Best Years » Muke

00.37

« Nadie dijo que esto sería fácil, nadie dijo que esto sería difícil.

Nadie me dio un libro de reglas para seguir,

 y mi alma no está hueca, ya verás.

Tenemos que encontrar nuestro lugar 

e iremos allí ahora»

⌛Satisfaction, Zayn 🎤

Luke le envió un mensaje a Hayley informándole donde estaba, que Max lo necesitaba y que llegaría eventualmente a casa, que los planes se mantendrían. Ella expresó preocupación y le envió saludos a Michael y Max, a pesar de que aún continuaba enviándose mensajes con su amigo enfermero, incluso habían salido hace un par de días. 

Michael mantenía su promesa. Su amistad continuaba allí para ella, como las puertas de su hogar seguían abiertas para la joven muchacha.

Michael, el resto de la tarde, prefirió hacerse a un lado y que Max y Luke recuperaran el tiempo perdido. Jugaron gran parte de la tarde, incluso uniéndose Moose a sus juegos. Luke ayudó, como dictaba la costumbre, a hacer la tarea con Max mientras Michael se preocupaba de preparar la cena para los 3. Desconocía si Calum llegaría a casa, pues últimamente, sabía que su amigo se estaba viendo con alguien y salía a citas con regularidad, pero prefería no ser insistente en saber quien era o presionarlo para que soltara alguna información, sabía que Calum detestaba que se metieran en sus asuntos y además, era su amigo, le debía mucho y lo que menos deseaba era incomodarlo.

Michael también en esas horas en las que las pasó a "solas", pensó muchísimo en lo que se le avecinaba. No tenía muchas opciones, tenía que desde ya prepararse, buscarse un gran abogado, aunque ya tenía un nombre en su mente, necesitaba también muchas cosas como testigos, evidencia, pruebas. Necesitaría a Aaron que le ayudara con algunos informes de los avances de Max, que también le hiciera una evaluación.

Su mente iba en tantas direcciones que en la hora de la cena, a pesar que Luke y Maddox hablaran como acostumbraban con su boca abierta, Michael lejos de corregirlos, se mantuvo en silencio. Planeando todo en su mente.

Luke de vez en cuando le dedicaba miradas. Sabía que en la mente de Michael, mil escenarios se desarrollaban, pero no quería interrumpir en ellos, a pesar que se moría por saber que diablos pasaba por su cabeza. Prefirió continuar concentrándose en Maddox y distraerlo un poco de todo el drama ocurrido en la tarde, prefería lejos, aprovechar esas valiosas horas que no se comparaban nada al infierno que vivió al estar lejos de él. Ese niño realmente era una parte fundamental de su vida, le era demasiado hipnotizante observarlo aún descubriendo el mundo, se le llenaba el corazón de alegría y orgullo cuando aprendía algo nuevo. Era un sentimiento inexplicable, era una nueva faceta para él, jamás había amado de una forma tan pura a alguien, jamás se había preocupado de proteger del malévolo mundo a alguien, pero tenía esa necesidad de hacerlo por Max. Quería a ese niño lejos de toda maldad, lejos de todo sufrimiento y sintió que se falló a si mismo cuando Maddox lo llamó aquella tarde luego de enterarse que sus abuelos maternos solo querían separarlo de su papá.

No quería ni imaginarse que sería de Michael sin Maddox.

—Ricitos, ¿te vas a quedar a dormir? —preguntó Maddox a regañadientes, luego de ser presionado por su padre a comer las últimas zanahorias cocidas de su plato. Luke lo observó unos segundos, para luego ver a Michael.

No sabía como decirle que aún las cosas continuaban igual, que solo fue una excepción por el momento crítico que estaban viviendo.

—No corazón, Luke debe irse. Pero si lo desea, puede hacer tu rutina de antes de dormir —animó Michael, no queriendo establecer contacto visual con Luke, apilando sus platos.