

que todas estas cosas que nos causan dolor por dentro,

vendrán y se irán.

Cuando las rosas florezcan y el disco no se raye,

cierra tus ojos y no vuelvas a mirar atrás,

las lecciones dolorosas son una herramienta perfecta »

⌛Matter of Time, Ashton Irwin🎤



Luke amaba viajar, amaba despertar en una ciudad diferente, con edificios distintos y vistas inigualables. Amaba llevar su música por el mundo, ver como las personas disfrutaban de sus canciones: desde sus líricas hasta los instrumentos, como amaban su música tanto como él la amaba.

Sin embargo, la música no era la único que amaba.

Viajar por el mundo llevando su música, era una cosa. Ser turista por el mundo con su mejor amiga, era otra muy diferente, algo nuevo de aquella gira, donde se permitía caminar por las calles de las ciudades que visitaba, donde sacaba fotos, donde veía regalos para llevarle a Maddox y Michael...

Maddox y Michael, aquellas dos personas se habían robado el corazón de Luke. El corazón del rubio cantante estaba ocupado por 3 cosas: la música, Michael y Maddox.

Así que, vivía con una emoción diaria de viajar por el mundo, pero también, aquello quería decir un día menos lejos de Michael y Maddox, y para que decir que cuando comenzaban sus semanas de descanso, lejos de deprimirse un poco por la pausa y abandonar la ciudad en la que estaba, la emoción y la alegría lo dominaban y en aquellas ocasiones tan especiales, apenas terminaba el concierto, tomaba un avión y volvía a Estados Unidos. Habían ocasiones donde Hayley lo acompañaba de regreso, otras veces Calum y Ashton, pero también existían momentos en donde él viajaba solo, porque sus amigos preferían explorar la ciudad o incluso viajar dentro del país de turno.

Y eso ocurría en aquel momento. Luke estaba ansioso y sintió la emoción correr por sus venas cuando las puertas de su hogar se abrieron. Eran las 2 de la madrugada pasadas, pero eso no era un impedimento para volver a casa. Lo habían ido a buscar al aeropuerto y Luke nunca se había sentido tan tranquilo de ver su hogar. Pareciera que no hubiese nadie, todas las luces estaban apagadas, tal como en su pasado, pero ahora era diferente, porque sabía que en dos habitaciones de esa gran mansión, dormían sus personas favoritas.

—Señor Hemmings, hemos llegado —anunció el conductor, por fin deteniendo el auto. Luke abrió la puerta rápidamente y lejos de darle tiempo al hombre para que bajara su equipaje, el mismo se hizo cargo, sorprendiéndolo.

—Gracias Joshua, todo en orden. Buenas noches —se despidió con prisa Luke, arrastrando la maleta tras él mientras cargaba su mochila en su espalda. El conductor negó con una sonrisa y se despidió, para comenzar a retroceder e irse de la mansión del cantante.

Luke se hizo camino por el gran jardín delantero. Vio a lo lejos, las luces de la ciudad que nunca duerme, pero también observó el desorden del jardín entre juguetes de Maddox, Petunia y Moose.  Sonrió.

Estaba agotado, realmente su cuerpo pareciera que se desvanecería en cualquier momento, todavía incluso apestaba a sudor por estar en el escenario, pero nada de eso impedía su felicidad por regresar a casa.

Movió la puerta de uno de los ventanales y aquel sonido, tan mínimo, fue suficiente como para escuchar las pequeñas patitas en el suelo que corrían. Luke se adentró a la mansión, dejando su maleta y mochila, y desde uno de las entradas a la sala de estar, logró ver a Petunia y Moose que corrieron hasta él entre chillidos y ladridos.

Best Years » MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora